Más allá de todo el reconocimiento que la sociedad colombiana y la academia le han dado en 75 años de vida, el economista barranquillero Salomón Kalmanovitz no fue capaz de ocultar ayer la particular emoción al recibir el Doctorado Honoris Causa en Economía de la Universidad del Norte, un centro académico de su 'terruño' que le genera 'el mayor afecto', según expresó.
El evento tuvo lugar en el auditorio de la institución académica y el reconocimiento fue entregado por el rector de la Uninorte Adolfo Meisel y Antonio Celia, vicepresidente de consejo directivo.
Meisel, que dijo que Kalmanovitz 'contribuyó al debate intelectual del país', además recordó el momento en el que el economista fue escogido como codirector del Banco de la República.
Explicó que tras el retiro de Carlos Ossa, recientemente fallecido, le informaron al presidente César Gaviria que Kalmanovitz estaba entre los candidatos, 'pero que era marxista, judío y costeño. Igualmente le gustó el perfil y lo nombró'.
En su discurso, Kalmanovitz recordó con nostalgia, los relatos de cómo su padre en los años 30 montó una cacharrería en la alle de las Vacas (calle 30), cerca del mercado público donde atendía a comerciantes de los grandes pueblos de los departamentos de Bolívar y Magdalena; y con gran esfuerzo sostuvo a su familia a quienes les llevaba naranjas y aguacates que adquiría una vez finalizaba la jornada de trabajo. 'Nosotros íbamos a Puerto Colombia a comer mojarra y huevas de pescado. Mi padre decía que aquellos eran frutos del paraíso', contó.
Por aquellos años, recordó Kalmanovitz, la comunidad judía en Barranquilla era relativamente numerosa y próspera por los negocios y esfuerzos diarios, algo que –según dijo– se fue desvaneciendo en los años 70 por el rezago de la Costa Caribe y el conflicto que la diezmó a tal punto de que hoy en día 'a duras penas unas pocas familias asisten a la sinagoga y al colegio Hebreo'.
Dijo que un hecho que lo marcó muy fuertemente en aquellos tiempos ocurrió el 9 de abril de 1948, cuando la turba enardecida por los acontecimientos ocurridos en Bogotá por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, prendió fuego a la cacharrería de su padre, con quien tuvo que trabajar para recuperar la parte de la mercancía salvada.
El ilustre homenajeado recordó su paso por el Colegio Americano para Varones desde el año 1953 (único que aceptaba miembros de la comunidad judía), una institución de presbiterianos, el cual le dio una visión crítica de la sociedad colombiana y fue en el que tuvo sus primeras inquietudes por la historia y la investigación, de la mano del profesor Augusto Libreros, quien les contaba a los alumnos de la época sobre los acontecimientos del conflicto de los años 50 y sobre el asesinato de Gaitán.
Kalmanovtiz relató su paso de una familia estrictamente religiosa apegada a las costumbres del judaísmo a convertirse en un librepensador que se identificaba con ideas de izquierda influenciado por los movimientos de los años 60 en Estados Unidos donde estudió para luego consolidar en Colombia, a comienzos de los 70 su militancia en el trotskismo. Su pensamiento posteriormente, según sus propias palabras se volvió más 'universal'.





















