La reciente demanda que busca la pérdida de investidura del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ha desatado una ola de rechazo en distintos sectores del país.
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La acción, interpuesta por organizaciones sindicales, ha sido calificada por figuras políticas y ciudadanos como un acto de revictimización que aprovecha la delicada situación de salud del congresista para intentar sacarlo del escenario político.
Centro Democrático califica de “infame” la demanda contra Miguel Uribe en medio de su estado crítico
El exmagistrado y expresidente del Consejo Nacional Electoral, César Lorduy, se sumó a las voces de indignación al expresar en su cuenta de X: “Indignante, inhumano y absurdo que mientras Miguel Uribe se aferra a la vida y los colombianos hacemos fuerza con oraciones por su recuperación, otros y por fortuna pocos, demandan su credencial de senador, señalándolo de haber generado las consecuencias del ataque a su propia humanidad. ¡No hay derecho!”
Desde las bancadas políticas, los pronunciamientos no se han hecho esperar. El senador Carlos Meisel calificó la situación como un atropello: “Lo demandan por el delito de recibir un disparo cobarde por la espalda. Y ahora lo atacan, mientras lucha por su vida en una cama, sin poder defenderse. El país al revés, tristeza”, escribió en la misma red social.
La senadora María Fernanda Cabal, quien también aspira a la Presidencia, consideró la demanda como una maniobra política sin sensibilidad: “¡Esto es infame! Rechazo rotundamente la demanda de pérdida de investidura contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe. Esto que hacen unos sindicatos es un acto insensible y oportunista que no tiene cabida en estos momentos tan difíciles para el país”, afirmó.
El concejal del Centro Democrático, Óscar Ramírez, también se pronunció, aludiendo a las motivaciones detrás de la acción judicial: “Los que adelantan este acoso judicial se debaten entre la miseria humana y el oportunismo más vil”, expresó.
Uno de los pronunciamientos más contundentes vino del senador José Obdulio Gaviria, quien no dudó en calificar a los responsables de la demanda de “criminales” e “imbéciles”, señalando que detrás de la acción existiría la intención de apartar a Uribe Turbay del panorama electoral de 2026: “Su acción legal ante el Consejo de Estado resulta absurda, torpe e insensata, reflejando una evidente falta de juicio”, sostuvo.
Desde la esfera local de la capital, el concejal Julián Espinosa lamentó el nivel al que ha llegado la confrontación política en el país: “La demanda de pérdida de investidura (...) demuestra la falta de empatía de esta sociedad. Están enfermos, qué tristeza”, escribió.
El partido Centro Democrático, al que pertenece el senador, emitió un comunicado en el que rechazó de manera tajante la acción judicial y cuestionó el argumento central de la misma, que sugiere que Uribe Turbay habría infringido el régimen de inhabilidades al participar en actos proselitistas el día del atentado.
“Esta acusación, traída de los cabellos, es una afrenta a la razón y a la dignidad humana”, señala el texto, que califica la demanda como un acto jurídicamente temerario y moralmente reprochable.
La controversia se produce mientras el senador Miguel Uribe continúa internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe de Bogotá, tras el atentado del pasado 7 de junio.
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Según el último parte médico, su estado sigue siendo grave, aunque se encuentra en una fase subaguda de su evolución, lo que implica una leve desescalada en la condición crítica que ha enfrentado durante más de dos semanas. Su pronóstico neurológico, sin embargo, continúa siendo reservado.
