El Heraldo
Miguel Ángel Ávila junto a la edificación que se construye en El Laguito.
Bolívar

Balde con cemento le cayó a obrero en la cabeza desde el piso 35 y lo mató

El fallecido tenía poco más de un mes de estar trabajando en la construcción y se dedicaba junto a su suegro a estucar y pintar la fachada del edificio que tendrá 44 pisos.

Un joven de 21 años murió la tarde de este jueves tras caerle un balde lleno de mezcla de cemento en la cabeza, mientras laboraba en un edificio en construcción en El Laguito, Cartagena.

El hecho que se registró a las 3:30 de la tarde cuando la víctima identificada como Miguel Ángel Ávila Álvarez, de 21 años y oriundo de Venezuela, se encontraba junto a su suegro Andrés Miranda. Ambos estaban en un andamio colgante en el piso 12 del edificio Palmetto Sunset, y se disponían a subir unos andamios armables hasta la planta 35 que es más alto de la edificación hasta el momento.

Miranda expresó que estaban de espaldas uno del otro, porque estaban subiendo el andamio, cuando de repente se escuchó el estruendo. “Cuando yo sentí el golpe, voltee a mirar detrás de mí y me encontré con que Miguel Ángel estaba sentado con la cabeza gacha”, expresó.

“Inmediatamente me acerqué a él y me di cuenta de que le había caído el balde lleno de cemento en la cabeza. El golpe fue tan fuerte que además de partirle el casco, le reventó la cabeza”, dijo el suegro de la víctima.

Tras lo sucedido, Miranda solicitó ayuda a sus compañeros, quienes de inmediato lograron bajar a Ávila Álvarez para llevarlo hasta el nuevo Hospital de Bocagrande. “Durante el camino hasta el centro asistencial, uno de los encargados de la seguridad en la construcción, trató de realizarle los primeros auxilios mientras era trasladado en una camioneta, pero él no respondía, por lo que creemos que llegó sin signos vitales”, añadió el doliente.

Aunque se conoce que lo que acabó con la vida de Miguel Ángel fue un balde lleno de cemento que le cayó en la cabeza, las autoridades están investigando qué fue lo que realmente sucedió, pues Miranda manifestó que el recipiente no tenía ninguna cuerda, lo que genera la hipótesis de que alguno de los empleados que se encontraba en el piso 35, pudo haber tropezado el balde, provocando el infortunado suceso.

Miguel Ángel Ávila vivía en el corregimiento de la Boquilla, en la Calle 3 junto a su compañera, con la que tenía 13 meses de estar en Cartagena luego de llegar de Venezuela, donde se desempeñaba como albañil. El fallecido tenía poco más de un mes de estar trabajando en la construcción y se dedicaba junto a su suegro a estucar y pintar la fachada del edificio que tendrá 44 pisos. 

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