La Berbetronik de Carnaval vivió una nueva edición en medio de una mezcla de sonidos alternativos y raizales. Las mezclas de Madame Vacile abrieron la noche, seguida de las adaptaciones de los temas tradicionales de los Gaiteros de San Jacinto, que mostraron un repertorio más internacional.
Hety and Zambo continuó el concierto con nuevas mezclas, antes de que la banda barranquillera Systema Solar se adueñara del escenario y prendiera al público con temas como El patrón, Bienvenido, El botón del pantalón y El were, entre otras.
A las 2:15 de la madrugada, el grupo Buraka Som Sistema hizo su aparición en la tarima del Hotel El Prado para comenzar su descarga de kuduro y sonidos electrónicos. Luego de más de media hora de presentación, los europeos sorprendieron al público que los aclamaba con una invitada que nadie esperaba. Li Saumet, vocalista de Bomba Estéreo, irrumpió en el escenario para cantar su éxito Fiesta, subiendo la temperatura del evento.
Aunque corta, la intervención de Saumet fue muy significativa para los amantes de la música alternativa. Justo después de interpretar Fiesta, la samaria acompañó al grupo portugués a interpretar Kalemba, tema cuyo coro se hizo popular por repetir 'Wegue, wegue, wegue...'. En medio del dúo, la vocalista de Bomba y los chicos de Buraka incluyeron el coro de Mozo, canción que hace parte del álbum Elegancia tropical, del grupo costeño.
Antes de que el tema reversionado llegara a su fin, Li bajó del escenario.
Al culminar la presentación de Buraka, el DJ barranquillero Cato Anaya ambientó la fiesta con sus mezclas por espacio de casi media hora.
A eso de las 3:30 de la madrugada, el otro grupo esperado de la noche subió al escenario. La Factoría llegó para entonar sus temas clásicos, como Todavía, No lastimes más y Que me maten.
DJ Vitola fue el encargado de cerrar la edición número 19 de la Berbetronik.
PROBLEMAS DE LOGÍSTICA. Según reportaron asistentes al evento a través de las redes sociales, el acceso a la fiesta alternativa estuvo complicado. Largas filas de casi dos horas cercaron El Prado y se escucharon quejas por la compra de puestos en la fila de ingreso.





















