Las autoridades del país, a través de sus investigaciones, descubrieron una red de pedofilia que estaría explotando a menores de edad ofreciendo servicios sexuales a extranjeros. Timothy Alan Livingston sería uno de sus clientes.
Así lo dio a conocer el coronel Edwin Urrego, director de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL, Dijín, en medio de las pesquisas que se adelantan, en Colombia y Estados Unidos, contra dos extranjeros acusados de explotar sexualmente a menores en el país.
El alto oficial se refiere a Timothy Alan, sorprendido con dos niñas en un hotel en Medellín, y a Stefan Andrés Correa, capturado recientemente en un aeropuerto de Miami cuando pretendía viajar a la capital de Antioquia donde ya habría contactado a un proxeneta para abusar de menores. Los dos norteamericanos habrían sido clientes de la misma red de pedofilia.
'Lo que tenemos conocimiento y por lo cual entramos a deducir que fue utilizada la misma red es porque hicieron uso de las mismas víctimas. Las mismas víctimas fueron abusadas por cada uno de ellos en diferentes situaciones', reveló el director de la Dijín.
El coronel Urrego indicó que la red de proxenetismo está siendo liderada por ciudadanos colombianos y los ciudadanos extranjeros eran principalmente a quienes les ofrecían a las menores como carne de cañón.
Stefan Correa, el otro indiciado
Fue tan solo minutos antes de abordar el avión que el ciudadano estadounidense Stefan Andrés Correa fue capturado por el Departamento de Justicia de su país. El norteamericano se diría de Miami a Bogotá y su destino final era la ciudad de Medellín.
'Se descubrieron nueve teléfonos celulares en posesión de Correa que contenían videos de él teniendo relaciones sexuales con supuestos niños menores, así como un intercambio de chat con un presunto traficante sexual, donde Correa supuestamente pagó por sexo comercial con niños de entre 10 a 12 años en Colombia', mencionó el Departamento de Justicia de EE. UU.
Las autoridades de ese país ya le seguían el rastro al farmaceuta que levantó sospechas por los frecuentes viajes que hizo a Colombia. Correa entró al país en por lo menos 45 ocasiones en menos de dos años.



















