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Un año después de haber sido diagnosticada con cáncer de mama, Paulina Ceballos, esposa del presentador Carlos Calero, decidió abrir su corazón con un mensaje reflexionando sobre lo que ella y sus allegados han tenido que atravesar en los últimos doce meses. Con palabras serenas, pero profundas, revivió ese punto de quiebre que, según ella misma expresó, “sacudió mi alma… pero también aumentó mi fe”.

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La noticia de su enfermedad llegó en junio de 2023. Desde entonces, su vida dio un giro completo, no solo en lo físico, sino también en lo espiritual. A lo largo de estos meses, Paulina ha compartido fragmentos de su proceso, siempre con un tono honesto, lleno de luz y confianza en Dios. Pero fue en esta nueva publicación donde relató, con más detalle, cómo vivió ese momento y cómo ha sido el camino desde entonces.

“Hoy celebro la vida, la esperanza y el milagro de seguir de pie”, escribió al iniciar su mensaje, en el que además destacó que enfrentó la noticia aferrada a su fe: “Lo recibí con la tranquilidad de tener a Dios en mi corazón, lo procesé con fe y con el amor infinito de mi familia y amigos que me sostuvieron y me arroparon, cuando el cuerpo ya no podía”.

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La espiritualidad ha sido uno de los pilares durante su proceso. “Dios y la Virgencita me han acompañado en cada paso y en ellos también ha estado Su amor reflejado en los míos”, expresó, haciendo énfasis en cómo el respaldo de su círculo más cercano le dio fuerzas en los momentos más difíciles.

Uno de los episodios que más la marcó ocurrió lejos de casa. En medio de su tratamiento, visitó la ciudad italiana de Milán, —misma que se logra apreciar en el video que compartió junto con el mensaje en cuestión— experiencia que describe no solo como un viaje turístico, sino como un bálsamo para el alma.

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“Ese día conocí una ciudad que me enamoró, Milán, cuna de la moda, el diseño y la elegancia. Una ciudad que respira historia con su imponente Duomo, vibra con arte en La Última Cena de Da Vinci y late con estilo en cada esquina”, escribió. Más allá de la belleza arquitectónica, para ella fue un momento de renovación espiritual: “Milán no solo se visita, se vive”.

Su publicación concluyó con una reflexión en la que se enfocó más que todo en resaltar el aprendizaje que obtuvo a lo largo del año: “Y así sigo con mi alma llena de gratitud por cada día, por el milagro de la vida. Ha pasado un año y mi corazón está en paz, con la tranquilidad que sigo sintiendo en mi alma, porque los planes de Dios siempre van a ser mejores que los nuestros y siempre su voluntad será buena, agradable y perfecta. Gracias, gracias, gracias”.

Las reacciones a su publicación no se hicieron esperar. Decenas de seguidores, amigos y figuras públicas le expresaron su admiración y respaldo. “Qué sigan los milagros”, “tú eres vida, tú eres luz, tú eres bella” y “qué fortaleza tan hermosa y qué fe tan grande” fueron algunos de los mensajes más destacados.