Los habitantes del barrio La Manga son conscientes del peligro latente con el que han aprendido a convivir a través de los años. Sin embargo, hay algunos conductores que transitan diariamente por esta zona de la localidad Suroccidente de Barranquilla y desafían sus empinadas calles con distintos automotores. Todo esto sin necesidad de ser advertido por los lugareños.
Con esto nos referimos a la temida Loma de La Manga, una pendiente que, a primera vista, impone respeto a conductores novatos y expertos.
Ya sea en subida o en bajada, aquella cuesta pone a prueba a cualquier tipo de vehículo y si no está en las mejores condiciones, lo mejor es no tentar a la suerte para evitar una tragedia que pueda dejar víctimas que lamentar.
Fue así como ocurrió aquel aparatoso accidente de tránsito el pasado 16 de mayo en el que un bus de placas TQC-781, de servicio de transporte especial, perdió los frenos en la parte alta de la pendiente, atropelló a varias personas, chocó con vehículos y terminó volcado frente a un árbol de mango sembrado en la terraza de una vivienda.
Aquello fue espantoso. Testigos dijeron que los gritos de los ocupantes del bus, más los de las personas que estaban fuera del vehículo, puso los pelos de punta a más de uno y dejó inmóviles a otros. Todo sucedió a eso de las 4:30 p. m., cuando el conductor del automotor pasaba por la diagonal 78 con carrera 21 y fijaba destino hacia el barrio Los Olivos.
EL HERALDO conoció por medio de una fuente cercana que el bus transportaba a unas personas que, casualmente, habían asistido al sepelio de una persona fallecida en un accidente de tránsito.
Inicialmente el capitán Alexis Ospina, Jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte de Barranquilla, informó que el número de heridos fue de 20 personas, unas más graves que otras, y que todas habían sido trasladadas a múltiples centros asistenciales.
Desafortunadamente, una semana después del siniestro vial se reportó el deceso una de las víctimas.
Se trató de Hernán Darío Jaramillo Pérez, un hombre de 33 años que estuvo batallando por su vida durante ocho días en la Clínica Santa Mónica. El dictamen de los médicos cada día era desalentador, pues Jaramillo presentaba graves lesiones y fracturas en miembros inferiores, trauma de tórax y trauma cráneo encefálico, por lo que terminó falleciendo el sábado 24 de mayo.

En diálogo con este medio, los familiares manifestaron que las autoridades no les brindaron un apoyo caracterizado en información sobre el siniestro y sobre el paradero el conductor, puesto que el día del accidente fue trasladado también a una clínica, pero luego escapó en un taxi. Hoy se desconoce su paradero.
“Debe hacerse responsable”
Allegados del motorizado, quienes prefirieron no revelar sus nombres por temas de seguridad, detallaron que Hernán Darío se movilizaba en un vehículo de su propiedad cuando fue embestido.
“Lo que tenemos entendido es que él (Hernán Darío) salió a buscar a un familiar en su motocicleta y lo iba a llevar a casa de otro pariente, porque iba a recoger un dinero. Luego se venía de regreso para alistarse e irse al trabajo de vigilante. Al parecer, el bus pierde el control y lo termina arrollando”, relató un allegado.
Desde el momento en que el hombre fue trasladado hasta el centro médico, fue ingresado de manera inmediata a la UCI, comunicándose con sus familiares por medio de sus ojos al parpadear.
“A la casa llegaron informando del accidente de él, y lo enviaron hasta esta clínica. Desde que ingresó, siempre estuvo en UCI por la gravedad de sus heridas. Esperábamos la ayuda de las autoridades, pero no recibimos ni siquiera su acompañamiento”, repitió el familiar.
Caos en la loma
Otro de los allegados de Jaramillo Pérez relató los momentos de angustia que vivieron los pasajeros cuando el bus se quedó sin frenos y comenzó a descender por la pendiente.
“Cuando el conductor iba bajando, se dio cuenta de que no tenía frenos. Fue ahí cuando les informó a los pasajeros, y automáticamente empezó la pesadilla. Mientras la gente gritaba, él iba pitando para que los otros vehículos despejaran la vía, pero no funcionó”, afirmó.
El testigo narró además que el conductor intentó descender en forma de zigzag con el propósito de rozar las llantas contra los andenes para disminuir la velocidad poco a poco, pero aquello fue en vano, ya que el vehículo terminó embistiendo a varios ciudadanos para terminar colisionando contra un árbol hasta volcarse.
“Otro de los vecinos que estuvo presente vio al chófer cuando lo subían a una ambulancia. Después, se bajó y tomó un taxi hacia quién sabe dónde. Hasta el momento no sabemos nada de su paradero, pero alguien tiene que responder y hacerse cargo de esto”, señaló el allegado.
Un mundo de comparendos
Ante la falta de información sobre el conductor, Asdruval Cardozo, abogado litigante y apoderado de los familiares Jaramillo, realizó una investigación sobre el vehículo implicado y su aparente dueño, descubriendo un dato que lo calificó como “preocupante”.
“Dentro esas investigaciones hemos identificado al conductor del vehículo: no tiene licencia de conducción, tiene 19 comparendos y un acuerdo de pago. También tenemos la tarjeta de propiedad del vehículo y el bus no tiene seguro contractual y extracontractual”, expresó Cardozo.
¿Pero qué es la responsabilidad civil extracontractual? Es la obligación jurídica que tienen las personas, sean naturales o jurídicas, de reparar los daños causados a otro cuando estos se producen fuera de una relación contractual. Se configura cuando alguien causa un perjuicio a un tercero por acción, omisión, dolo o culpa, y debe, por tanto, indemnizar los daños y perjuicios ocasionados, independientemente de que no exista un acuerdo previo entre las partes.
Esta forma de responsabilidad busca proteger derechos fundamentales como la integridad personal, la propiedad, la vida y la salud. Se basa en el principio general de que nadie debe causar daño a otro.
“Esencialmente, ese vehículo no podría estar rodando en Barranquilla ni en ninguna otra parte, menos al volante de este sujeto que se encuentra prófugo de la justicia. Aparentemente ese bus se veía en buenas condiciones, pero realmente dentro su parte mecánica debía estar chatarrizado. Un vehículo también es un arma e incluso más peligroso que una pistola, el cargador solo tiene 10 balas, el automotor todo un tanque de gasolina para recorrer varios kilómetros hasta que se le acabe”, sentenció Cardozo.

