Poco y nada se ha hecho para frenar las altas tarifas de energía en la región Caribe. Cada vez más las comunidades de esta zona del país se debaten entre decisiones muy complejas como comer o pagar este servicio que cada día es más costoso.
El esquema tarifario para muchos no ha sido equitativo y muy por el contrario ha impactado de sobremanera la calidad de vida de más de 11 millones de habitantes que componen la Costa. El valor del kilovatio se ha disparado y mantiene contra las cuerdas a los ciudadanos que, de manera reiterada, solicitan al Gobierno nacional acciones efectivas e inmediatas para parar este 'abuso'.
Todos en general, cualquiera que sea su estrato social en el Caribe, tiene afectaciones por cuenta de los altos costos que deben asumir por este servicio que se convirtió tan esencial para la subsistencia y el desarrollo de los territorios.
Pese a que los estratos 1, 2 y 3 reciben subsidios, aun lo que tienen que pagar las personas que residen en estas zonas de vulnerabilidad es demasiado alto.
Es el caso de Sixta Blanco, quien vive en el barrio Los Olivos, categorizado como estrato uno, que pasó de pagar $284.620 en febrero de 2023 a $304.320 para el mismo periodo en 2024, debido al aumento del kilovatio y el cobro de la opción tarifaria que empezaron de aplicar las empresas comercializadoras del servicio de energía.
En este caso, el sector es subnormal y se promedia el consumo a través de un totalizador comunitario por lo que las cifras, por lo general, son 'especulativas' a falta de un medidor. El barrio se encuentra en proceso de ser normalizado eléctricamente.
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Por otra parte, se encuentra el caso de Julieth Ortega, quien reside en una vivienda de estrato dos en el barrio Los Manantiales, de Soledad. Para febrero de 2023, la facturación le llegó por $75.720 por un consumo total de 90 kw/h, donde el costo unitario calculado fue $881,60, mientras que el aplicado fue $858,36. Dentro de ese total se cobran otras externalidades que tienen que ver con el alumbrado público $3.000; seguridad $4.000 y aseo con $30.096.
Para febrero de 2024, la misma persona, tuvo una facturación por $116.330 con un consumo de 125 kw/h x mes; costo unitario de $972,47 y con opción tarifaria aplicada de $1.165,56. Del total de la factura, se fueron a alumbrado $5.000; en seguridad $5.000 y aseo $33.480.
'En mi casa solo vivimos dos personas, pero ha sido imposible que baje el recibo de la luz. Todos los meses ha subido y me ha llevado a recortar algunos gastos para poder cumplir con el pago. El consumo ha subido un poco, es cierto, pero el valor es muy superior a eso', sostuvo.
En esa misma línea, Carlos Martínez que vive en un barrio estrato tres, La Sierra, también le toca padecer por las altas tarifas de energía. Su facturación para febrero de 2023 ascendió a $514.170 con un consumo de 597 kw/h. Para esa ocasión le tocó pagar –dentro de la suma total– alumbrado público por $11.000 y la tasa de seguridad y convivencia ciudadana por $13.000. Estos últimos dineros son recaudados por la empresa comercializadora y redirigidos a la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico, respectivamente.
Para 2024, en el mismo mes, estos valores en la factura ascendieron a $791.220 con un consumo de 679 kw/h. Por alumbrado pagó $13.000 y seguridad un total de $16.000.
'Antes el aire lo usábamos toda la noche, pero ahora solo lo prendemos 3 o 4 horas para que refresque y usamos el abanico para no sufrir por las altas temperaturas. Estos calores y los altos precios de la luz nos llevan al trote, pero puede ser peor el remedio que la enfermedad', aseguró el hombre.
En el último caso se encuentra David Torres que reside en un estrato cuatro de la ciudad y al que no le es aplicado ningún subsidio de energía y se le cobra la tarifa en pleno.
Para febrero de 2023 su facturación llegó por $482.210 con un consumo de 539 kw/h y para 2024 unos $687.500 con un consumo de 552 kw/h. El kilovatio pasó de costarle $849,7753 a $1.131. Aquí, el alumbrado público pasó de $27.000 a $34.000 y seguridad de $25.000 a $31.000, respectivamente.
La reactivación en el cobro de la opción tarifaria y el fenómeno de El Niño han tenido incidencia también en estos incrementos.
Los reclamos
De acuerdo con Sixta Blanco, líder social de Los Olivos, las altas tarifas en el servicio de energía en las comunidades vulnerables de los estratos 1 y 2 está afectando mucho la canasta familiar y la calidad de vida de las personas debido al incremento inusitado que han tenido estas en los últimos años.
'Le pedimos al Gobierno nacional que revise ese tema, que preste atención a todo el clamor que a través de redes sociales, medios de comunicación y mesas técnicas de trabajo que se viven realizando en nuestras comunidades y la Costa Caribe, donde a una sola voz se le está pidiendo que se reajusten esas tarifas', dijo.
Manifestó que el problema, si bien es de fondo y estructural, se debe revisar el costo que se está asumiendo en la generación de energía, puesto que a su parecer es el que está incidiendo mayoritariamente en los incrementos del servicio.
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'Si nosotros comparamos los ítems que aparecen en nuestras facturaciones donde habla de la tarifa de energía el valor de cada kilovatio vemos que ha aumentado de una manera muy desproporcionada y que influye en el valor del kilovatio. Hoy por hoy estamos manejando un kilovatio, en la Costa Caribe, de alrededor de los $1.000 o más y esto se ve reflejado en la facturación', explicó.
