El Centro de Eventos Puerta de Oro se llenó de una energía especial cuando Tulio Zuloaga, conocido en el mundo digital como Tulio Recomienda, se presentó en Sabor Barranquilla 2024 la tarde de este sábado.
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Los asistentes esperaban con emoción el regreso de este influyente personaje, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de la gastronomía popular en Colombia, gracias a iniciativas como Burger Master, Sushi Master y Pizza Master.
Tulio, quien acumula más de 4 millones de seguidores en sus redes sociales, no solo se ha ganado el respeto por sus recomendaciones culinarias y recetas accesibles, sino también por su historia personal de superación, que compartió con el público barranquillero.
Durante su intervención, el cocinero habló desde el corazón, revelando un lado más íntimo de su vida, marcado por momentos de duda y desesperanza.
“Hace unos años, no daba un peso por mí. Cada día me levantaba sintiéndome el mayor fracasado del país. Algunos decían que la vida me había dado la espalda, y yo me lo fui creyendo”, añadió.
Tulio recordó con gratitud esas lágrimas compartidas con su audiencia, reconociendo que todos esos desafíos no fueron en vano, sino lecciones necesarias para convertirlo en la persona que es hoy.
“Entendí con fuerza que la vida me había dado de palos durante muchos años para prepararme, para levantarme; para que yo pudiera hablar fuerte y lograra convertirme en mensajero de su única verdad y del más grande secreto del éxito: pensar primero en los sueños de los demás antes que en los propios y ayudarles para que se hagan realidad”.
El mensaje de Tulio, que resaltó la importancia del servicio desinteresado como el camino hacia la felicidad y el éxito personal, logró conectar con el público. Según él, solo cuando comenzó a enfocarse en el bienestar y los sueños de los demás, su vida tomó un sentido más pleno.
“En la medida en que piensas más en los demás que en ti mismo, tu existencia empieza a tomar sentido: el miedo se va, la incertidumbre se va, la soledad se va y llega el éxito como nunca imaginaste”.
El momento culminante de su intervención ocurrió cuando compartió una experiencia reciente en la que un joven conductor, desconocido para él, se detuvo en medio de la vía para orar por él. “Entonces entendí: todo esto se ha hecho palabra e inspiración. Aquí estoy, aquí he estado siempre”.
Para cerrar su presentación, Tulio, que en su juventud había incursionado en la música, decidió reconciliarse con esa faceta de su vida y, para sorpresa de todos, volvió a cantar un poco.
