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En una de las salas de velación de la funeraria Ecce Homo de Valledupar permanecía el cuerpo del infante de marina profesional José Daniel Álvarez López, de 20 años y oriundo de esta capital, que murió durante una operación militar en el sector de San Joaquín, Bajo Calima, en la zona rural del Distrito de Buenaventura, luego de un ataque con drones atribuido a las disidencias de las Farc, el pasado 30 de agosto.

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Durante la velación del militar sus familiares se mostraron destrozados por la inesperada pérdida. Su madre Aljadis López lo describió como un joven amoroso con todos, en especial con su abuela y hermana. La última vez que tuvieron comunicación con él fue el sábado en horas de la mañana, cuando dijo que se encontraba bien.

Horas después su progenitora recibió una llamada en la que le comunicaban que se había presentado una situación violenta en la que resultaron varios heridos y que su hijo estaba en muy malas condiciones. Luego le dieron la fatal noticia de que había fallecido.

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“Lo crié como madre soltera junto a mi madre, era un niño con buenos principios y la circunstancia de la vida y la violencia de este país me lo arrebataron. Quería ser abogado y estaba buscando ese sueño. Les pido a todos que haya paz y que no caigan más inocentes”, dijo Aljadis López.

Finalmente, el cuerpo fue sepultado en jardines de Ecce Homo, en horas de la tarde de este martes 2 de septiembre.