El Heraldo
Ana Ortega, madre de Angie Paola, mira las fotos que se alcanzó a tomar su hija antes de su extravío. Hansel Vásquez
Judicial

“No le pude hacer a Angie Paola su quinceañero”

Este 19 de mayo habría cumplido sus 15 años Angie Paola Ortega. Ana Ortega, su mamá, recordó su desaparición y su asesinato, en 2012. 

El asesinato de la niña Angie Paola Ortega Palma, ocurrido en el municipio de Baranoa en 2012, estremeció al Atlántico y al país. En su momento movilizó a alcaldes, gobernadores, comandantes de Policía, congresistas y funcionarios del Gobierno Nacional. Hoy, seis años después de este cruel hecho, las investigaciones de las autoridades no han dado resultados, motivo por el que Ana Ortega, madre de la pequeña, pide que sean priorizadas para dar con el o los autores. 

El jueves anterior, la mujer recordó desde su casa en el barrio Primero de Mayo, en Baranoa, que su hija Angie Paola cumplía 15 años de nacida este 19 de mayo. A ella se le volvieron a salir las lágrimas como cuando su pequeña no retornó a casa aquel 28 de mayo de 2012. 

“Angie Paola era muy seria, con mucha personalidad, era la tercera de mis cuatro hijos. Como toda niña soñaba con una fiesta de 15. Una fiesta a nuestra manera, humilde, pero fiesta de 15 al fin. Con sillas, mesas, manteles y recordatorios. Esta vez mandaremos a hacer una misa en la parroquia de Santa Elena, cercana acá a la casa, para recordar su año de nacimiento”, expresó Ana. 

En el momento de los hechos, la madre de la niña se apreciaba como una mujer activa, con mucho brío, a la que se le vio recorrer cada rincón de la población del centro del Departamento. Sin embargo, ahora, pese a que apenas cumplió los 40 años, luce mucho más baja de peso, con canas y con un lento caminar. 

Señaló que hace poco pasó un momento difícil luego de que le diagnosticaran diabetes. “Casi me muero, me internaron acá en Baranoa y luego en Barranquilla. Por eso estoy más delgada. Casi me da un derrame”, agregó. 

Pese a ello, dijo que continúa al frente del hogar junto con su pareja, Nelson Lubo. Con ellos viven José, el hijo mayor de 25; Cindy, hija de 23; Daniel, de 17, y Sandy, de 8 años. Esta última no recuerda a Angie porque cuando se extravió esta apenas tenía dos años. 

El caso. Angie Paola desapareció como si se la hubiese tragado la tierra. Lo último que la familia recuerda de ella es que salió a pie, a las 2:00 p.m., de la residencia de su abuela, Hilda Palma, también en Baranoa, a su casa materna. Jamás llegó. Tras esos cinco meses de búsqueda y el hallazgo que se hizo en la finca ‘Los Mangos’, en Polonuevo, más las pruebas científicas; las autoridades confirmaron plenamente que Angie Paola había sido asesinada, y no solo eso, su cuerpo también lo incineraron.

Tiempo más tarde del hallazgo de la osamenta, el Instituto de Medicina Legal determinó que sí eran de la pequeña y se los entregaron a sus familiares. La niña de ojos claros y contextura gruesa quedó resumida en una cajita de madera.

Francisco Javier Cuesta Manyoma, en aquel momento fiscal primero seccional de Sabanalarga, fue el encargado de entregar los resultados de las pruebas practicadas por el Grupo de Genética del CTI a Ana Ortega y Nelson Lubo, madre y padrastro de la niña desaparecida. 

Seguido, el investigador comunicó que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses Regional Norte, que intervino en el análisis con médicos antropólogos, determinó que “la niña falleció de manera violenta y su causa de muerte, de acuerdo a los hallazgos, obedeció a un trauma contundente en tórax”.

El arma o elemento usado para segarle la vida a la pequeña, quien apenas contaba en ese momento con 9 años de edad, no se logró determinar.

Emilia Fontalvo, directora seccional del ICBF para aquella época, expresó luego de la entrega de los restos que “se necesita de la contundencia y celeridad de los órganos judiciales para que se esclarezcan los hechos, se determine el o los responsables, al tiempo que hago un llamado a la comunidad del municipio de Baranoa para que quien tenga información la suministre a las autoridades. En Baranoa, o muy cerca a este municipio, hay un homicida-abusador sexual suelto”.

El gobernador del Atlántico de ese momento era José Antonio Segebre. Junto con el alcalde de Baranoa, Roberto Carlos Celedón, no dudó en ofrecer 50 millones de pesos para quien entregara  información oportuna del o los asesinos de la pequeña.

Cuatro meses después a este anuncio, el Grupo Gaula de la Policía capturó a Yesid Alberto Lafaurie Pérez, de 30 años, y Juan Carlos Jiménez Torres, de 43, como presuntos autores del asesinato de la niña.

Los detectives llegaron hasta estos dos hombres por el testimonio que entregó una mujer identificada como Sandry Patricia González Campo, de 39 años, residente en el barrio La Central, de Soledad.

