En el Atlántico existen varios puntos críticos que en cualquier momento pueden ocasionar algún tipo de emergencia como inundaciones o deslizamientos debido a la llegada de la primera temporada de lluvias al departamento.
En ese sentido, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) realizó un recorrido por varios municipios como Sabanagrande, Campo de la Cruz, Repelón, Juan de Acosta, Baranoa y Usiacurí, para socializar las probabilidades de amenaza que hay asociadas con la ola invernal y la llegada del fenómeno de La Niña al territorio este segundo semestre del año.
Jesús León Insignares, director de la CRA indicó que durante las visitas realizadas a los municipios los alcaldes le han manifestado los problemas de sedimentación que hay diferentes zonas: “en las microcuencas tributarias se está presentando este tipo de problemas, que finalmente también llegan a nuestras grandes cuencas hidrográficas y provoca pérdida de capacidad hidráulica en algunos arroyos y cuerpos de agua, y presencia de taponamientos por material vegetal acuático'.
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De esta manera, la CRA estableció los siguientes puntos críticos en los diferentes municipios, los cuales fueron remitidos a la Subsecretaría de Prevención y Atención a Desastres de la Gobernación del Atlántico para tomar las acciones pertinentes.
Baranoa
Tal cual como lo indica la gran parte de color amarillo que cubre el mapa principal de esta nota, el municipio de Baranoa se encuentra en nivel moderado con respecto a las amenazas por inundación. Sin embargo, hay sectores que están señalados con un círculo morado por su alto nivel de amenaza, como lo son el barrio Chambacú por la creciente del arroyo del mismo nombre, y los sectores aledaños a los arroyos Guariguacia, Perica y Cien Pesos, que presentan una alta sedimentación y tienen poca capacidad hidráulica.
Asimismo, en la parte superior del mapa aparece también como punto crítico el corregimiento de Sibarco, que tiene una alerta de alto nivel por desbordamiento e inundación del arroyo Grande con sus dos derivaciones Sibarquito y San Juan. Este tipo de emergencias ya se dieron en el 2023 y de repetirse puede llegar afectar aproximadamente a 150 hogares.

Campo de la Cruz
El mapa de este municipio evidencia con un color rojo el alto riesgo de inundación que hay en la totalidad del territorio. Particularmente, los sectores de La Esperanza, El Piñoncito, Carmen y El Diluvio son los que están más expuestos a posibles inundaciones y por eso fueron encerrados en un círculo de color verde como zonas críticas.
Al respecto, la alcaldesa municipal, Vanessa Torres declaró desde principios de la semana la calamidad pública en el municipio.
“Nosotros empezamos a comprar 1.500 bolsas y sacos de arena para hacer trincheras y tratar de mitigar por lo menos un mes el daño de las inundaciones a los cultivos de los campesinos en el corregimiento de Bohórquez, pero las lluvias de los últimos días se filtró el agua en una parte de la trinchera y se perdió buena parte del cultivo de maíz y melón que había. Pedimos más apoyo de la Gobernación porque ya es un tema que se nos va de las manos”, dijo.

Sabanagrande y Usiacurí
La CRA informó que cerca del 60% del casco urbano del municipio de Sabanagrande se encuentra en un nivel alto y muy alto de inundaciones por la cercanía que tienen estos sectores con el río Magdalena.
Sumado a esto, se tiene colmatación de las vías, canales y arroyos de drenaje del municipio que impiden la correcta evacuación de las aguas lluvias.
El alcalde Darwin Rosales indicó que para prevenir posibles emergencias 'se está trabajando en la construcción de un Jarillon, una estructura para contener las aguas que se desbordan del río Magdalena con las lluvias. A su vez, se está haciendo mantenimiento a las bombas en los barrios San Benito y Tiburón, que son algunos de los más afectados por los arroyos Cañafistola y la Ciénaga de Sabanagrande'.
Por su parte, en el municipio de Usiacurí se establecieron seis puntos críticos por remoción en masa en el casco urbano del municipio en zonas aledañas a la iglesia principal y la estación de policía.
Además, se estudia la declaratoria de calamidad pública en el municipio. Según la Oficina de Planeación y Turismo ya se declaró la emergencia municipal, con lo cual se pueden se podrá acceder recursos para poder manejar cualquier tipo de desastre que ocurra dentro del municipio por temporada de lluvias.

Alerta por remoción de masa en Juan de Acosta y Repelón
Por las posibles emergencias relacionadas con desbordamiento del arroyo Juan de Acosta, la CRA emitió una alerta de amenaza alta en varios sectores de la cabecera municipal como Villa Estadio, Palenque, La Peronilla y Barrio Porvenir, y en el corregimiento El Vaivén por remoción de masas.
Además, debido a las intervenciones no autorizadas en su cauce, el arroyo tiene cambios en su dinámica fluvial que, con el aumento del caudal en época de lluvia, afecta nuevos sectores cada año, trasladándose la amenaza año a año.
Con relación al municipio de Repelón, el corregimiento de Cien Pesos presenta una situación crítica debido a la amenaza de desbordamiento de dos arroyos que afectarían directamente a la comunidad, por lo que se le dio una categoría de urgencia para su atención. Sumado a esto, la vía del corregimiento presenta afectación por pérdida de la banca.
Igualmente, los arroyos Bartolo y Villa Carolina presentan sedimentación por crecientes que hay por la lluvia, lo que puede provocar emergencias en estos sectores y en el CDI de la zona.























