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Barranquilla amaneció de moda y al caer la noche, volvió a brillar con todo su esplendor. A las 7:00 en punto, el Pabellón de Cristal del Gran Malecón se convirtió en el epicentro del glamour caribeño. A esa hora se abrieron las puertas para dar inicio a la pasarela inaugural del Congreso número 14 de Ixel Moda.

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El desfile, realizado en el marco de Barranquilla es Moda fue inaugurado por la cartagenera Beatriz Camacho con una colección que exaltó la libertad y la feminidad en su máxima expresión.

A las 8:40 p.m. se encendieron las luces del recinto para dar paso a una pasarela que exhibió tonos malva, índigo y rosa orquídea. Camacho, apostó por tejidos livianos y cortes asimétricos.

Vestidos de flecos en tonos verde agua y gris fueron protagonistas, así como diseños de silueta clásica con patrones geométricos difuminados.

Tonos aguamarina, dorados luminosos y transparencias etéreas fueron el reflejo sobre el piso espejado, creando la ilusión de un mar, el mismo que se observaba en el fondo de la pantalla.

El uso de materiales nobles y responsables, como el lino, la seda y el algodón, define su esencia. Son fibras naturales que además de aportar frescura y ligereza, también comunican respeto por el entorno. A través de ellas, Camacho construye prendas que resisten el paso del tiempo y conservan el alma de lo hecho con propósito.

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Con más de veinte años de trayectoria, la diseñadora presentó ‘Marea’, una colección que traduce en prendas el vaivén del mar y la profundidad de su misterio.

“Esta colección es inspirada en el mar, en lo profundo, en lo enigmático, en su color y en su movimiento. Todo eso lo quisimos reflejar en la pasarela, en las telas que se movían, en el brillo que evocaba la luz de la luna cayendo sobre el mar”, dijo a EL HERALDO.

Camacho logra que la prenda respire, que acompañe y no oprima, que evoque el alma libre de la mujer moderna sin perder su esencia de elegancia.

Presentar esta colección en Barranquilla, según la diseñadora, fue un acto natural. “Barranquilla es moda. Es lo máximo, porque volvimos a ser una ciudad de moda. Aquí la gente respira y vive la moda. No es apática, aquí la moda es la moda”.

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Además, es un reflejo del amor por lo que hace. “Le doy gracias a Dios porque siento que mi trabajo es una pasión. Me da estos espacios para mostrar lo que siento, pero sobre todo, para trabajar con un equipo que amo. Yo simplemente dirijo el proceso, pero detrás hay muchas personas que trabajan con amor, con entusiasmo y con felicidad. No hay mejor bendición que levantarse feliz a trabajar, y yo me levanto feliz todos los días”.

La diseñadora, reconocida por su estilo elegante y orgánico, también habló sobre lo que representa vestir una prenda suya: “Cuando una mujer compra una prenda de Beatriz Camacho, lleva un vestido que nunca va a pasar de moda. Una pieza que siempre la hará sentir especial, que le recordará momentos importantes”.

Y añadió algo que resume su filosofía de diseño: “Yo no creo en la moda como algo desechable. Creo en esa moda que ahora llaman sostenible, pero que para mí significa buena calidad, diseño especial, algo que tú quieres guardar porque tiene un valor sentimental. No lo que se desecha, sino eso que te representa, que se vuelve parte de ti”.

Vistiendo la esencia de la mujer

La segunda pasarela de la noche estuvo a cargo de la diseñadora sincelejana Adriana Fernández, quien presentó una propuesta femenina, natural y atemporal.

Fernández ha expresado en diversas ocasiones que diseñar para las mujeres, entender sus necesidades, sus miedos, sus pasiones y sus motivaciones ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de su carrera.

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En la pasarela, los colores tierra se mezclaron con texturas naturales. Una modelo abrió la escena con una blusa de seda coral de mangas amplias, que caía con movimiento sobre una falda corta estampada en tonos rojizos y azulados.

Minutos después, otra silueta recorrió la pasarela con una camisa blanca de cuello alto y volantes, combinada con pantalones de corte recto y estampado floral.

Jesús RuedaLas diseñadoras como Beatriz Camacho y Adriana Fernández dieron vida al desfile liderado por Barranquilla es moda desde el Pabellón de Cristal.