
Una fiesta de niños alrededor de una piscina terminó en tragedia. Uno de los menores recibió una fuerte descarga eléctrica al hacer contacto con una lámpara encendida ubicada en una de las paredes laterales del lugar. Milagrosamente el niño sigue con vida, aunque su estado de salud es de pronóstico reservado.
El hecho sucedió el sábado a las 3 de la tarde en el complejo residencial Mirador de la Bahía, ubicado sobre la avenida del Libertador.
El menor, Juan Manuel Rueda Cotes, de 5 años, fue invitado a un piscinazo con el cual se celebraría el cumpleaños de una amiguita suya de tres años. Todo era felicidad; los niños retozaban en el agua hasta cuando el grito del menor alertó a los adultos.
Sin dudar un segundo, Guillermo Rueda Delgado, el papá, salió en su ayuda. Cuando hizo contacto con el agua sintió un choque eléctrico que lo inmovilizó. Sabiendo ya qué era lo que había ocurrido, se lanzó a la piscina y junto con su esposa, Maira Cotes, lograron sacar a su hijo. “No pensé que estaba electrocutado, cuando gritó supuse que se había golpeado con algo o se ha había raspado”, dijo Rueda.
Seguidamente lo trasladaron a la clínica Saludcoop en donde fue reanimado. De allí fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica del Prado. “Está muy delicado”, dijo el padre, quien destacó la manera oportuna y profesional como en la EPS atendieron a su hijo.
Es una piscina con electricidad a 110 voltios y en la que al parecer había advertencia de que al prender el sistema eléctrico se corría peligro.
El ingeniero eléctrico Carlos Cotes Navarro, tío de Juan Manuel, dijo que habiendo conversado con uno de los empleados del complejo se enteró que la piscina venía presentando el inconveniente de que cuando se prendía la lámpara se energizaba el área.
“Me dijeron que esta situación había sido puesta en conocimiento de la administración y que la determinación que se había tomado era que cuando la piscina estuviere en uso no se activara el taco de la luz”, anotó.
El pequeño Juan Manuel cursa estudios en el Diocesano San José, está en transición y el próximo mes cumplirá 6 años.
Por Agustín Iguarán
Santa Marta.