Ella aseguró en una declaración jurada, que escuchó personalmente una conversación en la que su yerno, Yesid Alberto Lafaurie Pérez, le confesó a Juan Carlos Jiménez (marido de Sandry), que él había violado y asesinado a la niña de Baranoa, Angie Paola.

Con esa afirmación el Gaula de la Policía organizó el 9 de febrero de 2013 un sigiloso operativo, que terminó con las capturas a estos dos hombres en sus respectivas viviendas del barrio La Central.

Aunque hubo resultados, las autoridades civiles y de Policía no reportaron la entrega de los $50 millones de recompensa. 

La otra historia

 Lafaurie Pérez y Jiménez Torres fueron presentados en audiencia ante un juez de control de garantías, que tomó la decisión de dictarles medida de aseguramiento. Al primero, en la Penitenciaría de El Bosque (después fue trasladado a la Modelo), como posible autor intelectual y material del homicidio de Angie Paola.

Mientras que Juan Carlos Jiménez fue enviado a la Cárcel Modelo por haber incurrido presuntamente en el delito de favorecimiento en calidad de autor y en título de dolo. Es decir, que tenía pleno conocimiento de lo hecho por el supuesto asesino, pero prefirió mantener un silencio cómplice.

Siete meses después, es decir, en septiembre de año 2013, se celebró la audiencia preparatoria, pero uno de los implicados, Juan Carlos Jiménez Torres, no alcanzó a llegar a la diligencia. Este murió el 27 de enero de 2014 en el incendio que se generó en el interior de la Modelo, y que dejó 17 internos calcinados.

De esta manera la justicia quedó sin poder demostrar la culpabilidad o inocencia de Jiménez Torres.

Ante lo ocurrido con Jiménez se creyó que el proceso por la muerte de Angie Paola cobraría dinamismo, y que pronto se conocería la sentencia en contra o a favor de Yesid Lafaurie. Pero ocurrió todo lo contrario, por más de diez ocasiones las audiencias fueron aplazadas, y la etapa del juicio oral se tornó excesivamente lenta.

Finalmente el 3 de octubre de 2017 quedó absuelto y en libertad Yesid Lafourie Pérez.

Yesid Lafourie Pérez, tras las rejas, permaneció ocho meses en la Penitenciaría de El Bosques y 57 meses en la Modelo. Fue sindicado del delito de homicidio agravado y desaparición forzada de la menor de edad.

“Permanecí todo ese tiempo en prisión de manera injusta. Cuando el martes 3 de octubre salí de la cárcel llegué a la casa de mi suegra. Solo me dijo que la disculpara. Me dio a entender que cuando hizo la falsa denuncia no sabía todo el mal que me iba a causar a mí y a su marido. Creyó que solo nos iban a detener varios días. Quizás actuó así porque quería desquitarse de su esposo, a quien celaba mucho.

Creía que yo lo apoyaba en su supuesta infidelidad, lo cual no era cierto”, precisó Yesid en diálogo con esta casa periodística. 

Además dijo que vivió “una experiencia muy amarga en la cárcel. Mi vida corrió peligro varias veces. Estuve dos meses sin salir de un calabozo por seguridad, pues me podían matar. Estaba involucrado en la muerte de una niña, y eso para los presos es imperdonable. Me daba miedo salir de la celda. No tomaba sol. Eso fue terrible”, aseguró.

“Cuando ocurrió el asesinato de esa niña yo no estaba en Baranoa, no conocía ese municipio. Tampoco conocía a la niña ni a su familia. Jamás los había visto en mi vida”, anotó. Recordó que cuando Angie Paola desapareció el 28 de mayo de 2012, era lunes, y él no trabajaba esos días. “En esa fecha mi esposa estaba a punto de dar a luz a la niña, y yo andaba muy pendiente de ella”, dijo. Hoy el hombre continúa viviendo en Soledad junto con sus dos hijos y su pareja Milena González Campo.

Nueva investigación

 EL HERALDO conoció que el pasado 24 de enero, el Juez Segundo Promiscuo de Sabanalarga compulsó copias a la Fiscalía para que iniciara una investigación contra un allegado de la niña Angie Paola. 

En ese sentido, una fuente de la Fiscalía Seccional del Atlántico señaló que la investigación está abierta y se le siguen los pasos a un hombre que probablemente participó en los hechos.

#Niunamás

 

El actual alcalde de Baranoa, Lázaro Escalante Estrada, conformó el pasado mes de abril la Oficina de la Mujer y Equidad de Género, con la cual buscan disminuir y erradicar cualquier forma de violencia contra las habitantes del municipio. 

En marzo anterior, en la población ocurrió el asesinato de Dayana Solano Sanjuán, de 20 años. 

“Desde el caso de la niña Angie Paola Ortega Palma en 2012 y la joven Cerly Moreno Otero en 2014, Baranoa no se estremecía ante un caso de feminicidio como el ocurrido. Encendimos una luz y marchamos para exigir a la Fiscalía y las autoridades competentes para que se esclarezca este hecho criminal en el que Dayana Solano Sanjuán resultó víctima. No queremos impunidad, como en los casos anteriores”, señaló Escalante a través de un comunicado en la página web del Municipio.

 

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