Una tragedia enluta hoy a una familia de Santo Tomás, Atlántico. En la mañana de este viernes 26 de diciembre se reportó el fallecimiento de un joven al interior de un bus de servicio público en Barranquilla. Con pocos minutos de diferencia, su abuelo falleció en una clínica. Esta es la historia.
De acuerdo con información preliminar, el vehículo transitaba a la altura de Mallorquín cuando el joven de 22 años de edad presentó problemas para respirar, dolor en el pecho y posteriormente se desmayó, por lo que los otros pasajeros alertaron al conductor para que se detuviera y que personal médico pudiera atenderlo.
Una vez el bus se detuvo, una ambulancia llegó a este ese punto para auxiliar al joven, pero al momento de atender la emergencia ya no tenía signos vitales y falleció en el lugar.
Su abuelo murió minutos después
Horas después se conoció que el joven, identificado como Carlos Miguel Salas Cantillo, habría fallecido por un infarto que presentó en el bus ya que tenía problemas de hipertensión. Familiares indicaron que minutos después el abuelo del joven, llamado Carlos Nelson Salas Perez de 79 años, había muerto en la clínica Reina Catalina de Baranoa, donde permanecía internado desde hace varios días por una isquemia. Al parecer, el adulto mayor también presentó problemas cardiacos y falleció por un paro.
Según se percibe en sus redes sociales, Salas Cantillo se había graduado de Ingeniería Civil en la Universidad de la Costa y, de hecho, había compartido la celebración de su grado con su abuelo paterno.
Se supo que el joven se dirigía a su lugar de trabajo en Mallorquín, donde laboraba en una construcción. El sepelio será mañana sábado 27 de diciembre a las 4:00 p.m. en la parroquia Santo Tomás de Villanueva.
En redes sociales, amigos y familiares han publicado varios mensajes lamentando los decesos que hoy enlutan al municipio de Santo Tomás.
Uno de los amigos de infancia del joven ingeniero manifestó: “Hoy el dolor que mi corazón siente es inigualable, amigo… sí, tú, amigo; ¿qué digo amigo? Hermano. Razones tendrá papá Dios para haberte llevado tan rápido, sin despedirte, sin darme ese último abrazo, sin dejarme decirte ‘mi llave, te quiero mucho’ una vez más".
“Dos ausencias que se cruzaron, y nosotros aquí, tratando de entender por qué la vida a veces es tan injusta. Me tranquiliza saber que cada abrazo que nos dimos fue sincero, que nunca hubo falsedad entre nosotros. Mi llave, los recuerdos vivirán por siempre en mi mente, desde la primaria hasta la U, caminando juntos, creciendo juntos, aprendiendo juntos. Mi amigo Carlocho, el real, el pelao que no se metía con nadie, el de corazón limpio y mirada noble”, añadió en su sentido mensaje.