Bajo cuidados intensivos
Luz Darys Torres, residente en el barrio La Manga y madre de Norys María Devoz Torres, de 21 años, otra de las mujeres que también fue víctima de este horrendo accidente, habló también con este medio.
Al igual que el motorizado Jaramillo, Devoz fue trasladada a la Clínica Santa Mónica. La joven de 21 años registró fractura maxilofacial, trauma de tórax y trauma cráneo encefálico, y actualmente permanece en UCI.
Según el testimonio de la progenitora, en ese momento Norys María retornaba de su trabajo a bordo de una motocicleta y cuando le faltaban dos cuadras para llegar a su vivienda el vehículo fue violentamente embestido por el bus.
“Ella venía de su trabajo y llegando acá a la casa el bus la embistió con el mototaxista. Por poco mi hija pierde la vida, gracias a Dios no fue así pero no deja de ser preocupante la situación”, afirmó.
Los médicos le declararon a Torres que el estado de salud de su hija era crítico y que registraba varias fracturas.
“Me dijeron que la niña estaba muy delicada, que tenía múltiples fracturas en la cara, la pierna la tiene fracturada en varias partes… mi hija estaba muy delicada porque en la cavidad nasal la tenía llena de sangre y yo realmente estaba muy preocupada esperando algo terrible pero gracias a Dios se está recuperando bien”, agregó.
Al igual que la familia de Jaramillo, Torres coincidió en que no tiene conocimiento del paradero del conductor o del responsable del bus, pues esta situación genera “demasiados gastos”.
“No sabemos nada de él, a mí me dijeron otros vecinos que el conductor se había escapado, pero con esto de mi hija no me ha dado tiempo de averiguar mayor información. Lo que sí pido es a las autoridades que hagan algo con esa loma (de La Manga) porque ya ha cobrado muchas víctimas y una de esas casi fue mi hija”, finalizó.

En búsqueda de conductor
Días después de lo ocurrido, en nuevo diálogo con EL HERALDO, el Capitán Alexis Ospina Tejada, Jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte de Barranquilla, manifestó que, junto con la Fiscalía, estarían adelantando la ubicación del conductor quien hasta el momento permanece prófugo.
“El día en que ocurrió el accidente el propietario del vehículo se acercó hasta el Tránsito y se identificó. Sin embargo, el conductor no se logró identificar, ya que no se encontraba en el lugar del siniestro. Actualmente nos encontramos trabajando de manera coordinada con la Fiscalía para lograr ubicar a este sujeto. Lo desalentador de este caso es que, el propietario contrató a dicha persona de forma verbal y no sobre papel, razón por la que en ese momento no contábamos con la cédula pero si nos dio su nombre, también tenemos nuevos datos sobre el señor”, afirmó el Capitán.
Pese a ese trágico accidente, el Jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte reveló que se han presentado mejorías a nivel de siniestros en la ciudad de Barranquilla.
“A la fecha en este 2025 de este mes de mayo tenemos una reducción en la que tiene el con siniestros de -17%, en muerte en accidente de tránsito tenemos -10% y en lesionados tenemos menos -9%. En parte es algo satisfactorio porque vamos a la baja, vamos en reducción, y pues la idea es poder continuar esta reducción durante todo el año”, resaltó Ospina.
Finalmente, el alto oficial entregó diversas recomendaciones a los conductores con el objetivo de ser partícipes de este buen comportamiento vial.
“A los conductores, principalmente los motociclistas, debemos recordar que no somos los únicos en las vías, la indicación es siempre a conducir con cuidado, no hacer caso omiso a las señales de tránsito ni exceder los límites de velocidad por más prisa que tengamos. Si vamos a tomar bebidas embriagantes optar por dejar el vehículo o bien, tener un conductor elegido, cada uno de nosotros tenemos familia en nuestros hogares que nos esperan”, finalizó.