Por otra parte, pidió al Estado revisar y aplicar un diferencial en la región Caribe por cuanto al clima que posee y que obliga a miles de costeños a aumentar su consumo de energía para apaciguar las altas temperaturas.
'Hay que tener en cuenta que por razones de nuestro clima nosotros estaremos haciendo un uso mayor de los electrodomésticos, por ejemplo los abanicos y neveras que aumentan el consumo. Aunque hagamos todo el esfuerzo por usarlos responsablemente, el costo que tiene hoy día el kilovatio producto de esa cadena de la generación y transporte tienen una gran incidencia. Entonces la petición es que se revisen esas esos valores', reiteró Blanco.
Por su parte, David Torres manifestó que esta problemática no solamente afecta el bolsillo, sino además la salud mental de la gente que entra –dijo– en un desespero constante por el pago de este servicio y la imposibilidad muchas veces de tener con qué asumirlo.
'El incremento ha sido demasiado, yo antes pagaba por cuatro servicios (agua, luz, televisión por cable y gas) aproximadamente $700.000 y ahora solo por un servicio –que es el de la luz– pago ese mismo valor. Hay que estar en constante ahorro de energía, sin prender el aire acondicionado y otro tipo de medidas para que el servicio no venga tan costoso. Hasta uno deja de comprar comida para pagar el recibo', expuso.
Cuestionó el cobro de otros impuestos dentro de la factura de energía como el alumbrado público y tasa de seguridad por su alto valor y 'pésimo' servicio prestado a la comunidad. Pidió regularizar los cobros, ofrecer facilidades y otras alternativas a los ciudadanos.
Incrementos en cifras
Carlos Diago, experto en temas energéticos, indicó que para evaluar el impacto de la evolución de las tarifas de energía y su incremento anual de 2023 a 2024, tomando como referencia el mes de febrero, es necesario tener como parámetro el incremento en ese mismo período de la inflación determinada por el DANE plasmada en el llamado IPC (Índice de Precios al Consumidor), el cual alcanzó la cifra de 7.74 %.
'Partiendo de allí, el consumo por kilovatio /hora para febrero de 2024 fue de $1,164.92 y para 2023, del mismo mes, estuvo en $876.20, es decir $ 288.72 Kw/h más en la tarifa, lo que representa un incremento del 33 %', dijo.
También sostuvo los cobros que afectan selectivamente a los usuarios son los correspondientes a la incorporación a la tarifa de la gestión de control de pérdidas no técnicas, incluyendo el robo de energía lo que representa cerca de $140 Kw/h. De igual manera, el llamado costo de opción tarifaria que ya alcanza a $190 Kw/h.
'En total, en forma selectiva, se están incorporando a la tarifa 330 Kw/h, que de eliminarse representarían un alivio del 28.3 % con respecto a la tarifa actual. Ambas decisiones se pudiesen tomar a corto plazo mediante Resoluciones Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg)', apuntó.
Algunas salidas
Para César Uparela, directivo de Acopi, hay dos cosas que pueden resolver un problema estructural como lo son las tarifas de energía. Uno, tiene que haber voluntad política y dos, recursos para invertir en la infraestructura eléctrica de la región Caribe que está totalmente deteriorada.
Indicó que dichos recursos se conseguirían a través de un Conpes a cinco años con cargo al presupuesto nacional por un valor cercano entre $10 y $12 billones, que es –dijo– lo que se necesita para poner a tono la infraestructura eléctrica.
'Con eso logramos que se reduzcan las pérdidas y las restricciones, logramos un servicio con calidad, eficaz y eficiente. Al tener todas estas mejoras el costo del kilovatio va a bajar y también al meter en cintura a los generadores y transmisores para llegar a una tarifa plena que sea igual a la del resto del país', argumentó el experto.
Por último, señaló que no se requiere cambiar la ley 142 y 143 de servicios públicos para resolver este tema.
Otras propuestas
Por su parte, Norman Alarcón, coordinador de la Liga de Usuarios en la región Caribe, sostuvo que si bien todos se ven afectados por las altas tarifas de energía, el mayor impacto lo reciben los estratos del 4 al 6 y el sector comercial por cuánto, además de no recibir subsidios, se les cobra una contribución del 20 % para entrar a apoyar el Fondo de Redistribución de Ingresos y ayudar a pagar los subsidios de 1, 2 y 3.
Aclaró que los subsidios para los estratos más bajos tienen un tope que se llama consumo de subsistencia y que son 173 kilovatios/hora en regiones por debajo de los mil metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, quienes estén por encima de ese tope, esos estratos tienen que pagar la tarifa plena del estrato cuatro, lo cual –dijo– es muy usual que pase.
'Este aumento del 33 % que lleva el kilovatio hora por encima de los $1.000, torna las tarifas impagables. Y más aún con los excesos de empresas como Air-e peor. Esto se da por la aplicación del régimen especial tarifario contra los costeños, que tanto hemos hablado y que debe de ser desmontado', comentó.
Reiteró que es urgente que no se cobren los hurtos y fraudes como pérdidas en la tarifa, ni las inversiones futuras en forma anticipada.
'Esto hay que emparejarlo como estaba antes. El mismo régimen tarifario para todo el país y ahí se garantiza el derecho de igualdad. Hay cinco demandas contra este régimen contrario a la Costa y todo esto está llevando a situaciones desesperadas a millones de personas, a padecer hambre para poder pagar la luz', finalizó.




















