Luego de tres días apilando sacos y tablas para contener las inundaciones, el alcalde de Lorica, Jorge Negrete López, reiteró su llamado a las autoridades nacionales de invertir en soluciones definitivas a esta problemática.
'La erosión en el río Sinú no solo afecta en la zona Costera, también agobia a los municipios que estamos a lo largo de la cuenca, y necesitamos encontrar soluciones definitivas, porque no podemos esperar al invierno para estar llamando a la Unidad de Riesgo para que nos envíe ayudas paliativas', señaló.
Con la ayuda de maquinaria pesada, las autoridades locales y los habitantes de la zona han improvisado muros de tabla y sacos de arena, pero aseguran que es cuestión del tiempo para que las aguas rompan por ese mismo sitio o por cualquier punto crítico.
'Se requieren estudios serios que nos arrojen cuáles son las inversiones que se deben hacer', sostuvo Negrete López.
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Por su parte el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez Mora, manifestó que 'necesitamos la ayuda del Gobierno nacional para frenar la crisis de las inundaciones en el departamento'.
Este miércoles 25 de agosto el mandatario sostuvo que se han identificado más de 200 puntos críticos en el río Sinú y 90 zonas vulnerables en la cuenca del río San Jorge. Ambos en alerta roja, debido a las constantes lluvias.
'Son obras que ameritan una inversión estructural muy grande que superan las finanzas departamentales, y de los municipios, el Gobierno nacional lo sabe, conoce esta situación y la historia nos lo ha recreado', añadió el mandatario departamental.
Desde el Palacio de Naín se pidió a los alcaldes mantener los procesos de mitigación del riesgo ante la amenaza constante de las lluvias.
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'La Unidad Nacional de Mitigación del Riesgo se ha destinado $100 mil de pesos para atender la situación, es una inversión importante, pero no es suficiente para solucionar toda la problemática', dijo.
Hasta la fecha la temporada de lluvias deja un total de 19 municipios declarados en calamidad pública, cerca de 10 mil personas damnificadas en todo el departamento, centenares de hectáreas de cultivo y cabezas de ganado se han perdido por causa de las crecientes.
En Córdoba las mayores afectaciones por crecientes se concentran en Lorica, en los puntos Sarandelo, aún abierta en un 40%; y en Palo de Agua, que logró ser cerrada con sacos de arenas y tablas. Entre tanto en la capital cordobesa las afectaciones han sido reportadas en el sector Zarabanda y en algunas zonas rurales. De igual manera en Cereté y San Pelayo.
