El Heraldo
Visitantes pasean en el Malecón del río.
Barranquilla

Las tareas pendientes del Distrito en espacio público

Cinco expertos consultados coinciden en que  hay una precaria condición de andenes, parqueo de vehículos en las aceras e invasión del espacio en el Centro.

A pesar de los esfuerzos que ha hecho la administración distrital para mejorar el espacio público en la ciudad, aún quedan muchas cosas por hacer. En este sentido coinciden cinco expertos consultados por EL HERALDO.

¿Cómo está el espacio público en Barranquilla?, ¿en qué se ha avanzado? y ¿cuáles son las tareas pendientes por cumplir? son los puntos analizados por Manuel Moreno Slagter, decano de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad del Norte; Jorge Bermúdez Celín, consultor en temas de desarrollo urbano; Carlos Javier Velásquez, director del Centro de Estudios Urbanos Regionales; Yalmar Alberto Vargas, arquitecto con maestría de urbanismo y desarrollo; y  Samuel Padilla Llanos, arquitecto y urbanista.

Coinciden en que hay una precaria condición de andenes y a los existentes les faltan árboles o son ocupados para parqueo de vehículos. El Centro Histórico de Barranquilla continúa siendo el sitio donde hay más ocupación indebida del espacio público.

Los expertos destacan avances en la recuperación de parques, escenarios deportivos, la canalización de arroyos y la creación de nuevos espacios como el malecón del río.

Henry Cáceres, secretario de Control Urbano y Espacio Público del Distrito, detalló que en 2017 fueron generados 98.799 m² de espacio público y en 2018, 272.000 m², en las cinco localidades del Distrito.

El funcionario dijo que al entrar en funcionamiento el primer tramo del proyecto de peatonalización que la Alcaldía de Barranquilla ejecuta en seis vías del Centro Histórico, con el traslado de los 66 vendedores que formalizarán su actividad en la calle 33 entre carreras 40 y 41, se logró recuperar más espacio público para el uso de los barranquilleros.

Resaltó que fueron recuperados tres espacios públicos para el tránsito peatonal y disfrute ciudadano: se despejó la calle 34 entre carreras 41 y 42, parte trasera de la iglesia de San Nicolás sobre el Paseo Bolívar y parte de las carreras 40 y 42.

El funcionario reconoció que hay unos puntos críticos en materia de ocupación indebida: Puente de la Circunvalar con Murillo, ocupación de más de 30 familias; Ventana al Mundo, ocupación constante de ventas informales, y ocupantes transitorios de procedencia venezolana.

En el Centro histórico la ocupación se agravó por migración de venezolanos.

Cáceres afirmó que manejan un plan de acción por las 5 localidades del Distrito con el apoyo de la Policía Nacional, aplicando el Código de Policía y Convivencia y facilitadores fijos en Ventana al Mundo y Centro Histórico.

Dina Luz Pardo, directora ejecutiva de Asocentro, explicó que el año pasado fue un año donde se vio una reorganización en cierto sector y operativos más seguidos que permitían mostrar de repente el Paseo Bolívar, calle 30, la 43, que en su momento fueron recuperadas para que se mantuvieran de tal forma. 

La dirigente indicó que el problema se agudizó con la ola de venezolanos y colombianos retornados y tiende a agravarse, razón por la cual el tema de espacio público cada día será más complejo. 

“El Distrito cuenta con un respaldo más decidido por parte de la Policía con mayor número de agentes del que hay actualmente o definitivamente este problema se va a salir de las manos cada día”, expresó Pardo.

Con respecto a los proyectos específicos que la Administración desarrolla para el caso del proyecto de peatonalización, que todavía no está terminado, Pardo afirmó que definitivamente “no se ve tan bonito ni vistoso como se pensó”. Enfatiza que instalaron muchos módulos en poco espacio. 

“Ahora es tratar de sacar adelante el proyecto, necesitamos el compromiso del Distrito para que ayude a promocionar todas estas calles, donde todos los comerciantes, sin excepción, quedaron inquietos sobre lo que viene, porque se requiere de una ardua tarea para reactivar las ventas a nivel comercial en esa zona del Centro”, manifestó la dirigente gremial. 

Por último, dijo que no se trata de llenar las calles de vendedores a “tutiplén”, pues se pueden tomar experiencias de otros lugares y de paseos peatonales de diferentes ciudades del mundo.

 

Hay avances, pero sigue la ocupación indebida del espacio

Jorge Bermúdez Celín, consultor en temas de desarrollo urbano, destaca el avance logrado en la intervención y el manejo del espacio público desde varios proyectos implementados, como la recuperación de los parques, la construcción de escenarios deportivos y que en los nuevos sectores que se construyen estén incorporando las normas establecidas en el manual 
de espacio público, es decir, que están dejando “buenas aceras” y  sembrando árboles.

Resalta, además, que con el Gran Malecón del Río la ciudadanía disfruta del paisaje, al tiempo que cuenta con espacios para circular y divertirse. 

Para Bermúdez, el hecho que se esté resolviendo el problema de los arroyos que causaban interrupciones tanto para los vehículos como para las personas, es un avance para la circulación vehicular y peatonal; sin embargo, cree que falta “mucho” por hacer sin demeritar lo realizado.

