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Caminar las calles de Barrio Abajo es transportarse a la Barranquilla que floreció con la arquitectura republicana y sentir el aroma de Carnaval, una fiesta que parece no tener fin en este barrio.

La gastronomía, las tiendas, el arte, los juegos de antaño, entre otros aspectos, lo hacen uno de los barrios más tradicionales de la ciudad, donde la mayoría de las viviendas aún conservan su estilo arquitectónico, aunque algunas se vean derruidas, como si el abandono hubiera sido su único habitante por años.

Algunos residentes, entre ellos Esthela Campera, dicen que por ser uno de los primeros barrios de la ciudad deben tener mayor inversión para conservar las casas coloridas antiguas.

Estos aspectos de tradición fueron justamente los argumentos utilizados para intentar conservar esta zona a través de un Plan Especial de Manejo y Protección, PEMP, el mismo que ha marcado una hoja de ruta para los barrios El Prado, Alto Prado y Bellavista.

Sin embargo, el Ministerio de Cultura lo dejó por fuera de este plan de conservación, una decisión que generó desconcierto entre sus habitantes e, incluso, entre la Administración distrital, que optó por un nuevo camino: catalogarlo como zona de influencia de los barrios bajo protección especial.

Este anuncio no era lo que esperaban los residentes de Barrio Abajo. Fue allí cuando decidieron pedir apoyo a la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Atlántico para determinar un plan especial para este sector.

La solicitud fue acogida por la decana de la Facultad, Marcela Cuellar, quien junto a un grupo de 10 profesionales de diferentes áreas (Historia, Antropología, Arquitectura, Patrimonio y Sociología) con cerca de 80 estudiantes de séptimo semestre de Arquitectura y un grupo de investigación estudiaron el barrio y ya tienen un expediente urbano y un diagnóstico preliminar.

Un patrimonio

Barrio Abajo está ubicado en la localidad Norte Centro Histórico. Es de los más antiguos de Barranquilla, al igual que el barrio Centro y Prado. Está situado sobre la margen occidental del río Magdalena y gracias a eso, históricamente, el barrio fue reconocido como un núcleo obrero y de importancia económica para la región. Se estima una población de 10.041 habitantes. Tiene aproximadamente 1.979 unidades habitacionales entre casas y apartamentos.

Está rodeado por los barrios Montecristo, Barlovento, Centro, El Rosario, El Prado y Boston, entre la calle 53 y la vía 40 y entre la carrera 54 y la carrera 46.

El barrio cuenta con todos los requisitos para ser patrimonio, no solo arquitectónico, sino también cultural, el cual en los últimos años ha perdido el 50% de la zona residencial y de sus inmuebles de valor histórico sin control alguno, según Raúl Vanegas, edil de la Localidad Norte Centro Histórico.

Diagnóstico

La mayor parte del uso del suelo de Barrio Abajo es de carácter residencial, existiendo también un uso comercial e industrial. Las casas de Barrio Abajo, las más antiguas, están marcadas por el deterioro. Hay construcciones que a pesar de que tienen años se les han hecho arreglos permitiendo así que tengan un mejor estado de conservación y otras que se han arreglado en su totalidad o son construcciones más nuevas, por lo que su estado es bueno.

Las memorias de Barrio Abajo convierten de este un sitio para el turismo tangible e intangible, y allí se encuentran edificaciones que tienen una arquitectura especial como lo es la republicana, vernácula, entre otras

También encontraron ciertas condiciones que influyen de manera negativa en algunos sectores del barrio, lo que genera bajos niveles de confort como el mal estado de las construcciones que las hacen inseguras, hacinamiento, falta de espacios públicos y zonas verdes.

Las fortalezas del barrio lo proyectan como un destino turístico y cultural, pues su larga tradición carnestoléndica lo convierten en una zona muy atractiva para extranjeros y nacionales, lo que genera una serie de actividades que incentivan la economía de las familias.

Barrio Abajo no cuenta con una institución de básica media, pues la que se encontraba en el barrio fue destruida para darle paso a una nueva sede del Sena, lo cual será una oportunidad para que los residentes se formen y puedan competir laboralmente y acceder a mejores ofertas de trabajo.

Proyectos como la Fábrica de Cultura y el Museo del Carnaval, así como el Sena a través de su especialidad de industrias creativas y hotelería y turismo buscan promover la cultura y beneficiar a los jóvenes mediante cursos y capacitaciones, haciendo del barrio el 'motor de la economía naranja'.

El mayor auge es la implementación de talleres y la menor actividad presentada por los integrantes del barrio en locales comerciales o en tiendas.

Claudia Delgado Osorio, coordinadora de especialización de la facultad de Arquitectura de la Universidad del Atlántico, asegura que el diagnóstico es clave para poder hacer el Plan Especial de Protección y la comunidad a través de Corconpa (Corporación para la conservación del patrimonio del Barrio Abajo) juegan un papel fundamental puesto que son ellos quienes han colaborado con archivos de baúl, es decir, con fotografías que han heredado de sus abuelos y padres.

'Ellos están interesados en que la facultad y la secretaría de Cultura y todo el país sepa que allí comenzó el Carnaval de Barranquilla y además que puedan proteger su barrio porque muchas casas las están dejando caer o se están vendiendo para hacer otro tipo de construcciones, entonces se pierde todo ese tejido social tan interesante que había en barrio Abajo y que ellos quieren seguir conservando'.

Enfatiza que la comunidad no quiere perder el legado histórico y social. En el barrio se han hecho modificaciones, lo que según Delgado de alguna manera se fracturó con las avenidas que hicieron.

Los residentes quieren conservar sus casas, que las protejan, que no lleguen grandes constructoras a dañar lo que es la esencia del barrio y todo ese legado cultural que tienen.

Economía Naranja

El secretario de Cultura del Distrito de Barranquilla, Juan José Jaramillo, recordó que el Barrio Abajo no se articuló con el Pemp de El Prado, Alto Prado y Bellavista, sino que será el área de desarrollo naranja de la ciudad.

Jaramillo explicó que docentes, estudiantes y residentes del sector se reunirán en unas mesas para plantear sus ideas y diseñar una propuesta que sea enviada al Ministerio de Cultura.

El secretario recordó que el presidente Iván Duque dio cinco prioridades en el país en el área de desarrollo naranja y una es Barranquilla y todo será articulado no solo con el Ministerio de Cultura, sino con el Ministerio de Comercio.

Barrio Abajo no será zona de influencia sino que tendrá su plan especial con énfasis en la economía naranja, señaló.