En el coliseo mayor de la Villa Bolivariana de Santa Marta se concentran hasta este domingo decenas de personas de escasos recursos que acuden esperanzados por una cura a sus problemas de salud.
Lo anterior, teniendo en cuenta que desde el domingo pasado, la misión humanitaria del Buque Hospital USN Comfort, de la Armada de los Estados Unidos, atiende a un promedio de 800 pacientes por día.
Gente de todas las edades se dan cita en el escenario deportivo, convencidos de que sanarán o por lo menos iniciarán la ruta para mejorar sus males.
Las jornadas se han convertido en una sana integración, en donde los pacientes con los médicos, odontólogos, terapistas físicos, optómetras y otros profesionales de la salud, han creado estrechos vínculos de confianza.
Quienes aguardan los turnos para ser atendidos coinciden en que el trato de las 905 personas que forman parte de la misión humanitaria es 'extraordinario'.
Así ocurrió por ejemplo, mientras el Dr Thomas examinaba la boca de Daniela Marentes, una niña de 11 años.
rocedimiento de higiene oral, el médico le cantaba y emitía con su voz los sonidos de animales, como la jirafa, el perro, el gato y la vaca.
'Vamos ahora hazlo tú… ¿como hace el elefante?…', le dijo poco después a Daniela.
A pocos pasos de allí, otra médico jugaba a la bola de plástico con una niña de 5 años que esperaba turno, mientras al otro extremo otros jugaban baloncesto con un pequeño.
'Los tratan con cariño, son amables y tolerantes', dijo Lolimar, la madre de Daniela, quien añadió que 'la llegada de esta misión humanitaria ha sido una bendición'.
El samario Elvis Charris solo tuvo palabras de agradecimientos. Luego que le curaran una muela a punto de perdérsele señaló: '¡Esoss manes se sobraron!'.
'Ha sido una de las mejores cosas que han hecho aquí en Santa Marta', dijo emocionado.
Pacientes venezolanos
La convocatoria con ocasión de la llegada del Buque Hospital de la Armada de los Estados Unidos, ha permitido que en Santa Marta se registre un encuentro de las familias venezolanas.
Stefany Hernández, de San Francisco (Estado Zulia) llevó a su pequeño Michael - aún de brazos - preocupada por recurrentes desvanecimientos. Al bebé le tomaron un ecocardiograma, que por falta de recursos no se lo había podido realizar.
Al pequeño Michael no solo le hicieron el procedimiento sino que lo vio el cardiólogo. 'El niño no sufre del corazón', fue la respuesta del especialista, lo que la mujer respondió con una enorme sonrisa.
Nairilin Leal, oriunda de Cabima, también del Estado Zulia, llevó a su hija Naire Vargas para que le trataran una Mielitis Transversa, que es la inflamación de los dos lados de una sección de la médula espinal. 'Ya la habían visto en mi país, pero esta es una gran oportunidad la que se nos presenta', anotó.
Luz Mery Parra, de San Felipe (Estado Yaracuí), confía en que Adara Valentina, de un año, supere el cuadro gripal que presenta desde hace varios días.
Denis Villalobos, de 42 años, de Anzoátegui, presenta astigmatismo, tratamiento que abandonó ciando se vino para Colombia. 'Vengo aquí para ver si por fin logro corregir mi visión', precisó.
Carmen Barrios celebra este jueves sus 80 años de nacida y quiere festejarlo cómodamente… en una silla de ruedas. 'Vengo a buscar lo que en los últimos 5 años no he podido encontrar. Tengo la esperanza que voy a conseguir la silla de ruedas'. Hoy se apoya en un caminador, pero custodiada de cerca por una hija.
Patologías
El teniente de la Fuerza Naval USA y médico de familia, César René Mojica Vásquez, manifestó que en los primeros dos días de jornada asistencial les queda claro un factor común de los pacientes: la difícil situación económica.
'Son personas de bajos recursos que no tienen la posibilidad de un tratamiento, de conseguir medicamentos y de no ir a las citas de continuación', comentó.
Dijo que las principales patologías son presión alta, en adultos, además fallos congestivos cardíacos, diabetes y asma. En optometria , mucha cataratas, en odontología, caries y en los niños problemas respiratorios y alergias.
Indicó que se están atendiendo entre 800 a 1000 personas al día.
La atención humanitaria se logró mediante la unión de esfuerzos entre el Comando Sur de los EE.UU, el Gobierno Nacional, el Ejército Nacional de Colombia con la Primera División del Ejército.




















