El acoso hacia las mujeres en Colombia no cesa. De hecho, hoy en día parece más bien que este ha evolucionado y ha pasado de solo darse en las calles a presentarse también en las pantallas, mediante las cuales puede producirse por parte de cualquiera, hacia quien sea, a cualquier hora, y desde cualquier sitio llegar hasta cualquier otro lugar.
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Así lo demuestra la denuncia pública de acoso más reciente que se presentó en el país.
Se trata del caso de Tatiana Sanabria, una periodista de ‘CityTV’ que expuso a través de sus redes sociales el momento de acoso que tuvo que vivir mientras se encontraba en su hogar, por parte de un domiciliario de pizza que comenzó a escribirle por WhatsApp para hacerle varias insinuaciones.
Al parecer, según dio a conocer la mujer, en un acto que claramente dejó entrever su visible falta de ética profesional, el trabajador habría decidido tomar su número de contacto, que ella había facilitado al local de pizzas en cuestión, para comunicarse con ella y proponer 'hacerle compañía'.
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'Ya uno no se puede comprar algo en paz', manifestó la mujer notoriamente enfadada por lo que le ocurrió. 'Nunca me gusta dar mi número, menos para facturación, porque se la pasan enviando mensajes promocionales. Pero esto ya es muy pasado', agregó.
De acuerdo con lo que relató Sanabria, ella había decidido pedir una pizza y, únicamente con la finalidad de monitorear su pedido, brindó su número personal de teléfono al vendedor. Sin embargo, parece ser que al trabajador al que le correspondía la labor de entregar el domicilio le pareció buena idea tomar el contacto de la mujer, para fines que nada tenían que ver con la orden en cuestión.
'Hola, Tatiana ¿te gustó la pizza?', fue el mensaje que le envió el desconocido a Sanabria a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp.
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'¿Con quién hablo?', respondió ella. 'Espero no te moleste, pero tomé tu número del pedido. En tu llamada escuché que comerías la pizza sola. ¿Ya la acabaste? ¿Quieres que te acompañe?', dicen los tres mensajes que prosiguen.
Cabe resaltar en este punto que, si bien algunos usuarios catalogaron este tipo de acoso como 'sutil', es necesario recordar que los datos que la periodista facilitó (nombre, contacto y dirección domiciliaria) no estaban destinados para que se les diera ese uso; por lo cual, según afirmaron algunos seguidores de la mujer a través de comentarios en la publicación, teniendo en cuenta el atrevimiento del hombre y lo delicado de la información que la mujer dio, el caso pudo haber escalado.
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'Si tuvo semejante atrevimiento es un acosador en potencia, y de ahí para adelante todo lo malo que se le pueda ocurrir. Debería denunciar públicamente con el nombre del restaurante y demás para evitar normalizar esos comportamientos', manifestó un usuario.
'El día de mañana solo porque no quiso convidarle y compartir pizza con el 'enamorado' es capaz de conseguirse su dirección, llegarle allá y bueno… Suena a serie de Netflix pero peores cosas se han visto en la vida real', agregó.
