El próximo domingo los colombianos elegiremos un nuevo Congreso de la República.
Con nuestros votos llegarán los senadores y representantes a la Cámara que acompañarán al nuevo presidente, que tomará posesión el próximo 7 de agosto. Se trata, sin duda, de unas elecciones trascendentales para el país.
Pero por cuenta de las consultas interpartidistas –que también se llevarán a cabo el próximo domingo– la elección del Congreso perdió protagonismo y pasó a un segundo plano.
{"titulo":"Reunión Petro-Gaviria: ¿hubo acuerdo para las presidenciales?","enlace":"https://www.elheraldo.co/politica/gustavo-petro-y-cesar-gaviria-se-reunieron-para-evaluar-futuras-alianzas-891230"}
Hoy todos estamos hablando de quiénes ganarán las consultas y no de quiénes llegarán al Congreso.
La importancia de las consultas interpartidistas radica en que de ellas saldrán los candidatos que competirán en la primera vuelta presidencial en mayo próximo.
No obstante, el cubrimiento mediático –que se centró en las consultas y no en el Congreso– terminó quitándole protagonismo a quienes tendrán en sus manos la suerte de los nuevos proyectos de ley de los próximos cuatro años, así como del control político que deberán ejercer al nuevo gobierno. No se trata, pues, de un asunto menor.
{"titulo":"Marelen Castillo es la nueva fórmula vicepresidencial de Rodolfo Hernández","enlace":"https://www.elheraldo.co/politica/marelen-castillo-es-la-nueva-formula-vicepresidencial-de-rodolfo-hernandez-891420"}
Un buen Congreso contribuye a fortalecer al sistema democrático.
Un mal Congreso lo socava y lo destruye. Colombia requiere de congresistas preparados, honrados y eficientes.
Es a ellos a quienes debemos elegir el próximo domingo.
El desprestigio que tiene el Congreso de la República no es gratuito.
Se lo ha ganado a pulso, por cuenta de los múltiples escándalos de corrupción en los que se han visto envueltos decenas de senadores y representantes, muchos de ellos –por desgracia– provenientes de la región Caribe. Esos delincuentes no pueden volver a ocupar una curul en el Congreso.
No la merecen. El castigo que deben recibir –mientras la Justicia se ocupa de ellos– es no volver a elegirlos.
El 'voto castigo' se debe hace sentir en esta oportunidad.
{"titulo":"Es un pacto con el diablo: Betancourt sobre reunión de Petro y Gaviria ","enlace":"https://www.elheraldo.co/politica/es-un-pacto-con-el-diablo-betancourt-sobre-reunion-de-petro-y-gaviria-891128"}
Pero tampoco merecen nuevas oportunidades quienes –ahora en cuerpo ajeno– pretenden seguir con sus fechorías, arropados hoy con el manto de la 'lucha contra la corrupción'.
Sus maromas los llevan a saltar –como micos– de un partido político a otro con una habilidad asombrosa, siempre buscando el árbol que mejor sombra les brinde.
Esos politiqueros oportunistas y sus ahijados –que les van a servir de mandaderos– tampoco deben recibir votos de respaldo. Apoyarlos es seguir perpetuando los vicios y mañas que deben ser erradicadas de la política nacional.
Pero la novedad electoral en esta oportunidad ha corrido por cuenta de las coaliciones políticas que se conformaron para escoger varios de los candidatos presidenciales de la primera vuelta. Son tres las que el próximo domingo definirán los nombres de los triunfadores: el Pacto Histórico, la Coalición Centro Esperanza y la Coalición Equipo por Colombia.
La primera tiene como gran protagonista a Gustavo Petro, la segunda ha tenido que capotear diversas crisis por cuenta de los enfrentamientos entre varios de sus integrantes, y la tercera ha navegado en aguas más tranquilas, aunque también ha debido enfrentar una que otra tormenta.
Las tres medirán fuerzas este domingo y de sus resultados dependerá la suerte no solo de los candidatos, sino de la primera vuelta presidencial en mayo próximo.
¿Han funcionado las coaliciones políticas? ¿Ese mecanismo electoral es el más indicado para escoger candidatos presidenciales? ¿En qué han fallado y en qué han acertado las coaliciones políticas?
Duque dice que participará en las consultas
Uno de los hechos políticos de la semana fue el anuncio del presidente Iván Duque en el sentido de que participará en las consultas interpartidistas del próximo domingo.
'Creo en las consultas. Me parece que son mecanismos muy importantes para la participación democrática y voy a participar en ellas', respondió Duque a Blu Radio. Esa sorpresiva declaración resultó contraria a las directrices del Centro Democrático –su partido político– quienes habían solicitado a sus militantes no participar en dichas consultas.
El propio candidato de ese partido –Óscar Iván Zuluaga– también había expresado su opinión en ese sentido.
