Para enfrentar a la selección de Argentina, campeona del mundo y líder de la Eliminatoria, Colombia debía incorporar a su diseño táctico, a su idea futbolística, una actitud con mucha templanza, un rigor físico elevado y una agresiva y disciplinada organización. Y así lo hizo.
Jugó como debe jugarse este tipo de partidos: sin complejos, con determinación y firmeza. Con orden agresivo en fase defensiva y atrevimiento y decisión para atacar. Al menos hasta la expulsión de Enzo Fernández.
Entre ese momento y el gol del empate de argentina, se dedicó más a pensar en cuidar el resultado y se olvidó de jugar, aún teniendo la ventaja numérica (11 vs. 10), y el mensaje del entrenador al enviar al terreno a Arias y a Carrascal, dos jugadores de perfil ofensivo. Fue el lapso más conservador y sin atrevimiento y desdobles ofensivos.
Pero, durante la mayor parte del trámite del juego, la presencia de tres mediocampistas (Lerma, Castaño y Ríos) que prestan su voluntad al sacrificio de la recuperación y al tiempo poseen una correcta técnica y lectura de juego para aportar en la posesión del balón y progresión de la jugada, fue fundamental en ese equilibrio y consistencia que identificaron el funcionamiento.
Y, sobre todo, fue la categoría y valentía de Luis Díaz en el frente de ataque el factor diferencial. Contra esta Argentina, de visitante, era muy probable que los ataques de Colombia muchas veces no iban a ser con compañías cercanas entonces se necesitaba un delantero con el carácter, la calidad y capacidad de desequilibrio para auto gestionarse las jugadas (capaz de ‘rebuscarsela’ él solo), y ese es, sin dudas, Lucho Díaz.
El gol, su gol, fue una magnífica aventura individual: condujo con clase y armonía el balón 50 metros, para invadirles el área a los argentinos, desairar a 4 de sus defensores y luego, con asombrosa frialdad, como si estuviera en una ‘recochita’ en su Barrancas natal, definió a un costado del arco del ‘Dibu’ Martínez.
Salió airosa Colombia, reforzada anímicamente del desafío ante el campeón mundial. En septiembre la espera el último escollo hacia la clasificación.