Alrededor de 15 días continuos llevan grupos élites del Ejército Nacional en poblaciones del sur de Bolívar para tratar de contener las arremetidas contra la población civil de grupos armados ilegales, como la subestructura Erlin Pino Duarte del Clan del Golfo, con su cabecilla alias Chiromoya; el Eln en cabeza de alias Casinga; la Estructura 37 de las disidencias de las Farc, con alias Guaraca y, como si fuera poco, la delincuencia común.
Así lo detalló el comandante del Ejército Nacional, mayor general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, en medio de una visita a esta casa periodística, en la que además reveló cuál es la causa de las disputas y lo que se plantea, en una tarea con la Policía y Fiscalía, de cara al primer trimestre de 2024.
La Defensoría del Pueblo alertó por estos días sobre el desplazamiento de al menos 1.400 personas que han tenido que huir de sus hogares para evitar morir en medio del fuego cruzado. Se trataría de 556 familias de los municipios de Santa Rosa del Sur, Arenal, Morales y Montecristo, las cuales se trasladaron hacia el sitio conocido como ‘La Y de San Luquitas’ tras los constantes combates.
El mismo defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, indicó que lo que está sucediendo en el sur de Bolívar no es una situación nueva, ya que se había advertido de la grave problemática a través de 'nuestras Alertas Tempranas 018 del 2021 y 034 del 2023'.
'La región Caribe está siendo afectada por disputas territoriales entre diferentes grupos criminales, como las disidencias de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo. Y los enfrentamientos se dan por la disputa y control de las economías ilícitas como el narcotráfico, muy al sur de la zona, y la explotación ilícita de yacimientos mineros', reiteró el comandante del organismo castrense.
Y, a renglón seguido, sostuvo que lo que viene adelantando hombres de la Primera División del Ejército, en cabeza del general Roger Gómez, son constantes operativos para dejar sin hombres y sin herramientas a esas estructuras del crimen.
Comisiones del Clan del Golfo
Una de las ordenes de alias ‘Chiquito Malo’, quien sería el jefe máximo de la organización criminal de las AGC o Clan del Golfo, ha sido la de salir de la zona del Urabá antioqueño y expandirse en el territorio nacional para abarcar todo tipo de economías ilegales.
En ese sentido, según lo expuesto por el general, se habría dado la orden de entrar a esa zona del sur de Bolívar para quedarse con el negocio de la minería ilegal que, históricamente, había sido dominado o estaba bajo supervisión del ELN.
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Fuentes militares revelaron que en la actualidad el Clan del Golfo, que tiene un dominio en la zona con cerca de 300 hombres, es el gran controlador de los dividendos de la producción minera, que según los cálculos, genera entre 160 y 200 kilos de oro semanales.
'Lo fuerte en la zona es la minería ilegal. Nosotros tenemos empresas legales de minería, pero este es otro tema que se requiere del Estado, en el sentido de que el Ministerio de Minas y Energía debe poner una mejor reglamentación para que no aparezcan las minas ilegales. Hemos tenido casos en los que salen explosivos usados en la minería legal que van a parar a los yacimientos ilegales', explicó.
Posterior a eso, el general señaló que los ilegales explotan y sacan oro que se va 'una parte para los dueños de la mina legal y la otra para los de la ilegal, ese era un negocio que las minas legales tenían con los barequeros y la gente normal, y todos se veían beneficiados. Algo como lo que pasa en las minas de esmeralda de Muzo, en Boyacá. Pero ahí es donde se da el fenómeno que entra el Clan del Golfo y dice: venga que yo voy a organizar este negocio, el legal y el ilegal me tienen que pagar por esa mina y por lo que usted está haciendo. Ese es el problema que tenemos en el sur de Bolívar'.
A ese pleito hay que sumarle la presencia ahora de las disidencias de las Farc que, de acuerdo con el comandante, también quieren entrar en el negocio para quedarse con el metal precioso de alto valor en el mercado y que no complica como lo hace la cocaína.
Debido a lo anterior, las estructuras disidentes, que cuentan con al menos 130 hombres, y de los miembros del ELN, que tienen 45 integrantes, han forjado una alianza criminal en los últimos meses para obtener un mayor pedazo de las millonarias ganancias que deja la minería ilegal.
Por otro lado, según el comandante del Ejército, no solo el conflicto pone en riesgo a la población sino también deja graves afectaciones al medio ambiente.
'La depredación del medio ambiente es terrible. Las llagas que deja la minería ilegal se ven desde el aire. Todos esos huecos que ha dejado el mercurio no dejan agua para la gente. Esas máquinas han acabado con los cursos de los ríos', advirtió.
Plan en 2024
Con el mapa del territorio nacional en su cabeza, el alto oficial explicó qué es lo que se baraja para atacar a todas estas estructuras criminales dedicadas al narcotráfico, la minería ilegal, reclutamiento de menores y ahora el tráfico de personas por la zona del Darién.
Habló de trazar una especie de ‘C’ en el mapa de Colombia que empiece en la zona del Catatumbo 'y nos vamos bajando así por Antioquia y terminamos en Chocó y vamos hasta Nariño, pero que muy probablemente llegaremos hasta Putumayo. Esos son corredores de movilidad, son corredores de narcotráfico, son corredores que ahora se han combinado entre minería ilegal y narcotráfico, en algunas partes de esas la minería tiene más preponderancia que el narcotráfico, en otros viceversa, en algunas partes está más metido el tema de reclutamiento infantil o reclutamiento forzado'.
En ese plan definió que el mayor foco estará puesto en el Bajo Cauca antioqueño, zona en la que permanece el 'corazón' del Clan del Golfo.
'En todo ese sector tenemos muchachos que su expectativa de vida son 24 horas y no les afana. Es decir, mientras tengan una moto, mientras tengan un arma corta, mientras tengan una chica, 24 horas ¿en qué sentido? en el sentido de, si estas últimas 24 horas me doy la vida de rey, no tengo ningún problema de morir en 24 horas. Cuando un muchacho entre los 15 y 21 años tiene una mentalidad de que hoy puede ser su último día, allí tenemos problemas de sociedad serio que tenemos que atacar y en eso es tarea del Estado', describió Ospina.
La operación contra la extorsión en el Atlántico
En el año 2015, Luis Ospina ascendió al grado de brigadier general y fue asignado como comandante de la Segunda Brigada, con jurisdicción en los departamentos de Atlántico, Magdalena y sur de Bolívar.
En esa línea, el jefe del Ejército recordó que para los años 2016 y 2017 trató con el entonces alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, y el gobernador Eduardo Verano De la Rosa, todo lo del plan de 'sacar el Ejército a las calles'. Coincidencialmente, Char y Verano estarán en el poder desde este 2024 y, de acuerdo con el general, existe la posibilidad de tomar nuevamente las estrategias del pasado.
'Acá tenemos algo importante que es esa unión Policía-Ejército para trabajar en los diferentes sitios y de una manera propositiva se ha venido haciendo y eso ha ayudado mucho. La Policía Militar es emblemática aquí en Barranquilla, la gente conoce al soldado, lo reclama y eso es importante. Cree mucho en la figura del soldado. Hicimos una muy buena unión'.
