Google es hoy por hoy el buscador más consultado en el mundo. Millones de búsqueda se realizan cada hora en un océano de información que reposa en internet proporcionada por los mismos usuarios que ayudan a resolver desde problemas domésticos como grandes proyectos académicos.
Pero no solo se comparte información de dominio público, por ejemplo, la biografía de alguna científica o la definición de palabras un tanto complicadas de entender. Pero también allí reposan datos personales que todo el tiempo estamos proporcionando en sitios web o en redes sociales.
Los ciberdelincuentes abundan en un mundo cada vez más conectado y dependiente de las tecnologías, el robo de información para estafar o extorsionar es una práctica común en la que muchos caen. Google indirectamente estaría posibilitando información sensible de los internautas.
Según un informe de Eset, compañía especializada en ciberseguridad, cualquiera podría acceder a información delicada de usuarios de internet a través de los resultados de las búsquedas, algo que hacemos cuando navegamos por el buscador.
Esto se debe a que al ejecutar una búsqueda en Google, se emplean una serie de ‘palabras clave’ y operadores que trabajan como un tipo de lenguaje de consulta que funcionan como un filtro para la información que debería aparecer en los resultados.
Hasta aquí no hay nada inofensivo, sin embargo, alguien malintencionado podría acceder a esos datos confidenciales en lo que se ha denominado “Google Hacking” o “Google Dorks”.
Eset ha advertido que dependiendo a los parámetros utilizados para la búsqueda, los resultados varían convirtiendo a información sensible en presa fácil para los delincuentes que pueden recabar datos de valor.
Entre lo que los ciberdelincuentes pueden tener acceso están URLs privadas, usuarios y contraseñas de acceso a cuentas, contenido audiovisual privado, como fotos y vídeos, números de identificación, de teléfono, y otros tipos de documentación; información bancaria como números de cuenta o tarjetas de crédito, bases de datos con correos electrónicos o acceso a cámaras de seguridad en tiempo real.
Lo peor de todo es que el “Google Hacking” no es una práctica ilegal pues esto ayuda a mejorar la experiencia de los internautas permitiéndoles tener resultados más precisos a sus búsquedas. Sin embargo, así por descuido o inacción pueden quedar expuesto lo que no queremos.
En caso de que usted haya encontrado su información expuesta en el buscador tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Información personal que no debería ser visible ni accesible para cualquiera: solicite su eliminación mediante Google Search Console.
- Contraseñas: cámbielas y de ser posible habilite de inmediato la función de autenticación en dos pasos.
- Mensajes de texto y correos sospechosos: no confíe en ellos cuando le soliciten descargar archivos o acceder a sitios sospechosos.





















