Desde su arribo a Barranquilla -la pasada tarde del lunes- la familia Piqué Mebarak ha mantenido paralizada a la ciudad. Es la primera vez que Shakira visita su tierra natal con su esposo, el futbolista Gerard Piqué, y sus dos hijos Milan y Sasha. Y ayer fue el día elegido para conocerla.
En horas de la mañana se abrieron las puertas del edificio Bellagio –ubicado en la carrera 56 con calle 79, frente al parque Rosado–, donde viven los padres de la barranquillera y donde se aloja con su familia, para comenzar el primer paseo que tendrían los pequeños por la ciudad.
Luego de recoger a sus abuelos, Montserrat Bernabeu y Joan Piqué (padres del jugador), en el hotel Four Points donde se encuentran hospedados, los niños de 3 y 1 año de edad fueron a jugar en un parque al norte de Barranquilla. Acompañado de su tío, Milan manejó monopatín alrededor del parque, mientras Sasha era mecido en un columpio por sus abuelos.

Menos de una hora estuvieron divirtiéndose en los juegos antes de regresar a su casa en tres camionetas polarizadas y escoltadas, encabezadas por Tonino Mebarak, hermano de la cantante, quien dijo a los medios que se encontraban cerca que sería el último día de juegos de los niños en la ciudad.
Visita colegial

Como se ha vuelto costumbre, Shakira no podía regresar a Barcelona sin saludar a las hermanas que la vieron creer y la formaron en el Colegio La Enseñanza, donde culminó su bachillerato. La última vez que estuvo en la institución fue a principios de este año durante las grabaciones del videoclip de La bicicleta, que rodó junto a su colega, el samario Carlos Vives.
Esta vez la cantante barranquillera llevó a toda su familia a los salones donde dio clases desde pequeña. Junto a Piqué, Milan y Sasha, la autora de Chantaje llegó vestida de un enterizo gris a la calle 86 con 53, y saludó de un fuerte abrazo a las directivas de la institución. La visita se extendió por más de una hora.
Pese a que un pequeño grupo de admiradores que pasaban por el lugar esperaron a su salida, no pudieron saludarla, pues salieron en las camionetas polarizadas nuevamente al edificio Bellagio.
Navegando el río

Ya pasado el mediodía las camionetas que transportan a los invitados insignes de la ciudad partieron con destino a la zona franca. Entraron al Puerto de Barranquilla sin regreso. Más tarde se supo que Shakira, Piqué y los padres de este dieron un paseo en yate por el río Magdalena.
Así lo dejó saber el número tres del FC Barcelona al publicar en su cuenta de Instagram una foto donde aparecen los cuatro con el puente Pumarejo de fondo. Navegando hicieron una parada en el restaurante Río Grande, en la Vía 40, donde almorzaron, según cuentan testigos.
En el lugar, tanto la artista como el deportista saludaron y se tomaron selfis con los comensales. Piqué, incluso, firmó la camiseta del Barcelona de un hincha, el pequeño Samuel Puello Caballero.
Pasado el alboroto se ubicaron en el segundo piso del restaurante, que tenían reservado. Ahí comenzó un banquete por la comida de mar típica del Caribe colombiano, que comenzó con un frío jugo de corozo, del cual repitió el futbolista. En el menú de los famosos había arroz de chipi chipi, arroz de camarón, pardo, róbalo al ajillo y una picada de corvina.
Shakira -cuentan camareros de Río Grande- pidió hasta el cucayo del arroz de camarón, al parecer el preferido de su esposo. 'Repitieron arroz; en general, les gustó mucho la comida. Con tantos restaurantes que hay en esta zona y vinieron acá, fue un privilegio atenderlos', expresó una fuente.
Antes de su llegada a Colombia, las vacaciones de los Piqué Mebarak comenzaron en Miami, donde celebraron la Navidad. Aunque mucho se había especulado, la intérprete no logró estar en su ciudad para el cumpleaños de su madre, Nidia Ripoll, que fue el pasado 25 de diciembre. Ahora, los rumores dicen que los famosos pasaran Año Nuevo en Cartagena, a la que partirían este miércoles.





















