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Ariel Herrera Padilla, quien conducía el bus siniestrado en la vía Tubará el pasado 2 de julio, ya salió de la unidad de cuidados intensivos (UCI) de la Clínica Vidacoop. Había ingresado en la mencionada fecha con un trauma craneoencefálico moderado y lesiones en extremidades inferiores y superiores.

Herrera Padilla fue uno de los 38 heridos durante el accidente de tránsito en el que murieron tres personas. Las víctimas salieron de Rebolo a las 11:45 de la mañana con destino a la fina La Esperanza en Piojó, donde festejarían el bautizó de una niña.

Salud en mejoría

Ariel ingresó a la Vidacoop con un trauma craneoencefálico moderado, depresión neurológica, alteración del estado de consciencia, por lo que fue necesario que lo intubaran y aplicaran ventilación mecánica.

Estuvo en UCI durante 48 horas, en las que le hicieron seguimiento de neurocirugía, trauma cerrado de tórax y heridas en tejidos blandos.

Según una fuente con información del caso, la herida más importante que sufrió Ariel está ubicada en la región parietal izquierda, donde presentó una lesión vascular que debió ser intervenida con rotación de piel.

El conductor también superó una etapa de desorientación postraumática. Ahora permanece hospitalizado, pero con una mejoría notable, solo en supervisión de heridas en tejidos blandos.

Las autoridades no se han entrevistado con el conductor esperando que supere los episodios postraumáticas. Cuando consideren que la mejora del lesionado haya sido suficiente, continuarán con el proceso investigativo del caso y entender a fondo qué sucedió y por qué tomó las decisiones que según las víctimas del accidente tomó.

El resto de las víctimas aún esperan que haya un pronunciamiento por parte de la empresa de transportes dueña del bus para resolver las secuelas que presentan a causa del accidente que aún necesitan de atención médica.