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Era un día como cualquier otro en la Europa de los años 70, más exactamente 1974, cuando Ernő Rubik, un profesor de arquitectura húngaro, ideó un pequeño objeto que cambiaría el mundo del entretenimiento y la lógica para siempre.

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El cubo de Rubik, aquel rompecabezas multicolor, celebra su 50 aniversario desde su creación, y su impacto sigue siendo tan vibrante como sus seis caras. Lo que comenzó como un intento de explicar principios geométricos a sus estudiantes, pronto se convirtió en un fenómeno global.

Con más de 450 millones de unidades vendidas, el cubo de Rubik no solo es un juguete, sino un símbolo de ingenio y persistencia. Ha inspirado competencias internacionales, conocido como speedcubing, en la que participantes de todo el mundo compiten por resolver el cubo en el menor tiempo posible. El récord actual es asombroso: 3,13 segundos, a cargo del norteamericano Max Park.

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Más allá de los números, el cubo de Rubik ha permeado la cultura popular, apareciendo en películas, libros, y siendo objeto de innumerables estudios y documentales. Es una prueba de que, incluso en una era digital, los desafíos analógicos siguen capturando la imaginación.

A medida que celebramos medio siglo de este ingenioso invento, recordamos que su verdadero encanto reside en la satisfacción de ver las caras coloreadas alinearse, un testimonio del poder del intelecto humano.

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Es por ello que EL HERALDO le trae la historia de Yeison Rolón, un docente de la Institución Educativa El Campito que lo utiliza en sus clases para hacerlas más didácticas. También visitamos dos puntos de venta icónicos en la ciudad en los que es ofrecido en todas sus evoluciones.

Josefina Villarreal

Aprendiendo con el cubo

Son muchos los barranquilleros, atlanticenses y colombianos que crecieron aprendiendo de matemáticas gracias al cubo Rubik. Y esto es algo que se sigue haciendo en los distintos colegios de la ciudad.

Una de las instituciones que usa esta pedagogía es la IED El Campito, en la que el profesor Yeison Rolón, quien lidera el Club de las Matemáticas Divertidas, usa diferentes juegos, entre ellos el cubo, para enseñarles a sus estudiantes, desde los más pequeños hasta los más grandes, conceptos de su asignatura.

Este espacio que nació en 2017, cuenta el profesor Yeison, surgió como respuesta a la necesidad de ofrecerles a los estudiantes un espacio diferente a la clase regular y a la educación tradicional, en la cual ellos puedan reforzar y afianzar temas matemáticos de una manera diferente.

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Así fueron utilizando diferentes pedagogías y una de las más apetecidas por los estudiantes, que van desde primero hasta grado once, ha sido el cubo Rubik.

“En el ámbito pedagógico, el cubo es una herramienta muy poderosa para enseñar matemáticas. A veces lo vemos solamente como un juguete, pero el cubo en realidad nos enseña. Por ejemplo, entre las cosas que más le produce al estudiante es que le enseña a pensar de manera lógica. Le hace potencializar ese pensamiento espacial para que se ubiquen los movimientos, el algoritmo de cada una de las formas que tiene”, detalla el profesor.

De igual forma, explicó que los resultados se observan cuando los estudiantes, con facilidad y con mucha naturalidad, pueden hablar de temas, incluso realizar operaciones sin que se les dificulte.

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“Pasar por lo manipulativo les hace a ellos entender mayormente lo que es abstracto y lo que es pictórico, que son los elementos que la matemática utiliza. Si no pasamos por lo manipulativo, por lo experimental, se nos dificulta siempre entender temas tan complejos. Pero el hecho de trabajarlos en la parte lúdica nos genera un aprendizaje más significativo”.

Es así como ahora logran trabajar en este club tres días por semana, lunes, miércoles y viernes, para aprender sobre temas complejos como la potencia de un número, la raíz cuadrada, cuadrados perfectos y más.

“Temas que explicarlos en el tablero de manera tradicional para ellos no significa mucho”.

