
Hoy, hace tres años, Álex Therán (Barranquilla 1990) empezó su camino por el boxeo olímpico. El seleccionador nacional Jesús Martínez lo llamó para conformar el equipo que disputaría la dos últimas paradas eliminatorias para los Juegos Olímpicos de 2008 en Trinidad y Tobago y Guatemala.
La invitación, en su momento, fue una sorpresa por su juventud. Venía de ser campeón nacional junior, con 17 años, en los 69 kilos, y sumaba a un grupo élite encabezado por los vallecaucanos Jonathan Romero y Óscar Rivas y los antioqueños Darley Pérez y Eleider Álvarez. Éstos al final clasificaron a la Olimpiada, y Martínez se llenó de motivos para tener en cuenta el talento de Therán, criado en las calles del barrio San Roque y el club Promesas de mi barrio.
El físico de Álex: brazos largos y fuertes, movilidad en el ensogado, ayudaron a su evolución técnica y vertiginosa. Jesús Martínez destacaba su pegada rápida y la actitud agresiva para buscar al rival. Pero le faltaba experiencia y aumentar masa muscular.
El hambre y deseo de seguir el proceso olímpico se mantuvo hasta marzo del año pasado en los Juegos Suramericanos de Medellín donde fue segundo en los 75 kilos. Therán había alcanzado un reconocimiento con su medalla de oro en los Juegos Nacionales 2008, medalla de plata en el Panamericano de México 2009, una participación en un campamento para promesas mundiales en Italia y su participación en el Mundial de Milán. Los informes de la Fedebox al Comité Olímpico Colombiano lo proyectaron como candidato para ir a las Olimpiadas de Londres 2012. Pero los cantos de sirena del profesionalismo estuvieron a un punto de borrar el pronóstico. Firmó por una empresa de Estados Unidos con el sueño de ganar más dinero, la visa para entrenar en el exterior no llegó, nació su primer hijo y las exigencias económicas aumentaron. Se apartó de los gimnasios, subió de peso y las dudas de regresar al estilo olímpico, le confundieron más.
Jesús Martínez insistió en darle una oportunidad y, con el respaldo de la Fedebox y los consejos del ex campeón mundial Carlos Támara, recuperó la confianza.
Después de dos llamados, el año pasado para volver, se presentó hace ocho días a la concentración en Bogotá, en el Centro de Alto Rendimiento. Pasó los exámenes médicos y Jesús Martínez lo ha recibido con los brazos abiertos, pero le advirtió que no tiene nada garantizado. “La tendrá difícil”, afirmó ayer el seleccionador. “Está mejor de peso (78 kilos), pero le costará volver a las cargas de entrenamiento”.
Entrenan en Bogotá
Los púgiles convocados son Ceiber Ávila y Alex Contreras (49 kilos), Jeison Vargas y Óscar Negrete (52), César Millán (60), Haider Hernández y Miguel
Escandón (64), Óscar Torres, Leonard Carrillo y Jorge Vivas (69), Álex Teherán y Carlos Galván (75), y Juan Carlos Carrillo y Jeison Monroy en 81 kg.
Por Nilson Romo Mendoza