Compartir:

No hay trucos ni varitas mágicas. Lo que hay detrás de cada mundo que crea Iván Acevedo Velásquez es trabajo, intuición, empatía y una obsesión por el detalle. Su apuesta es emocional: diseñar espacios donde las familias vivan algo que dure más que una tarde.

“Cuando creamos, no pensamos en lo bonito. Pensamos en cómo se va a sentir la gente, qué historia contarán después”, afirma. Estudió Negocios Internacionales en la Universidad del Norte, nació en Bogotá pero vive hace 25 años en Barranquilla, es un creativo por naturaleza, Iván fundó hace ocho años Eurema Producciones con una certeza: el entretenimiento puede ser transformador.

Junto a su equipo ha concebido experiencias que hoy son tradición. Jumpingland un parque inflable temático; Standaland, un parque temático navideño donde cada diciembre se reúnen miles de familias. “Hay niños que llegaron de brazos y ahora caminan con sus hermanitos. Hemos crecido juntos”, cuenta con orgullo.

Nada de eso ha sido improvisado. Detrás hay conocimientos de producción, escenografía, gerencia y hasta psicología del consumidor. “Cada sonido, textura e interacción busca detonar una emoción. No montamos decorados: creamos universos”, resume.

El campo llega a la ciudad

En 2023, Eurema trajo a Barranquilla por segunda vez Panaca Viajero, una versión itinerante del parque temático del Quindío. La propuesta fue un éxito rotundo: más de 35.000 asistentes en su primera edición. En 2025 regresa con expectativas aún mayores: 42.000 visitantes, más de 100 personas en producción, nuevas atracciones educativas, animales del campo y hasta un cerdódromo para presenciar carreras de cerdos. Todo diseñado para generar conexión con la naturaleza.“Mostramos cómo ordeñar una vaca o cultivar. Esto es educación emocional y vivencial”, explica Iván.

Una visión que crece

Más allá de los eventos, Iván trabaja por consolidar marcas con identidad, impacto y capacidad de réplica. Santaland ya está lista para viajar por Colombia, y proyecta visitar con este evento países como Panamá, Ecuador y República Dominicana. “Nuestros espacios reconectan a las familias. Eso tiene valor en cualquier lugar”, dice.

También sueña con un centro permanente de experiencias familiares en Barranquilla: una mezcla entre parque, museo y laboratorio creativo. Y su siguiente gran proyecto va por ese camino: traer una muestra de Maloka, el museo de ciencia y tecnología, con una apuesta envolvente. “La ciencia también puede emocionar. No todo es fantasía: también se puede soñar desde la razón”.

Aunque su visión es ambiciosa, Iván no pierde la humildad. Agradece a su equipo, proveedores y al público. “Esto no lo hago solo. Nos han dado licencia para soñar con ellos”.

Aura producciones

El valor de imaginar

Más que un empresario, Iván Acevedo es un diseñador de momentos. Alguien que cree que el entretenimiento une, educa y emociona. Que la magia no siempre está lejos, y que las ciudades necesitan razones para celebrar lo cotidiano.

“Queremos que las familias recuerden que aquí también hay experiencias que valen la pena. A veces soñamos con Disney, cuando la magia puede estar a 15 minutos de casa”.

Y cuando lo dice, uno lo cree. Porque quienes imaginan con fuerza, terminan haciendo que esos mundos existan.