Con el lema y propósito de una “Colombia diferente”, el exgobernador del departamento de Sucre Héctor Olimpo Espinosa Oliver inscribió ante la Registraduría Nacional del Estado Civil, en la ciudad de Bogotá, su grupo significativo de ciudadanos.
Lea: Clara López, senadora y exalcaldesa de Bogotá, anuncia que será precandidata presidencial
Este acto, en el que el dirigente político sucreño estuvo acompañado de su esposa Maríanella Peñaranda y sus tres pequeños hijos, formaliza su camino hacia la Presidencia de la República dentro de la denominada coalición La Fuerza de las Regiones.
Por ello también lo acompañaron en la inscripción Juan Carlos Cárdenas, exalcalde de Bucaramanga; Aníbal Gaviria, exgobernador de Antioquia, y Juan Guillermo Zuluaga, exgobernador del Meta. Ellos conforman el bloque de precandidatos de La Fuerza de las Regiones, que recorrerá el país sumando voluntades para cumplir la promesa de la Constitución de 1991: autonomía territorial con desarrollo y equidad.
El movimiento político reúne a más de 40 exgobernadores y exalcaldes.
Lea: Avanza el plan de seguridad para los candidatos a las elecciones de 2026
En sus primeras declaraciones a los medios de comunicación tras la formalización de su precandidatura, Espinosa Oliver aseguró que “la propuesta de Colombia Diferente va más allá de la descentralización administrativa: plantea la creación de Estados Autónomos Regionales, con capacidad real de decisión, autonomía financiera y competencias claras para que cada territorio defina su destino”.
Agregó que “he recorrido Colombia y he vivido de cerca la realidad de la gente. Fui alcalde de un municipio de sexta categoría, donde fui reconocido como el mejor del país y logré convertirlo en el primer municipio digital de Colombia. Fui viceministro del Interior, gobernador de Sucre y presidente de la Federación Nacional de Departamentos. He estado en los tres niveles de gobierno, y esa experiencia me confirma que necesitamos un modelo de Estado distinto, capaz de entregarle las riendas a sus territorios. Necesitamos una nación que se concentre en acabar con la pobreza y la inseguridad de raíz”.
Finalmente expresó que “Colombia funciona como una mandarina. El poder y la riqueza están concentrados en el centro, mientras las regiones, que deberían ser la pulpa y la fuerza de este país, han sido tratadas como la concha, asociada a la pobreza. Ha llegado el momento de cambiar esa historia y poner a las regiones en el corazón de Colombia”.