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En sus inicios, Arriba del Río o San Roque, como se conoce hoy en día, fue el epicentro del progreso de Barranquilla. Sus habitantes recuerdan que las calles eran adornadas por comerciantes, cada uno exponiendo sus productos y conquistando a sus clientes con el calor humano que hasta la fecha, aún los caracteriza.

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Este popular barrio hace parte de la localidad de suroriente, su extensión inicia desde la carrera 27 hasta la 38, y desde la calle 21 hasta la 39. Algunas de sus viviendas aún conservan la infraestructura colonial construidas por los extranjeros que se asentaron en la zona, entre ellos había turcos, árabes, alemanes e incluso chinos.

Otras por su parte, han sido remodeladas o en su defecto se han convertido en fábricas o centros de acopio de empresas de reciclaje.

Barrio de gran proyección

A sus 89 años, Ena Cecilia Núñez Lavalle, una de las residentes más antiguas de San Roque, en diálogo con EL HERALDO recordó cómo fueron los inicios del barrio, y cómo se ha trabajado desde el interior de las familias para mantener vivo ese legado de proyección y empuje, para poder salir adelante.

'Siempre fue un sector alegre, para las fiestas del santo patrono San Roque se cerraba toda la calle 30 y entre todos los moradores disfrutábamos. Era un barrio respetado porque la economía de la ciudad se movía aquí, vivía gente importante. Hoy en día las cosas han cambiado, y la imagen de este sector no es la misma', detalló.

Cuna del Junior

De acuerdo con esta mujer, fue en San Roque que se dio el inicio del cuadro ‘Tiburón’, el cual fue fundado por su tía Micaela Lavalle Gutiérrez, en agosto de 1924.

'Mi papá Víctor Núñez Herrera, ‘El Gato’, fue uno de los primeros jugadores del Junior, él nos enseñó la unidad familiar y la importancia de sembrar amor en el prójimo.

Este legado lo he transmitido a mis hijos, nietos y bisnieto, vecinos y a todo el que puedo', manifestó Ena Núñez, mientras sostiene en sus manos un dibujo que realizó de la fachada del lugar donde se fundó el Junior, equipo que lleva incluso en sus venas.

Añadió además que, en su juventud, entre los vecinos se realizaban integraciones y los partidos de fútbol en la calle no podían faltar, esto en homenaje al equipo que tantas alegrías ha regalado a los barranquilleros. Sin embargo, estas tradiciones poco a poco han ido desapareciendo.

Trabajo con la primera infancia

Una de las 'arduas' labores que se realiza al interior de esta comunidad, se basa en la atención a la primera infancia en los llamados hogares de las madres comunitarias, cuyo operador es el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, en alianza con la Alcaldía Distrital.

Desde hace 32 años, Yudis Clara Omar ha sido la encargada de sembrar esa semilla de aprendizaje y amor en varias generaciones de San Roque. Con su entrega y dedicación, ha logrado que muchos de esos niños, que hoy en día ya son jóvenes y adolescentes, tomen un camino distinto, pues lastimosamente otra parte de la población, se ha visto sumergida en actividades no apropiadas.

'Es una labor muy bonita, aquí no se hace esto por el interés monetario, es un servicio lo que prestamos a la ciudadanía en general, a nuestro barrio. Tenemos un acompañamiento por parte del Distrito y nuestro operador que es el Icbf, con atención nutricional, psicológica y pedagógica, sin embargo, se necesita una mayor cobertura para atender a toda la población, sobretodo migrante', aseveró la madre comunitaria.

Asimismo destacó que, una de las estrategias para vincular a los padres de familia con los menores, se da a través del proyecto ‘Reciclo y juego’, en el cual se las ingenian para diseñar manualidades con material de reciclable y al mismo tiempo incentivar el uso de los valores por medio de la diversión y el entretenimiento.

Reciclaje, fuente del rebusque

A parte del comercio, el reciclaje se ha convertido en una fuente de empleo o de ‘rebusque’ en este sector del suroriente de Barranquilla. De acuerdo con el líder comunitario Abraham Omar Pérez, existen alrededor de 10 puntos de acopio de esta actividad.

'Estamos tratando entre todos de cambiarle la imagen al barrio, trabajando unidos como comunidad. A través de la actividad del reciclaje se está generando un proceso de empleos con los jóvenes e incluso adultos, aunque en algunos casos esta actividad se preste o pueda entenderse como algo para hacer cosas ilícitas', reveló el líder.

Además, explicó que, una de las proyecciones por las que día a día se trabaja en San Roque, es para poder implementar espacios atractivos para propios y turistas, en los que se resalte la historia del barrio y cómo desde sus calles se forjó el progreso de Barranquilla.

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‘El Torito’, leyenda del Carnaval

La tradición cultural también hace su aporte al desarrollo de esta comunidad, pues con la vinculación de niños, jóvenes y adultos a la reconocida danza del Torito Ribeño, liderada por Alfonso Fontalvo Torres, se han dado la oportunidad de representar a nivel internacional, la fiesta más grande de Colombia: el Carnaval de Barranquilla.

'Por fortuna nací en una familia muy barranquillera y tradicional, y la danza del Torito Ribeño ha sido lo que nos ha caracterizado desde hace 145 años, a través del baile hemos vinculado a muchas familias, y representado a la cuidad y el país en reconocidos eventos', aseveró este hacedor de Carnaval de 80 años, y quien además, fue rey Momo en 2005.

Actualmente, la danza del Torito Ribeño tiene 250 integrantes, los cuales en su gran mayoría son habitantes del barrio San Roque, y que año tras año dejan en alto la tradición familiar de los Fontalvo.

'Para mí es un orgullo haber continuado con este legado, y sobretodo porque con esto aportamos al barrio alegría y lo que más nos representa a los barranquilleros, el Carnaval, y es algo que hacemos todo el año a través de nuestro museo', enfatizó Alfonso Fontalvo, mientras detallaba un congo que ganó en el más reciente Carnaval de Barranquilla.