El arroz es considerado un alimento base para la nutrición de muchas cultas en el mundo, especialmente la asiática y latinoamericana, no obstante, consumirlo a diario puede generar un impacto en la salud a largo plazo.
Este cereal contiene carbohidratos complejos que generan energía constante para quienes lo consumen, es decir, es una fuente importante en la nutrición. No contiene colesterol ni gluten, además es bajo en grasas y por ello puede ser consumido por personas con intolerancias alimenticias.
En un estudio realizado en la Clínica de Nutrición y Salud, la doctora Ana García, aseguró que aunque el arroz “es fuente de vitaminas y minerales como el hierro y el magnesio que son esenciales para el organismo, la frecuencia y cantidad de consumo debe reconsiderarse”, dijo la nutricionista.
Esto debido a que el arroz blanco contiene un alto índice glucémico, es decir, puede elevar de manera rápida los niveles de azúcar en la sangre si se consume contantemente y en proporciones mayores.
De igual manera, el consumo excesivo de este cereal puede ser un problema para aquellas personas que desean bajar de peso o tienen problemas diabéticos.
Posibles efectos negativos
El consumo excesivo de arroz blanco puede generar efectos negativos en la salud a largo plazo, además del aumento de la obesidad, especialmente si se consume en su forma refinada.
“El arroz blanco carece de fibra dietética, lo que puede afectar la salud digestiva y aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares”, afirmó la doctora García.
La nutricionista además, recomienda el consumo de arroz integral, ya que este si conserva la capa de salvado y el germen, convirtiéndose en una opción más saludable por su alto nivel de fibra y nutrientes.
“Consumir arroz integral en lugar de arroz blanco y variar la dieta incluyendo otros alimentos ricos en nutrientes”, fue otra recomendación de la doctora sobre los beneficios para la salud.
