Las más de 8.600.000 víctimas que ha dejado el conflicto armado son un reto para la institucionalidad en materia de justicia y reparación, indicó Carlos Negret Flórez, defensor del Pueblo.
Negret señaló que uno de los retos consiste en la atención con enfoque diferencial en donde se reconozca las particularidades de cada uno de los casos.
Según el representante del Ministerio Público, en 2017 la entidad atendió a 33.821 mujeres, de las cuales el 68% fueron orientadas sobre las rutas de atención y reparación por desplazamiento, y el 8% por desaparición forzada, siendo los hechos más reportados durante todo el año.
El jefe del órgano defensor indicó que desde la entidad se ha hecho seguimiento a las víctimas en los territorios, quienes han presentado más de 2.500 propuestas que implican un ajuste a la ley 1448 de 2011 con un mayor nivel de participación de las mismas junto a otros sectores y organizaciones sociales.
Conocidas las propuestas el Defensor aseguró que estas han llamado la atención del Gobierno por lo que se estudia incorporarlas e informar cómo se ha desarrollado el proceso. En ese sentido, el funcionario indicó que 'la entidad apoya las iniciativas orientadas a reconstruir, resignificar y divulgar la historia del conflicto armado en Colombia de la mano de las víctimas'.
Las declaraciones se dieron en el marco del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, que incluyó un recorrido desde el Museo Nacional hasta la Plaza de Bolívar, en la capital del país.
Conmemoración en el congreso. De igual manera, el Congreso en pleno conmemoró esta importante fecha escuchando a las víctimas del conflicto armado, a partir de las dos de la tarde del día de ayer. La sesión fue presidida por el senador Efraín Cepeda Sarabia, presidente del Congreso, y Rodrigo Lara, presidente de la Cámara de Representantes.
Yolanda Pinto, directora de la Unidad Nacional para las Víctimas, agradeció al presidente Santos por este voto de constancia, confianza y en fe por el futuro del país. 'Hoy reivindicamos que las víctimas podemos vivir en paz'.
Los niños también fueron protagonistas de la programación, pues entregaron cartas a los congresistas y tuvieron la oportunidad de ser escuchados. Jesús Nazareno, niño víctima, manifestó que 'hemos aprendido a vivir y sobrevivir pensando en un futuro mejor. Queremos que ustedes, los congresista, tengan fe en los que hemos sido víctimas de la violencia, para nosotros tener fe en ustedes'.
La sesión finalizó con la lectura del Manifiesto del Congreso de la República para las Víctimas del Conflicto Armado, a cargo del barranquillero Cepeda Sarabia.



















