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La Policía Nacional de Colombia, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, desarticuló exitosamente una organización criminal conocida como “Los Imitadores”, dedicada a la fabricación ilegal de licor adulterado, tales como aguardiente, ron y whisky. Igualmente se dedicaban a la falsificación de estampillas oficiales para las bebidas alcohólicas.

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Durante un operativo que comprendió 14 diligencias de allanamiento en la ciudad de Barranquilla y los municipios de Sabanagrande, Palmar de Varela y Sabanalarga, fueron capturadas 14 personas señaladas como presuntos integrantes de esta red delincuencial.

En el mismo operativo se incautaron importantes cantidades de insumos ilegales, entre ellos: 1.000 botellas de licor de diferentes marcas adulteradas, 1.300 estampillas falsificadas para bebidas alcohólicas, 900 anillos de seguridad fraudulentos, 640 etiquetas apócrifas, 1.430 dosificadores ilegales, 180 litros de alcohol puro y 15 teléfonos celulares.

Esta organización cometía delitos como concierto para delinquir, imitación o simulación de alimentos, productos o sustancias, y falsificación de efectos oficiales timbrados.

La investigación, que se llevó a cabo mediante actividades encubiertas, permitió identificar a Carlos Arturo López Caro, alias Pelo de Puya, como cabecilla de la red. Él se encargaba de financiar la compra de insumos y comercializar el licor adulterado, obteniendo la mayor parte de las ganancias ilícitas.

Según cifras de la Secretaría de Hacienda del Atlántico, para el año 2024, la comercialización de licor adulterado habría afectado la percepción de rentas departamentales en más de 100 mil millones de pesos. Estos recursos están destinados al fortalecimiento del sistema de salud de la región, por lo que su pérdida impacta directamente en el bienestar de la comunidad.

La organización contaba con diferentes roles especializados, incluyendo proveedores de botellas recicladas, falsificadores de estampillas, tapas, dosificadores y etiquetas, así como quienes abastecían el alcohol y demás insumos para la elaboración rudimentaria y antihigiénica del licor.

Además, durante la investigación se logró conocer de tres inmuebles, dos de ellos en la ciudad de Barranquilla y uno más en Sabanagrande los cuales eran utilizados para la fabricación de este licor.