La muerte por envenenamiento de dos menores de edad de la etnia yukpa habría generado la reacción violenta de familiares de las víctimas, que la madrugada del domingo llegaron hasta una finca en Codazzi e incineraron la propiedad y atacaron con machete a los empleados y al ganado.
De acuerdo con las denuncias de las autoridades yukpa, una niña y un niño de seis y tres años, respectivamente, habrían ingerido agua de un río usando un recipiente de herbicida que supuestamente fue dejado por los trabajadores de la finca en el corregimiento de Casacará. Según los indígenas, esta situación produjo el deceso de los menores.
Los niños que estaban acompañados por sus padres salieron el pasado 14 de diciembre del resguardo Iroka, en la Serranía del Perijá, jurisdicción de Codazzi, hasta la cuenca hidrográfica del río en Casacará, más concretamente a la ladera de la finca El Once, ubicada en la vereda del mismo nombre.
'Nuestros hermanos bajaron a pescar y a cazar a la orilla de los ríos, y por mala utilización de los herbicidas y venenos que tienen los campesinos dejaron los frascos a la orilla del río que está en la finca y los niños cogieron los frascos, echaron agua y tomaron', dijo Esneda Saavedra Restrepo, gobernadora del cabildo del Resguardo Sokorpa, en Becerril del Campo, Serranía del Perijá.
Tras el fallecimiento de los niños yukpa, la familia penetró el predio atacando con piedras y flechas a los trabajadores que salieron corriendo para evitar ser víctimas del ataque. No obstante, uno de ellos resultó lesionado con flechazos en el pecho y un brazo.
'Esto hace que los papás reaccionaran por ver a sus niños muertos, arremetieron en la casa y la quemaron, pero le queremos decir a los dueños de esa propiedad que eso se recupera, pero para el pueblo yukpa nunca vamos a recuperar a nuestros niños', sostuvo Esneda Saavedra.




















