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Ahora en el barrio Nelson Mandela, la ciudadela de pobreza de la zona suroccidental de Cartagena, la gran tarea es animar y convencer a sus habitantes que faltan que por conectarse al sistema de alcantarillado, que lo hagan para evitar l as corrientes de aguas residuales por las calles que por años los han afectado y contar un digno servicio de saneamiento básico.

Ernis Navarro, una negra fornida, quien vive en el sector de Francisco de Paula, aún no está conectada, pero ya hasta sus oídos llegaron las noticias de una reunión de algunos de sus vecinos en los que les indican cómo proceder.

Su abuela, que parece una matrona afrodescendiente sacada de una novela de Gabriel García Márquez, quiere acogerse a la red de usuarios, pero aún no entiende bien el procedimiento. Por el frente de su vivienda corren aguas contaminadas.

El martes en la tarde, al barrio, en el que viven entre 30 y 40 mil personas, en su mayoría desplazadas de la violencia, rebuscadores y pobres absolutos, llegó el alcalde Dionisio Vélez, el gerente de la empresa Aguas de Cartagena, Francisco Pérez Tena; el nuevo coordinador de la Cooperación Española en Colombia, Pablo Gómez-Tavira, para poner en servicio la estación de bombeo para el Alcantarillado que faltaba para cubrir este poblado sector.

El costo total del proyecto de saneamiento básico para Mandela es de más de $12.300 millones, de los cuales el 50% los aportó la Cooperación Española y otro 50%, el Distrito.

El costo de la nueva estación de bombeo, que se puso en operación desde ayer, es de $1.600 millones y las obras las ejecutó la firma D&S Ingenieros Contratistas.