Cáncer de tiroides: una enfermedad que sale del silencio

Con la voz notablemente afectada, Benilda Beltrán, de 55 años, una sobreviviente del cáncer de tiroides confiesa que en un momento no le importaba si quedaba muda, ella simplemente lo que quería era 'seguir disfrutando de la vida'.

Fue el 14 de mayo de 2015 cuando la mujer fue sometida a una cirugía de 18 horas, pues ya su cáncer estaba bastante avanzado. Sin embargo, los primeros síntomas que tuvo un año antes no fueron asociados con esta enfermedad o nunca imaginó que se trataría de un cáncer.

'Yo empecé a subir de peso rápidamente, fui al médico y me decían que yo tenía obesidad, pero nunca me mandaron a hacer un examen. Me sentía muy cansada, fatigada. Volví al médico y me decían: ‘Está obesa, coma esto, no coma esto’. Y así fue que de un momento a otro, me quede así'.

Sin saber realmente que la causa de sus cambios en la alimentación era debido a un cáncer, continuó su vida. En un momento, tiempo después, sucedió lo contrario: bajo de peso y ya comer le incomodaba, se atoraba y empezó a tener miedo de comer.

En ese momento empezaron a hacerle exámenes de tiroides y se dieron cuenta de la compleja situación. 'No me daba cuenta que al atorarme ya estaba comprometida la nariz, la faringe, el esófago y las cuerdas vocales por eso tuvieron que hacerme un vaciamiento total'.

Y es que así como sucedió con Benilda, el cáncer de tiroides se caracteriza principalmente por no tener sintomatología en sus primeras fases.

De acuerdo con el cirujano de cabeza y cuello Ismael Hernández estos tumores son sintomáticos cuando ya son enfermedades avanzadas, pero 'lo habitual es que sea una lesión asintomática y muchas veces se descubre de forma incidental'.

Por ejemplo, explicó Hernández, 'un paciente que tenga un trastorno endocrinológico, que dé síntomas de hipotiroidismo, o sea de que su tiroides no produce la cantidad de hormonas necesarias, se le hace un estudio y dentro del estudio se indica siempre un estudio de imágenes que lo habitual es una ecografía y eso permite descubrir tumores de tiroides porque lo que está dando síntomas en ese paciente probablemente sea la falta de hormona tiroidea, pero no el tumor como tal, porque muchos tumores no producen alteración de la funcionalidad tiroidea, entonces no es fácil descubrirlos tempranamente'.

'Aproximadamente por cada 10 pacientes que tenemos de cáncer de tiroides, siete u ocho son mujeres y dos son hombres, pero tiene una mayor repercusión desde el punto de vista de salud en los hombres'.

Andrés Arturo Cuellar, médico endocrinólogo del Grupo de Endocrinología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología, explicó que el tratamiento después de la detección del cáncer depende de las características que este tenga.

'Usualmente una vez detectado un nódulo de tiroides, el paso a seguir es dependiendo de las características ecográficas que tiene. Hay que definir si toca hacerle una punción a ese nódulo. Si ese nódulo es benigno y no toca hacer absolutamente nada o dependiendo también de las características, el nódulo puede ser maligno y el paso a seguir es realizar la resección quirúrgica, es decir, sacar la tiroides'.

Finalmente, de acuerdo con el médico Octavio De la Hoz, anestesiólogo con experiencia en cuidados paliativos de pacientes con cáncer, indicó a esta casa editorial que:

'La gran mayoría de los pacientes con cáncer de tiroides dependiendo del tipo histológico (célula de origen), velocidad de crecimiento, extensión y otras variables tienen buen pronóstico, y ellos pueden seguir la vida normal, pero otros tipos de neoplasias (cánceres) que condicionan limitaciones leves a severas si necesitan de personal de salud debidamente entrenado en el cuidado de estas, en una línea de atención integral con todo el equipo médico responsable del tratamiento'.