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De las experiencias se aprende y esto lo tienen claro las autoridades marítimas de la ciudad tras el siniestro en el que zozobró la embarcación Gente de Mar III, entre las islas Periquito y Grande, accidente en el que desapareció en el mar la turista ecuatoriana Elsa Marina Izurieta.

La búsqueda de la mujer de 63 años continúa. En ella participa personal del Cuerpo de Guardacostas y utilizan ayudas tecnológicas como un escáner o sonar de barrido lateral.

Nueve días después de lo ocurrido –miércoles 21 de diciembre– EL HERALDO observó que en el muelle de La Bodeguita hay intensos controles de parte de la Capitanía de Puerto para autorizar el zarpe de las embarcaciones que salen a la zona insular cartagenera.

Los salvavidas están ubicados en cada una de las sillas y los más pequeños cuelgan en las lanchas en caso de que se necesiten. Incluso, una empleada del Parque Islas del Rosario le advierte a los visitantes que tengan en cuenta que viajará a una zona protegida y les pide encarecidamente que no arrojen basura.

Los pilotos de las lanchas también toman la vocería para pedirles a los viajeros que vayan sentados. Una vez todo está listo en las embarcaciones, un funcionario de Capitanía de Puerto toma nota del zarpe y apunta en unos formatos la hora de salida, de 8:30 a 9:00 a.m.

Fotos archivo EL HERALDO

Siguen investigando

El comandante de la Capitanía de Puerto, capitán Julio César Poveda Ortega, explicó que tras el siniestro de la lancha las investigaciones continúan y dice que avanzan por buen camino.

El oficial precisó que trabajan con base en los testimonios de la tripulación y de varias turistas que viajaban en la embarcación. Las versiones han permitido recaudar evidencias para establecer sobre quién recae la responsabilidad de este hecho, en el que la motonave terminó en el fondo del mar.

Testimonios de una pareja de australianos les han permitido a las autoridades encausar la investigación por posibles afectaciones en el motor, pues, según los extranjeros, desde que salieron del muelle sintieron un ruido extraño. Los turistas fueron los primeros en lanzarse al agua una vez se apagó la embarcación y antes de que una ola la volteara. En la embarcación viajaban 41 personas, 39 de ellas turistas y dos tripulantes.

Búsqueda no cesa

El comandante del Cuerpo de Guardacostas, capitán Jorge Herrera, sostuvo que las labores de búsqueda la ecuatoriana Izurieta no cesan. Las extendieron por cerca de 25 días más.

Explicó que continúan utilizando el escáner de barrido lateral o Side-scan Sonar para realizar levantamientos hidrográficos del fondo del mar. Este aparato ha sido sumergido hasta los 50 metros de profundidad para evitar que golpee el fondo del mar y pueda perderse.

El objetivo es ubicar la lancha para luego enviar buzos que puedan observar en el interior y determinar si la turista, que llevaba puesto chaleco salvavidas de acuerdo con el testimonio que dio su hijastra Estafanía Marchán a mediados de esta semana, quedó atrapada en el interior y fue arrastrada a la profundidad.

La búsqueda se ha extendido a unos 4.000 metros cuadrados sin que hasta el momento hayan reportado algún hallazgo. Se teme que las corrientes submarinas en el fondo lleguen a ser de hasta 0,2 metros por segundo y la carpa de la embarcación en una profundidad como esta puede servir como vela. Las hipótesis que manejan las autoridades marítimas señalan que la embarcación pudo haber sido arrastrada hasta los 200 metros de profundidad.