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Por Emilin Quintero

El talento del barranquillero Álvaro Cepeda Samudio, uno de los miembros reconocidos del Grupo de Barranquilla, no sólo haría historia en el mundo literario con obras como La casa grande o en el cine con el cortometraje La langosta azul, sino también en el plano deportivo.

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Este habilidoso escritor y periodista costeño se convirtió en el primer enviado especial colombiano al torneo de selecciones más antiguo del planeta, la Copa América. Lo hizo en 1947 con el diario El Nacional para cubrir todos los detalles de la edición 20 de este certamen deportivo, que en aquel entonces se denominaba Campeonato Sudamericano, y que vería coronarse como campeón a la Selección Argentina que contaba con figuras como Alfredo Di Stéfano.

Todos estos detalles fueron dados a conocer este miércoles en La Cueva, el bar que tanto frecuentó Cepeda Samudio junto a otros grandes pensadores como Gabriel García Márquez o el pintor colombo-español Alejandro Obregón.

En un conversatorio liderado por el catedrático Alfredo Sabbag y el periodista Estewil Quesada, presidente de Acord Atlántico, se elogió esta hazaña lograda por este inquieto hombre.

Fotos archivo EL HERALDO

Una entrevista única

‘El Nene Cepeda’ como era llamado, por ser el más joven del Grupo de Barranquilla, fue el primero en proponer una estética desconocida en Colombia, divagando el contraste entre la vitalidad de la periferia costeña frente al racismo excluyente de la cumbre andina. Con el paso del tiempo su nueva técnica narrativa resaltó su contribución al periodismo deportivo, especialmente en fútbol, boxeo, baloncesto y béisbol.

Para Estewill Quesada, “Cepeda es un hombre del deporte, el reportaje y la crónica. Desde muy pequeño denotó el amor por el deporte aunque no era muy copartidario con el periodismo deportivo, escribió la nota periodística con más reproducción que ha tenido este país en todos los tiempos, fue la del reportaje de Garrincha publicado el 6 de septiembre del año 68 en dos periódicos, de manera simultánea Diario del Caribe, donde él era el editor y El Tiempo. Garrincha quien había jugado el 25 de agosto su único partido con el Junior, fue abordado por Cepeda Samudio. Se trataba de un bicampeón del mundo”, afirmó el presidente de Acord Atlántico.

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Marcó varios hitos

En 1946 entra a colaborar en el periódico ‘El Nacional’ cubriendo los quintos Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se inauguran el 9 de diciembre en el estadio ‘Tomas Arrieta’, primera vez que se realizaban unos juegos en una ciudad no capital, que sería la emblemática Barranquilla, es allí donde Cepeda Samudio realiza sus primeras notas del primer evento más grande del país, llevándolo a convertirse en orgullo del periodismo del Caribe con un bagaje literario inmenso.

“Hay una relación pasional, muy particular de Cepeda con el periodismo deportivo en particular. A Cepeda le encantaba el periodismo deportivo. Cada vez que podía, escribía y hacía trabajo de deportes. Para Cepeda, el periodismo deportivo era muy importante, pero a su vez él criticaba mucho al periodismo deportivo. De hecho, hay un artículo del año 67 firmado por él, en el Diario del Caribe en el que acusa al periodismo deportivo de ahuyentar a los indios del estadio, después de un partido que Junior pierde con el Quindío 5-1.”, expreso Alfredo Sabbagh.

La Copa América de 1947 representó un momento crucial en la historia del fútbol sudamericano. Para Colombia, este evento fue aún más significativo gracias a la labor de Cepeda Samudio, quien, a los 21 años, fue designado como enviado especial para cubrir el torneo.

“Viaja a Guayaquil a cubrir el Campeonato Sudamericano de Fútbol en medio de un viaje amigable. La mayoría de los integrantes de la selección Colombia eran deportistas de Barranquilla y él los conocía, a Efraín ‘Caimán’ Sánchez que era su compañero, y amigo, todos ellos eran observados de cerca por Cepeda Samudio, entonces fue un viaje de camaradería entre él y los futbolistas, el cuerpo técnico y los integrantes de la selección”, destacó Quesada.

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Las crónicas de Cepeda Samudio en El Nacional no solo informaron sobre los partidos y sus resultados, sino que captaron la esencia y la pasión del fútbol sudamericano. Su enfoque narrativo ofreció a los lectores una experiencia rica y detallada del torneo en el que a Colombia le iría como “perro en misa”, al salir goleada en varias de sus presentaciones.

Fotos archivo EL HERALDO

Amante al deporte

Desde muy pequeño Cepeda mostró el amor por el deporte, hacía parte del grupo deportivo de baloncesto del Colegio Americano; ahí cosechaba su poderosa amistad con Mike Schmulson quien era su mejor amigo en el periodismo y que en diversas conversaciones con grandes periodistas afirmaba que Álvaro Cepeda, a pesar del asma que padecía, era extremadamente bueno en el baloncesto y era un buen mediocentro en el fútbol. Pero, debido a su condición de salud no pudo seguir demostrando su pasión por el deporte.

Álvaro Cepeda Samudio falleció el 12 de octubre de 1972, pero su legado sigue vivo. Su trabajo pionero como periodista deportivo y sus aportes a la literatura y el periodismo colombiano continúan siendo una fuente de inspiración.