Las condiciones actuales en el embalse del Guájaro mantiene alerta a todo el sur del Atlántico, ya que ante la posibilidad que este cuerpo de agua alcance sus niveles más bajos, los municipios de Campo de la Cruz, Manatí, Candelaría, Suan y Santa Lucía podrían verse afectados en su suministro de agua y en la seguridad alimentaria de la población.
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De acuerdo con la alcaldesa de Manatí, Yaneris Acuña, las deficiencias en el suministro de agua se deben a múltiples causas que se acrecientan con los bajos niveles del embalse.
'En Manatí el punto de captación de agua está ubicado en el Canal del Dique y la barcaza que tenemos la hemos tenido que trasladar en varias ocasiones porque el agua no llegaba a varios sectores por su bajo nivel. A pesar de que hay maquinaria y motobombas trabajando en el municipio por la Gobernación, esto no es suficiente para garantizar el suministro a la comunidad, hemos llegado al punto de pedir ayuda a los municipios cercanos de Campo de la Cruz con su acueducto para abastecernos del líquido', declaró.
De igual manera, señaló que la situación es crítica en cinco sectores del municipio donde no llega el servicio de agua con carrotanques.
'Hay algunos sectores que por su ubicación se encuentran incomunicados y los carrotanques no pueden entrar, por lo que se hace necesario que la empresa Aqualia, que nos presta el servicio, active sus planes de contingencia en vista de los monitoreos que se vienen haciendo por el nivel bajo del río', aseguró.
Por otro lado, Vanessa Torres, alcaldesa de Campo de la Cruz, indicó que el nivel en el río Magdalena también sigue bajando: 'A pesar de los trabajos que se hicieron en la bocatoma del municipio, una de las más afectadas por la sequía, todavía hay incertidumbre porque los niveles no suben en el río ni en los embalses, esperemos que todo mejore'.
Entretanto, Edward Ecker, alcalde de Santa Lucía, mencionó que se están haciendo los trabajos necesarios para soportar las condiciones de sequía en el municipio.
'Todavía tenemos una problemática de fondo por tener el canal de acceso expuesto, pero se están haciendo todas las regulaciones y mantenimiento necesarios en este espacio para que el servicio de agua se preste de la mejor manera a toda la comunidad en estos tiempos donde los niveles del embalse y el río están bajos', relató.
Acciones
El trabajo de prevención que se viene realizando desde la Gobernación del Atlántico para contener las posibles emergencias por los bajos niveles del embalse del Guájaro y el Río Magdalena ha permitido atender los puntos más críticos que hay todavía presentes en los canales de los municipios. Así lo informó Nelson Oquendo, subsecretario de Prevención y Atención de Desastres del Atlántico.
'Recientemente hicimos un recorrido e identificamos 93 kilómetros del canal de drenaje en Manatí que hay que intervenir. Obviamente todo es una prioridad pero hay 35 puntos neurálgicos en los que estamos trabajando desde ahora mismo. Esa tarea la empezamos con la limpieza de 7 kilómetros del canal interceptor, luego procederemos a limpiar el canal principal. A su vez, procedimos con la limpieza de 76 kilómetros de arroyos porque en estos momentos de sequía hay que aprovechar para meter toda la maquinaria posible para vaciar las vías y que el agua circule de manera correcta cuando lleguen las lluvias', dijo.
Con respecto a lo anterior, el funcionario aseguró que se necesita más apoyo a nivel nacional para cubrir las necesidades en cada territorio.
'Si bien es cierto que la gobernación cuenta con un gran banco de maquinaria, los recursos que tenemos hasta el momento no son suficientes para abarcar todas las necesidades que hemos identificado. Precisamente por eso acordamos una reunión con la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo para que nos respalden en esta iniciativa', comentó.
Por otro lado, Oquendo mencionó que se empiezan a hacer preparativos para afrontar también el fenómeno de El Niño.
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'El pronóstico es que a finales del mes de abril empiezan las lluvias, pero para algunos sectores del departamento como en Candelaria las precipitaciones se adelantaron desde hace unos días y han podido cubrir la necesidad del líquido que requieren sin la ayuda de los carrotanques que despachamos. Si bien es cierto que estamos en crisis con estos niveles del agua, lo peor ya pasó y hay que prepararnos para lo que viene que es la época invernal', contó.
Un panorama esperanzador
Desde la Corporación Autónoma Regional Autónoma (CRA) se vienen haciendo diferentes monitoreos sobre los niveles presentes en el Guájaro para determinar las posibilidades de un ascenso en este cuerpo de agua.
'Históricamente este es un mes de ascensos porque hemos visto que desde hace unos días se mantiene el mismo nivel en el embalse, lo que quiere decir que se están sosteniendo en la cuenca debido a las lluvias. Este es un buen indicio ya que visualizamos que las lluvias vienen llegando y están haciendo efecto en la zona evitando que el agua pierda más centímetros de los que tiene. Esperamos entonces que el Canal del Dique y el río Magdalena suban para abrir compuertas y hacer el llenado del embalse', explicó la bióloga de la corporación, Ayari Rojano.
En ese sentido, precisó que en la estación de medición de Calamar se obtuvo un aumento significativo del río Magdalena de unos 20 centímetros en los últimos días.
Además, indicó que hasta que no se supere la estancia del fenómeno de El Niño en el territorio sólo se otorgarán concesiones de agua para consumo humano o seguridad alimentaria.
'Se suspendieron las concesiones de agua durante todo este año hasta que se supere la emergencia por el fenómeno de El Niño, y se le solicitó a todos los usuarios del recurso hídrico en el departamento actualizar sus planes de ahorro y uso eficiente del líquido', sostuvo.
Voces de la comunidad
Miguel Ángel Reales, residente del municipio de Manatí, afirmó que los pescadores de la zona han tenido problemas para realizar sus actividades debido al bajo nivel del embalse.
'Desde el mes de diciembre que el Guájaro viene disminuyendo sus fluidos nos hemos visto afectados porque vivimos de la comida del río, a los pescadores les ha tocado emigrar a otras partes para pescar, pero nunca va a ser lo mismo que hacerlo aquí, entonces nos sentimos preocupados', manifestó.
También, recalcó que se le viene haciendo un mantenimiento a las compuertas para que haya un mejor trabajo en estas circunstancias de escasez de agua.
Asimismo, Katherine Cantillo, dueña de un establecimiento comercial, dijo que la esperanza que tienen es que las lluvias lleguen al territorio.
'Hace dos días llovió y se pudo recoger algo de agua, lo que hacemos en estas circunstancias es hacer el tratamiento nosotros mismos para poder comercializarla y que sea de beneficio para otras personas de la comunidad', aseveró.


