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“Consideramos que la lúdica es una herramienta muy poderosa. A través del juego podemos enseñar y los estudiantes pueden aprender diferentes temas matemáticos, lo cual les genera mayor interés y motivación cuando lo hacen jugando. Se divierten, pero al mismo tiempo aprenden”.

Este Club de Matemáticas Divertidas ha recibido varios reconocimientos como Mejor experiencia significativa 2019, Premio maestro de la Costa en la categoría Maestro creativo 2022, Premio Graduado Unicosta 2023 en el ámbito de educación y sociedad, y el Premio Educa-Latinoamérica 2023 por la educación de calidad.

Josefina Villarreal

Una pasión desde niño

A la edad de 8 años Deymar Yepes se encontró de frente con el cubo Rubik gracias a un tío que le propuso el reto de ver quién lograba armarlo primero. Allí intentó muchas veces hasta que pudo lograr hacerlo después de varios días. La curiosidad le quedó y un par de años más tarde ingresó al Club de las Matemáticas Divertidas.

“Luego con ayuda del Club de la Matemática fui conociendo más a fondo lo que era este cubo, aprendí los pasos y los algoritmos para poder resolverlos. Luego aplicando los conocimientos y las habilidades que iba desarrollando durante el club como era el pensamiento espacial, fui pensando e imaginándome cuáles eran los próximos pasos que tenía que seguir. Y así con tiempo y dedicación fui bajando mis tiempos resolviéndolo de una manera más rápida”, detalló el joven que ahora cursa décimo grado.

Josefina Villarreal

Un furor que continúa

El centro de Barranquilla es mágico. Todo es posible en ese sector de la ciudad. Y allí el furor por el cubo Rubik sigue como si no hubiera pasado un solo día desde que saliera a la venta en 1980.

Y el Edificio Avianca es el lugar ideal para conseguir cualquier variedad de cubos. Desde el clásico 3x3 hasta algunos más complejos como el 7x7, pasando por rarezas como un cubo combinado con un spin o uno llamado ‘espejo’ que todas las caras del juguete son del mismo color.

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“Este tipo de juegos les agrada a todo tipo de personas, desde niños hasta personas mayores, incluso por lo general siempre vienen los padres para obsequiarles este tipo de regalos a los niños porque desarrolla mucho sus pensamientos, les da mucha más paciencia porque la verdad ayuda mucho. También es un juego de mucha concentración, así que la mayoría de los papitos lo buscan para niños que tienen dificultades por lo menos de atención y concentración, entonces ayuda mucho en esa parte”, explica Katia García, quien vende en uno de los locales del lugar.

García explicó la gran variedad de rarezas que hay en el local como el cubo espejo, que se caracteriza porque, a diferencia de los demás cubos, es de un solo color, pero sus lados son diferentes y cuando lo desordenan tiende a formar una figura rara.

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“También tenemos otro que le decimos de engranaje, es un 3x3 pero es un cubo tipo de engranaje, al momento de moverlo también hace unas figuras curiosas. No es tan complicado de armar, pero sí es muy curioso a la vista”, detalló.

Josefina Villarreal

De ahí en más los cubos oscilan sus precios entre los 5 mil pesos hasta los 100 mil, pues a medida que la complejidad aumenta su valor también. Además, hay algunos otros que son el clásico 3x3, pero de colección, con colores metalizados.

“También manejamos un cubo que lo tenemos hace poco, pero ha gustado, es un cubo spinner, ha gustado bastante, se deja armar, o sea lo pueden armar, es fácil, también es un 3x3. Manejamos lo que son los cubos 2x2, hay cubos de pirámides de diferentes tipos, hay pirámides que no se dividen como tal en cuadros, sino que en el centro tienen figuras distintas”.

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Por su parte, Larianis Palencia, otra vendedora de un local en el Centro Comercial El Paseo, en el que los cubos son el principal atractivo, indicó que el boom de este juguete no pasa durante el año, todos los días hay gomosos de este tipo de retos que llegan buscando entretención.

“Aquí tenemos variedades como el que está pintado como un tornasol y le gusta a los más pequeños porque en la noche logra brillar y eso llama mucho la atención. Es un clásico 3x3 que enloquece a todos”, precisó la mujer.

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