A eso de las 6:30 de la tarde del pasado domingo Georgina Ortíz llegó a su vivienda en el barrio Barlovento, de Barranquilla, luego de una extenuante jornada laboral. Comió, estuvo con su familia y sus hijos, y luego como a las 10 de la noche le dijo a su mamá 'ya vuelvo, no me demoro porque mañana tengo que trabajar', pero a su casa nunca regresó.
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Y es que ella fue una de las tres mujeres asesinadas a bala en medio de la matanza del barrio Villanueva, la cual dejó a dos hombres muertos y a 14 personas más heridas.
'Un vecino nos avisó de lo que había pasado, porque allá la mayoría eran conocidos. La gente pasaba por encima de mi hija y no la ayudaba. Ya después a ella la llevaron al Hospital de Barranquilla', agregó una tía en las intenciones de Medicina Legal.
{"titulo":"Aumentan a $100 millones recompensa por responsables de masacre en Villanueva","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/masacre-en-barranquilla-aumentan-100-millones-recompensa-por-responsables-de-ataque-en"}
La familia llegó hasta el centro médico, donde, según ellos, no les dijeron nada del estado de salud de 'Geo', como le decían de cariño: 'El esposo tuvo que volarse en el hospital para poder encontrarse con la noticia de que ella estaba muerta'.
'Georgina era una mujer trabajadora, hogareña y buena amiga, tenía 10 meses trabajando como estilista en el segundo piso del Sao de la 53 y dejó tres hijos, el mayor de 11, la del medio de 9 y la menor de 5', agregó la familiar.
