Cantinflear. Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua significa 'hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada con sustancia'.
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Pues, la razón detrás de este peculiar verbo se debe a Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes o simplemente Mario Moreno. O, como el mundo lo conoció y se rió con él, el inolvidable Cantinflas.
Este jueves se conmemoran tres décadas de su fallecimiento, fue el 20 de abril de 1993 cuando la chispa de este personaje dijo adiós. Sin embargo, la trascendencia de su obra continúa hasta la actualidad.
Películas como El barrendero, El padrecito, Ahí está el detalle, ¡A volar joven!, o Su excelencia, hacen parte del imaginario colectivo del latinoamericano. Su caracterización de diferentes personajes de la sociedad hizo que se ganara el cariño de todos.
Asimismo, su particular forma de hablar, su bigote, su gabardina, su camisa y pantalones viejos.
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El hombre de las mil vidas
Cantinflas, a lo largo de su vida, tanto en el aspecto personal como en el profesional se dedicó a un sinnúmero de oficios y profesiones.
Desde limpia botas hasta boxeador, pasando por mimo y figura circense, fueron algunos de los oficios que hizo en su vida.
Fue el sexto de 14 hermanos. 'No faltaba nada, pero sobrar tampoco', dijo alguna vez en una de las últimas entrevistas que concedió.
Precisamente en ese camino de encontrar qué hacer con su vida y ayudar en su casa, se enlistó en el Ejército. Con el poder de la palabra que lo caracterizó, mintió en su edad (16 en ese entonces), diciendo que tenía 21. Su padre, Pedro Moreno Esquivel, pidió su baja y el periplo de Cantinflas apenas empezaba.
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Fue en un circo cuando le tocó informar las funciones del día siguiente debido a la ausencia de quien lo hacía. Lo que debía decir se le olvidó.
'Para no decirle a la gente que se me había olvidado todo seguí hablando, pero la gente no agarraba bien lo que yo decía y yo veía que medio se reían'.
A partir de ahí, las risas acompañaron su vida. Fue hasta 1936 cuando incursionó por primera vez en el cine con la película No te engañes, corazón. Desde ese momento el cine y él fueron inseparables.
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El pionero en Latinoamérica
Lo que hizo Cantinflas en el cine latino fue un antes y después para las artes escénicas. Su gran cantidad de películas, sus logros conseguidos, entre ellos haber sido ganador del Globo de Oro al Mejor Actor en película de comedia o musical por La vuelta al mundo en 80 días, lo ponen como uno de los pioneros.
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El Doctor en Comunicación e investigador, Óscar Arias Díaz, explicó: 'Sin Cantinflas no habría Chespirito y sin Chespirito no veríamos en pantalla comediantes, actores y directores como Eugenio Derbez u Omar Chaparro'.
Asimismo, indicó que se consolidó durante muchos años por títulos como El Bolero de Raquel, El Padrecito o El Barrendero, en los que acerca a los personajes marginados de la sociedad a la gran pantalla.
'El legado es indudablemente valioso y no solo por marcar una era de oro del cine Mexicano, sino también por llenar las salas de cine y mantenerse vigente incluso hasta hoy', finalizó Arias.
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Entre la risa y el drama
A pesar que sus películas eran comedias, nunca dejaba por fuera temas como la reflexión, la crítica social y el melodrama, un género que en Latinoamérica siempre ha tenido admiradores.
El Doctor en comunicación y profesor investigador de la Universidad de La Sabana, Jerónimo Rivera, comentó que sus películas no eran exclusivamente comedia física, sino que era una comedia mucho más dramática que lograba conmover.
'Se acercaba bastante al melodrama y para los latinoamericanos es muy importante, nos conecta mucho con nuestras raíces y creo que también por eso Mario Moreno logra trascender'.
Adicionalmente a esto, 'en cada película tenía una profesión distinta tenía un entorno diferente, entonces esto hizo que se conectará muy bien con las clases populares'.
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Fan en Barranquilla
El fanatismo que ha tenido el público barranquillero por el actor Mario Moreno y sus películas es algo que trasciende toda lógica. Uno de esos amantes empedernidos de las cintas del mexicano es Reinaldo Palacio.
Reinaldo, quien comenzó a seguir la carrera de Cantinflas gracias a la película Sube y baja, comentó que 'era un artista único e irremplazable por su forma de expresarse hacia la comunidad'.
Asimismo, puntualizó que del cómico le gustan todas sus películas 'pero hay una que si la ponen tres veces en el día, tres veces me la veo: Su excelencia'.
Tanto es su fanatismo que, al concentrarse viendo alguna de las actuaciones de Moreno, el mundo deja de existir. 'Se me olvidó el partido de Junior el domingo. El vecino me preguntó que si lo había visto y le dije que no, que no sabía que jugaba, cuando me concentro a ver Cantinflas no me mueve nadie, me estaba viendo El barrendero'.
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En Colombia
La relación de Cantinflas con el país fue más allá de lo que significaron sus películas para los colombianos. Visitó Colombia en varias ocasiones.
Una de las más recordadas se dio cuando fue jurado del Concurso Nacional de Belleza en 1962, que terminaría coronando a la barranquillera Martha Ligia Restrepo como la ganadora.
Una de las últimas veces que el virtuoso cómico estuvo en el país, se dio en 1985 en el marco de la edición número 25 del FICCI, del que fue designado como presidente del jurado.
Uno de los que compartió en ese momento con el mexicano fue el periodista Edgar ‘Flash’ García, quien comentó que 'era sueño de niño, que con el tiempo parecía inalcanzable'.
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Asimismo, explicó a AL DÍA que el célebre Víctor Nieto, fundador del Ficci, le encargó recibir a Cantinflas y atenderlo durante su estadía en la ciudad. 'Víctor me dijo que hiciera una fiesta. Con semejante oportunidad, pensé para mis adentros que tendría que ser un fiestonón. Invité a más de 100 personas. La comida fue paella para todos'.
Sobre Mario Moreno, indicó que en primera instancia 'me pareció muy serio, formal. En privado fue el Cantinflas que todos conocimos en las películas'.





















