Pasadas las 10:00 p.m. de este domingo, un caballo cochero en el que paseaban a unos turistas por las calles del sector de El Laguito no aguantó el peso y, agobiado por el cansancio, se desplomó sobre la calle ante la mirada impotente de los transeúntes.
Las personas que allí se encontraban improvisaron una almohada con una de sillas acolchadas del coche y esperaron la presencia de profesionales veterinarios que durante varias horas, atendieron al animal en el mismo sitio donde se desplomó hasta que se sintió con las fuerzas suficientes para ponerse en pie.
Miembros de la fundación Ángeles con Patas, que hizo presencia en el lugar para acompañar al animal, manifestaron que finalmente el caballo pudo recobrar el ánimo, aunque se encuentra bastante mal de salud.
'Estamos viviendo una gran problemática con los caballos cocheros. La Alcaldía sanciona a las personas de este gremio si encuentran heces de los caballos y los dueños de los animales llegan a los extremos de ni siquiera alimentarlos, para disminuir así la cantidad de excremento', dijo Marina Maldonado, miembro de la Fundación.
Crece la polémica
Con este ya son al menos tres los casos reportados durante el primer semestre de 2014, en los que están involucrados estos animales.
En Cartagena rige actualmente el decreto 656 del 3 de junio de 2013, el cual regula la actividad de los cocheros, aunque los defensores de los animales se sienten 'maniatados' porque aún hay un plazo para que se pueda ejercer autoridad en los aspectos relacionados –por ejemplo- con el peso mínimo que debe tener el caballo para ser apto.
Según el decreto, para que un caballo pueda prestar el servicio en un coche, debe cumplir unos requisitos mínimos, entre estos un peso de 350 kilos o más, una talla mínima de 1.45 metros y un rango de edad entre los 4 y 8 años. Sin embargo, estas medidas se aplicarán desde el 31 de diciembre del 2014.
