Hace más de 30 años Francisco Gutiérrez le hizo una promesa a su esposa, en aquel entonces, su prometida, para pasar el resto de su vida juntos. Ambos llenos de júbilo y entusiasmo no dudaron en comprometerse, pero él le hizo una promesa, y es que como prueba de su amor, y si era necesario, algún día le bajaría la luna a sus pies.
Lea aquí: Atractivos turísticos de Barranquilla tendrán horarios especiales el 31 de diciembre y 1 de enero
Desde ese momento, el ciudadano de origen tolimense ha encursado el camino de la relación en diferentes viajes por ciudades como Barcelona o Miami, para cumplir su promesa; sin embargo, para esta Navidad el destino los cruzó con Barranquilla y su recién inaugurada Luna del Río, la cual se ha convertido en el atractivo turístico del Gran Malecón.
La pareja abordó la noria de Barranquilla y en su trayecto rememoraron los años de gloria, y visionaron los que todavía faltan por llegar, pero al mismo tiempo vieron a la Arenosa desde lo más alto y contemplaron algo que para sus ojos era “indescriptible”.
“Estamos mucho de viaje y nos guiamos a veces por las publicidades de las redes o la televisión para escoger un destino, eso fue lo que nos trajo a Barranquilla para pasar esta Navidad, y conocer la noria, que es una de las cosas más bonitas que he visto en todos mis años de vida”, dijo.
Afirmó que “la rueda no tiene nada que envidiarles a las de otras ciudades de Europa, el recorrido vale su precio y hasta más, son casi que 15 minutos donde uno puede compartir con su pareja, como es mi caso, y crear buenos recuerdos”.
Gutiérrez también aseguró que una de las cosas que más resalta de este recorrido es la vista que hay hacia la ciudad.
“Desde arriba quedamos impresionados, porque te das cuenta qué tanto ha crecido esta ciudad y los edificios que tiene, eso es sinónimo de progreso. A su vez, vimos uno que otro barrio bien ordenado y bonito, con la naturaleza como atractivo principal, y eso que ni siquiera hemos recorrido sus calles, todo gracias a la noria”, detalló.
La familia Gutiérrez no solo disfrutó de un momento romántico en la ‘Luna’ de Barranquilla, también fue una oportunidad para unir al resto de la familia.
“Nuestro nieto se graduó hace unos días de la Escuela Almirante Padilla y lo invitamos a compartir este recorrido con nosotros, pero en horas de la noche, que están las luces, y para que traiga a su perrita, porque es más cómodo para ella en esa temperatura”.
Lea también: Distrito cierra el año con 7.089 CrediChéveres otorgados a los comerciantes de la ciudad
Así las cosas, entre recorridos familiares de propios y visitantes, la Luna del Río ha atraído a más de 56 mil personas (reporte hasta las 3 p. m. del 26 de diciembre).

Un modelo a seguir
Desde hace un tiempo Barranquilla ha sido tomada como ejemplo a seguir en muchos aspectos relevantes como el turismo, y en otras ciudades como Cartagena ya están tomando nota de la fama que está teniendo la Luna del Río. Rafael Florián, residente de la Heroica, señaló que en su ciudad ya hay rumores de incorporar esta atracción al nuevo Malecón del Mar.
“Creo que estructuras como estas son necesarias para brindar un aspecto nuevo al turismo, pero también para acercar a las personas a una ciudad. Mi familia y yo somos costeños y venimos a Barranquilla cada 2-3 meses, pero la vista que tuve de la ciudad desde la noria fue algo completamente diferente, vale la pena subirse y experimentar algo nuevo”, explicó.
Florián fue enfático en que desde la noria se genera una mirada nueva al río Magdalena. “Hay algo que tenemos que apreciar, porque no todos tienen la oportunidad, y es la vista completa que hay del río desde esta infraestructura. Uno escucha de la isla Salamanca, del viejo Puente Pumarejo, del canal de acceso, y todo esto se logra ver por $15 mil en una atracción que es para el turismo, no sé si era la idea principal, pero les salió mejor el resultado”, contó.
El cartagenero, además, hizo un comparativa de la atracción tanto de día como de noche.
“Obviamente en el día está más vacío y es más fácil entrar, y aunque no haya luces, considero que es bueno para el que viene en familia porque disfruta más y sin estar a la carrera, y que la vista es mejor por supuesto. Luego de noche es un espectáculo para las fotos, para la época decembrina y para el que quiere disfrutar de todo el Malecón”, señaló.
Vivir la experiencia
Carlos Novoa, ciudadano local, explicó que para el barranquillero es más fácil ingresar a la atracción porque tiene más conocimiento de la logística de acceso.
En ese sentido, puso de presente que “la recomendación para los turistas es que compren la entrada virtual, así se evitan las filas y se unen al recorrido antes de tiempo. Igualmente, es un tiempo de espera corto, pero lo mejor es poder subir varias veces, así que hay que optimizar tiempo en lugar de comprar entradas en taquilla”.
Indicó que “se recomienda también llevar sombrillas para el sol, porque más allá de venir a la noria nuestra ciudad tiene una temperatura considerable por todo el Malecón, y los cambios de temperatura en los vagones de la ‘Luna’ pueden ser fuertes, ya que ahí hace bastante frío, para comodidad de los usuarios”.
Por otro lado, Novoa hizo un llamado para cuidar la atracción. “No es un juguete, es como si fuese un edificio, hay que cuidarlo, no botar basura, no moverse mucho mientras estén en el vagón y disfrutar al máximo de ella”.
La proyección a futuro
El alcalde Alejandro Char explicó que la Luna del Río se integra al Gran Malecón como una experiencia única en Colombia, fortaleciendo al turismo como eje estratégico del desarrollo económico de Barranquilla.
Según el mandatario, los cálculos indican que el atractivo podrá traer entre 150.000 y 200.000 personas a la ciudad por año.
De esta manera, la infraestructura fue diseñada para movilizar hasta 930 personas por hora, proyectándose como uno de los nuevos íconos de la ciudad.
Además, la noria fue fabricada en acero de alta resistencia y durabilidad, con un peso de 240 toneladas.





