De cualquier forma, la situación para el Centro Democrático –al no tener a su candidato participando en una de las consultas– no es nada fácil. El mejor escenario para el Centro Democrático era tener a Zuluaga jugando en el Equipo por Colombia.
Eso había sido lo presupuestado. Pero al verse frustrada esa posibilidad, el uribismo quedó por fuera de las consultas y sin tener protagonismo electoral hasta mayo, cuando se lleve a cabo la primera vuelta presidencial.
Con su declaración, Duque lo que pretende es que su partido participe en esa consulta y se haga sentir para tener protagonismo en la primera vuelta presidencial. Ello con el propósito de que un triunfo arrasador de Gustavo Petro en el Pacto Histórico –como va a ocurrir– no lo muestre como inalcanzable.
Pero, además, le da margen de negociación al uribismo tanto en la primera como en la segunda vuelta presidencial.
¿Un Pacto Histórico neoliberal?
Las encuestas indican no solo que Gustavo Petro arrasará en la consulta del Pacto Histórico, sino que podría ganar en la primera vuelta presidencial.
Y esa es también la apuesta de Petro y de quienes hacen parte del Pacto Histórico.
Con los votos que tiene hoy, Petro no ganaría en primera vuelta y ello pondría en riesgo un triunfo en la segunda vuelta presidencial, donde seguramente se conformaría una alianza electoral muy poderosa que comprometería su llegada a la Casa de Nariño, como ocurrió hace cuatro años, cuando perdió con Duque.
Ante ese riesgo, Petro le apuesta a la conformación de un 'Frente Amplio' del que harían parte muchos movimientos y partidos políticos, incluyendo –¡quien lo creyera!– el liberalismo, que sigue las orientaciones del expresidente César Gaviria, creador de la apertura económica y considerado el padre del neoliberalismo en Colombia.
El mismo Gaviria al que Petro y sus seguidores le achacan buena parte de los males nacionales.
Luego del 'tintico' entre Gaviria y Petro, las cosas quedaron para después del 13 de marzo, cuando el respaldo 'liberal gavirista' tendría una mayor cotización, de acuerdo con los resultados de las parlamentarias.
Con un buen resultado, Gaviria podría negociar muy bien no solo con Petro, sino con los ganadores de las otras coaliciones.
Coalición de la Centro Esperanza: más allá del antiuribismo y del antipetrismo
Los integrantes de la Coalición de la Centro Esperanza deberían escribir un libro que se llame 'Manual de Autodestrucción de una Coalición Política'.
En efecto, todos sus integrantes han hecho hasta lo que no está escrito para evitar que el proyecto político y electoral con mayores posibilidades de éxito en los últimos años no haya podido consolidarse en Colombia.
Pese a la enorme cantidad de errores que han cometido sus integrantes, las posibilidades de lograr un triunfo al final de la campaña siguen intactas.
Las encuestas muestran que el electorado está lejos de los extremos y de la polarización entre el uribismo y el petrismo.
Muestran también que aún existe un buen número de indecisos que al final podrían decidirse por el candidato del centro.
Quien está llamado a aglutinar a esos votantes es el candidato que salga ganador de la consulta de la Coalición Centro Esperanza, que hoy sería Sergio Fajardo. Punto.
Alejarse de Petro y de Uribe tendría que ser su mayor apuesta.
Los 'coqueteos' de algunos de sus miembros con Petro, por ejemplo, podrían salirles muy costosos en términos electorales en una segunda vuelta.
Llevar al candidato de la Coalición Centro Esperanza a la segunda vuelta elevaría sus posibilidades de triunfo, puesto que recogería el enorme sentimiento antipetrista que existe en el país y que va más allá del uribismo, como piensan algunos analistas.
¿Por quién votará el Centro Democrático en el Equipo por Colombia?
Al no tener candidato en la coalición Equipo por Colombia y después de las declaraciones del presidente Duque, el Centro Democrático quedó liberado para votar por cualquiera de sus integrantes.
La pregunta es: ¿por cuál de ellos? El que parece contar con los mayores afectos dentro del uribismo, especialmente en Antioquia, es el ex alcalde de Medellín Federico ‘Fico’ Gutiérrez, quien tuvo muy buena relación con el uribismo durante su administración.
El candidato conservador David Barguil –por su parte– también tiene el apoyo de un sector del uribismo, que le agradece al conservatismo haberlos invitado a integrar el Equipo por Colombia. Álex Char –otro integrante de la coalición– entró en desgracia con el uribismo –con quien siempre ha tenido muy buenas relaciones– luego de que se opusiera a la llegada de Zuluaga.
Enrique Peñalosa, respaldado por Dilian Francisca Toro, también se opuso a la llegada de Zuluaga.
Aydeé Lizarazo cuenta con el voto disciplinado de su partido, el Mira.
Así las cosas, se da por descontado que quien gane la consulta del Equipo por Colombia busque acuerdos con el uribismo.



















