El periodismo colombiano, en especial el costeño, está de luto tras la partida de Juan B. Fernández Renowitzky, a los 99 años de edad.
Este hombre que estuvo cerca al siglo de vida, perteneció a una de las familias más connotadas en la prensa y la política nacional, Juan B. Fernández Renowitzky era uno de los grandes maestros del periodismo del país. Su partida ha sido lamentada por familiares, amigos, dirigentes políticos, empresarios, intelectuales y lectores de nuestra casa editorial, debido a que Fernández Renowitzky, dejó una huella imborrable en la historia de la prensa.
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Su legado, marcado por permanecer cerca de tres décadas como director de EL HERALDO, es visto como una de las contribuciones más trascendentes a la identidad cultural y democrática de la región.
El historiador, periodista, abogado y político Gustavo Bell Lemus, dijo que conserva los mejores recuerdos a su lado y, en especial, un profundo sentimiento de gratitud por haberlo honrado como su sucesor en la dirección de EL HERALDO en 2005. “Fue un auténtico maestro del periodismo: sabio, ilustrado, certero y generoso en sus consejos, además de extremadamente respetuoso de la libertad de pensamiento”.

Bell Lemus lo catalogó como “un firme defensor de la región Caribe”, y destacó que su participación en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 resultó decisiva, en particular para la aprobación de los artículos que consagraron la posibilidad de crear las regiones administrativas y de planificación, así como su reconocimiento como entidades territoriales. “Lamentablemente, no alcanzó a ver realizada esta aspiración en vida. Su trayectoria se entrelaza con la historia de la Costa durante la segunda mitad del siglo XX”.
Destacó además su exquisito y fino sentido del humor, del cual dijo es poco común en nuestro medio. “Fue un liberal en el más amplio sentido de la palabra, un ciudadano ejemplar y, ante todo, un gran Señor —con mayúscula—, como pocos van quedando en Barranquilla. Por eso, nunca dejé de dirigirme a él como don Juan. Su partida deja en la ciudad un gran vacío, difícil de llenar”.
El arte de la conversación
El director general y cofundador de la Fundación Gabo, Jaime Abello Banfi, destacó que a pesar de que estudió Derecho, se formó como periodista en la sala de redacción de EL HERALDO donde pasó gran parte de su tiempo.
“Lo manejó con gran altura y con gran habilidad envidiable, manteniendo el liderazgo del periódico en la región, siendo el medio de consulta obligatoria para todas las personas interesadas en saber por dónde estaba la economía, la sociedad y la política en el Caribe colombiano”.
Abello Banfi se refirió también a la gran amistad que tuvo con Gabo. “Se conocieron desde la infancia, alrededor de 1940, un dato que Gabo menciona en su libro Vivir para contarla, donde lo destaca como el amigo que le enseñó el arte de la conversación. Gabo mantuvo siempre esa amistad con Juan B. quien le escribió un artículo precioso cuando recibió el Nobel de Literatura. De hecho Juan B. era uno de los grandes informantes de Gabito en aquellos tiempos cuando no había internet, él lo actualizaba de todo lo que pasaba en nuestra región”.
Producto de esta amistad surgió también una alianza entre la Fundación Gabo y EL HERALDO.
En Villa Heraldo, del 24 al 28 de mayo de 1995, el nobel dirigió su primer taller de reportaje para jóvenes periodistas.
“Para ello pidió la presencia de un experto en dibujar retratos hablados del F2 para establecer una dinámica que estimuló la creatividad de los participantes”, recordó.
Gran intelectual del Caribe
El sociólogo Édgar Rey Sinning, colaborador cercano y amigo del maestro Fernández, expresó a este diario el profundo vacío que deja su partida, recordándolo como “el gran intelectual del Caribe”.
“Juan B. no solamente era un periodista, un político, un diplomático o un funcionario de Estado, sino un intelectual cálido, de mucho peso. Su amistad con personalidades como Gabriel García Márquez da testimonio de ese nivel de intelectualidad”, afirmó Rey Sinning, quien comenzó a publicar sus artículos y columnas en EL HERALDO en 1986.
Según el sociólogo, Fernández Renowitzky fue un hombre que abrió las puertas de EL HERALDO a la producción cultural de la región, garantizando un espacio para ensayistas y escritores. “Siempre consideró que su periódico era, por excelencia, el diario del Caribe, porque permitía que las voces de sus intelectuales fueran escuchadas y respetadas”, recordó.
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El académico también resaltó el papel de este intelectual como defensor de la libertad de expresión y como garante de un periodismo comprometido con la democracia. “Siempre lo consideré un paladín de la libertad de prensa, un hombre entregado a permitir que los intelectuales del Caribe escribiéramos en un periódico abiertamente liberal y Caribe, que reflejaba nuestro sentir”, sostuvo quien fuera gerente de Telecaribe.