Las destapadas calles del sector Bajo Manhattan, en el barrio Siete de Abril, dejaban ver la fuerte presencia de la Policía Metropolitana de Barranquilla. Era de mañana y los uniformados, bajo un fuerte sol, hacían presencia en la zona con la misión de devolver la tranquilidad a los habitantes que, desde hace varias semanas, se habían desplazado para evitar quedar en medio del fuego cruzado producto del enfrentamiento de dos bandas que se disputan el territorio para el accionar de cualquier actividad ilegal.
Desde un punto inclinado del barrio se observaba a un grupo de personas que desde hace dos días no habían podido llegar a sus viviendas; estas personas huyeron, pues temían el impacto de una bala o un golpe de los distintos objetos contundentes que se lanzaban en el enfrentamiento.
Mujeres con niños que no superan un año de edad, personas con distintas condiciones de discapacidad y hasta mujeres embarazadas fueron los protagonistas de esa 'guerra' entre ‘los de Abajo’ y ‘los de la 40’.
Entre las 59 familias que tuvieron que desplazarse de la zona se encuentra la de Josefa*, una mujer con cuatro hijos, tres de ellos menores, y quien desde hace cinco años reside en el sector catalogó como 'campo de guerra' la situación.
Dice la mujer que todo comenzó el pasado domingo, cuando se registró el crimen de un joven en medio de uno de los enfrentamientos que estos sostenían habitualmente, el pasado domingo.
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'Después del domingo todo fue más horrible porque ‘los de la 40’ llegaron hasta todas las viviendas de acá como represalia del hombre que habían matado. Ellos decían que todos teníamos que pagar esa muerte y fue cuando desde la parte alta del barrio, donde está la línea imaginaria, comenzaron a tirar piedras y a hacer disparos contra las viviendas como si todos tuviéramos la culpa de sus diferencias. Los del barrio también respondían con piedras y con balas', dijo la mujer mientras llegaba a su vivienda elaborada con tablas para revisar que no le estuvieran saqueando lo poco que tenía.
Otra habitante del sector aseguró que fueron alrededor de 20 minutos de fuego y objetos contundentes los que provocaron que varias de las familias salieran de forma inmediata.
'A esos grupos pertenecen muchos jóvenes, ellos venden droga y cometen todo tipo de actos ilícitos. El martes en la madrugada todo fue horrible nuevamente porque nos levantaron el sonido de las balas y piedras que caían en el techo', relató la mujer.
De igual forma señaló que su hijo de un año y ocho meses por poco fue alcanzado por una bala. 'Nosotros estábamos acostados, cuando escuchamos las balas y las piedras. Como pudimos abrimos la puerta para salir y una de las balas entró. En ese momento, yo salí con mis hijos de la casa porque la estaban atacando a piedras'.
Más tranquila por la presencia de la Policía, la afectada cuenta que desde el mediodía del martes no se han registrado más enfrentamientos. 'Nosotros solo pedimos que no nos olviden y que los patrullajes sean permanentes con el fin de evitar que esta situación se vuelva a registrar'.
Vigilancia policial 24 horas
El coronel Jhon Sepúlveda, subcomandante de la Policía de Barranquilla, en diálogo con EL HERALDO dio a conocer todo el trabajo que han venido realizando en la zona desde el momento que tuvieron conocimiento del caso.
'Apenas tuvimos conocimiento activamos la ruta de atención, donde policialmente vamos junto con Derechos Humanos de la Policía y también tuvimos una reacción preventiva y operativa junto con el Distrito. Allá también estaba Defensoría del Pueblo que había llegado desde minutos antes', precisó el oficial.
Añadió que vienen realizando labores de inteligencia para identificar plenamente a los responsables de estos enfrentamientos.
'Nosotros tenemos un trabajo de identificación con varias bandas, pero no solo ahí sino en toda la jurisdicción y está haciendo parte de las cápsulas operativas con el fin de evitar una estructura como tal', puntualizó.
Según el oficial, la zona tendrá vigilancia permanente hasta nueva orden.
