El 1o de septiembre de 2021 fue encontrado por pescadores de Tasajera, en el sector conocido como La Barrita del Caimán, en la Ciénaga Grande de Santa Marta, un manatí recién nacido. Estaba débil y sin la presencia de su madre.
Los hermanos Henry y Alejandro Zambrano, quienes por casualidad se lo toparon, quizás nunca imaginaron que ese animal, que a primera vista confundieron con un león marino, se convertiría en el símbolo de la reconciliación del hombre con la naturaleza.
Había quedado estancado en una zona sedimentada en donde el lodo lo ahogaba. Tras rescatarlo, los hermanos avisaron a Enrique Maldonado (Chico Lara), un líder comunal de Tasajera, quien no dudó en informar a la bióloga de Corpamag Julieth Prieto.
Una vez entregado al ente ambiental para su protección, este activó la Red de Varamientos de Mamíferos Acuáticos para atender el caso.
Acto seguido, con la ayuda de los pescadores, se inició la búsqueda de la madre. Luego de 36 horas de exploración no se evidenció su presencia, por tanto, se declaró a este neonato como huérfano.
Fue bautizado ‘Tasajerito’, un nombre que busca generar conciencia y apropiación por parte de los pescadores que habitan en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
El proceso
Debido a que los cuidados parentales no pueden ser reemplazados, y requieren de un esfuerzo técnico y económico, para suplir las necesidades de un mamífero acuático, ‘Tasajerito’ permaneció por un lapso de cinco meses en las instalaciones del Acuario Mundo Marino, contando con el apoyo de sus profesionales y estudiantes del Programa de Biología Marina de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, capacitados y comprometidos con su recuperación y con la orientación de la Fundación Omacha.
Determinaron que para continuar con su proceso de rehabilitación tendría que estar bajo cuidado humano como mínimo hasta que cumpla aproximadamente tres años.
Actualmente se encuentra en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Marina CAV-R Marino de Corpamag y el Acuario del Rodadero, donde cuenta con un espacio más amplio para el despliegue de sus movimientos y funcionamiento motor, que le permite nadar e interactuar con especies de su entorno y explorar un recinto semi-abierto en el mar.
'Le pusimos una tortuga para que le hiciera compañía y ahora es su amiga. Nadan juntos y juegan', comentó la médico veterinaria Ángela Dávila.
Hoy ‘Tasajerito’ está en el proceso de aprendizaje de comer sólidos (mango, banano y lechuga), aunque sigue lactando con una fórmula especial para mamíferos marinos que, de acuerdo con la doctora Dávila, 'es difícil encontrar en Colombia y hay que importar de los Estados Unidos'.
'Ha sido un trabajo con sacrificios y trasnochos, pero cada día es una enseñanza de él hacia nosotros', anotó la profesional.
Cabe recordar que cuando ‘Tasajerito’ fue entregado el 1 de septiembre del 2021 a Corpamag por los pescadores, pesaba 33 kilogramos y hoy está en 63.
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'Un hombre que nos honra’
‘Tasajerito’ es considerado un símbolo de reconciliación porque su rescate fue protagonizado por las comunidades de pescadores de Tasajera, un sitio donde históricamente han cazado y comercializado ilegalmente manatíes. Prueba de ello el caso de ‘Julieta’, la manatí que fue perseguida y atacada en la Ciénaga Grande el 14 de julio del 2021, hasta matarla.
Enrique Maldonado, presidente de Copemar y líder comunal de Tasajera, manifestó que el nombre que le pusieron al manatí 'nos enorgullece y nos honra. Exalta nuestro territorio y nuestra labor', manifestó.
Dijo que la forma cómo lo bautizaron los enaltece luego de la estigmatización de la cual fueron objeto cuando pescadores 'no organizados' mataron a ‘Julieta’.
'Eso nos dio muy duro, pero nos permitió tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos con la naturaleza y la protección de nuestras especies, especialmente las que están en vía de extinción', indicó.
Ahora los pescadores se encuentran comprometidos con la conservación de los manatíes y también de caimanes, porque los reconocen como ingenieros de los ecosistemas que ayudan a mantener el agua y sus flujos.
La bióloga de Corpamag Julieth Prieto señaló que ‘Tasajerito’ 'representa la esperanza para una especie que se encuentra a punto de desaparecer, además es salud para los ecosistemas donde habita y es para las entidades un reto en su rehabilitación y educación ambiental'.
'Esta experiencia es enriquecedora en todo sentido, entendiendo que el hombre es el único depredador natural de esta especie, poder brindar cuidado humano a un manatí neonato huérfano y convertirnos entre todos sus cuidadores en su familia es importante', agregó Prieto.
De su cuidado han participado más de 6 entidades y más de 150 cuidadores samarios.
'Nos muestra la tarea tan dura que tienen los manatíes como especie y nos enseña a valorar aún más su función dentro de los ecosistemas, que brinda como servicios ecosistémicos para el bienestar y la calidad de vida del hombre. Recordemos que donde hay manatíes, hay agua y hay más peces', puntualizó.
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Datos de la especie
Para Corpamag, el manatí es una especie bandera, emblemática del Magdalena, que requiere protección urgente, dado que se encuentra en categoría En Peligro (EN) en la Lista Roja, un inventario de los animales en riesgo de extinción, realizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Eso significa que el animal enfrenta un alto riesgo de extinción o deterioro poblacional en estado silvestre en el futuro cercano. ‘Tasajerito’ es un manatí del Caribe (Trichechus manatus).
Sus poblaciones actualmente están muy reducidas, principalmente porque ha sido una especie muy presionada por la cacería indiscriminada.
Actualmente, se encuentra protegida por el gobierno y las autoridades ambientales para evitar su extinción.