“La invasión del espacio en el Centro deteriora la calidad del espacio público”, es un tema que está pendiente, al igual que el parqueo ilegal de vehículos en las aceras (espacios exclusivos para la circulación del peatón y para la siembra de árboles). “Por esa mala práctica de transformar las aceras en bahías de parqueo hemos convertido a la ciudad en una zona muy desolada, caliente, que afecta a todos cuando caminamos por el espacio público”, por lo anterior, propone parqueaderos verticales, con nuevas tecnologías y en poco espacio tal como sucede en Uruguay, Argentina, en Europa, Estados Unidos y el sureste asiático.

El proyecto consiste en la instalación de módulos de estacionamiento, que funciona a través de un mecanismo rotativo con lo cual se soluciona el problema de falta de espacio. También que se adopte un manual de arborización a través del cual se fijen las reglas y los mecanismos para la siembra de los árboles.

Preocupa parqueo, pero hay una meta alcanzable

Yalmar Alberto Vargas, arquitecto con maestría de urbanismo y desarrollo, dice que dentro del Plan de Ordenamiento Territorial (POT de 2012) se hizo un análisis y se identificó que Barranquilla tenía 0,86 metros cuadrados de espacio público por habitante, y la meta de la Alcaldía para nuevo el POT era de 6 m2/habitante. “La ciudad ha hecho varios ejercicios de recuperación de espacios públicos que ya existen (parques) y se crearon nuevos espacios como el Gran Malecón. Hay otros proyectos que todavía no se han desarrollado, como el traslado del Batallón, lo que aumentaría de manera importante el espacio público efectivo en la ciudad”.

En opinión de Vargas, es la primera vez que Barranquilla tiene una meta alcanzable y planeada para incrementar el espacio público. Le preocupa que los carros continúen parqueándose sobre los andenes y, en general, la gente, al parecer, todavía no entiende bien qué es espacio público. “Por un lado hay que sacar los carros de los andenes y que la gente pueda caminar por un anden o una acera; por el otro, arborizar los que se han visto afectados por el indebido parqueo”.

“ Falta una red sistemática de espacio público”

Samuel Padilla Llanos, arquitecto y urbanista, dice que Barranquilla desde hace diez años ha reconvertido su manera de hacer ciudad, lo que quiere decir que ha girado su mirada al espacio urbano para la gente y eso se nota en el proceso de crecimiento de las áreas que usa la ciudadanía, por ejemplo: los parques y volcar la mirada al río; sin embargo, cree que a Barranquilla le falta mucho camino por recorrer. 

En su opinión, falta una estrategia global para entender el espacio público como un lugar de acceso para todos; es decir, hay que repensar la manera en que se hace espacio público en la ciudad, desde los elementos materiales que permiten que cualquier persona pueda acceder a los espacios hasta que exista espacio público en cada rincón de la ciudad. “Hay que ampliar las áreas de espacio para la gente en los barrios, ampliar los ejes urbanos que conecten un lugar con otro, no solo piezas aisladas sino que exista una red sistemática de espacio público, que esté interconectada, que una persona decida si camina por toda la ciudad”. En su concepto, al Centro le hace falta una política pública sobre el uso y el manejo del espacio público.

“A pesar de los esfuerzos, quedan cosas por hacer”

En opinión de Carlos Javier Velásquez, director del Centro de Estudios Urbano Regionales, sin duda el espacio público de la ciudad ha mejorado en los últimos años; sin embargo, aún quedan muchas cosas por hacer. Lo positivo pasa por la recuperación de los parques, la habilitación de nuevos escenarios deportivos para el disfrute de los barranquilleros o la arborización en zonas que requerían de esta intervención. 

Sobre los asuntos pendientes en esta materia, sostiene que la ciudad tiene un alto déficit cuantitativo de espacio público: de acuerdo con los parámetros internacionales, una ciudad de las características de Barranquilla debería tener entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio público efectivo por persona, mientras que hoy, y a pesar de las intervenciones señaladas, apenas sobrepasa el metro cuadrado. 

En relación con el déficit cualitativo, Velásquez dice que le preocupa que las obras públicas que se vienen realizando en la ciudad, si bien constituyen soluciones para el problema específicamente planteado, son débiles en el manejo del espacio público. Se observan proyectos con diseños y acabados inadecuados y de baja calidad.

“Debemos contar con andenes que inviten a caminar”

Manuel Moreno Slagter, decano de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad del Norte, considera que en los últimos años han podido apreciar mejoras en este aspecto, especialmente por las intervenciones en los parques y en las calles en las que se han canalizado los arroyos, “unos logros que vale la pena reconocer”; sin embargo, afirma, que todavía queda un largo camino por recorrer. El gran déficit de la ciudad, en concepto de este experto, es la precaria condición de los andenes. “No hay uniformidad en los acabados, tampoco en su continuidad ni en el manejo de las condiciones de accesibilidad”. Considera que se requerirá mucho tiempo para que la ciudad se ponga al día al día en este tema, por lo que es un reto que debe asumirse tarde o temprano, si en realidad se quiere que la ciudad sea atractiva y amigable con sus ciudadanos. Hay que tener andenes que inviten a caminar, preferiblemente sombreados y equipados con todos los accesorios necesarios (bancas, canecas, señalización etc). “Espero que las administraciones distritales comprendan que el espacio público por excelencia es precisamente el andén”, precisa el decano de la Escuela de Arquitectura.

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