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Un nuevo capítulo se escribe, con letras doradas, en el Centro Histórico de Cartagena. Las murallas que en la época colonial protegieron a la ciudad de los ataques piratas hoy se levantan como un símbolo de unión entre autoridades, empresarios y ciudadanos decididos a recuperar la esencia patrimonial y cultural de la ciudad amurallada.

Luego de varios lustros de creciente preocupación por el deterioro y abandono de algunas zonas, el trabajo conjunto se ha consolidado como la vía más eficaz para devolverle el brillo a esta joya colonial del Caribe colombiano, convirtiéndola en un destino relevante para que familias enteras, de todas las latitudes del mundo, disfruten de su historia, su arquitectura y su encanto incomparable.

Se trata de una apuesta que va más allá del turismo, puesto que busca garantizar el uso responsable del espacio público y promover un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación de la historia de la Heroica.

Diversos espacios han sido recuperados para el disfrute de las familias cartageneras y los turistas.

En este proceso, el sector nocturno y gastronómico ha asumido un papel protagónico. Así lo ha ratificado Mauricio Pérez, presidente de la Asociación de Bares de Colombia (Asobares) capítulo Cartagena, quien resaltó el compromiso del sector de trabajar activamente en la transformación del centro histórico.

“Su presencia ha dinamizado la economía local, ampliando la oferta de entretenimiento, gastronomía y cultura, así como ha resignificado la noche como un espacio social, productivo y cultural”, expuso el líder gremial.

Pérez resaltó que Cartagena es un referente mundial sobre cómo gestionar la vida nocturna: “Por cada tres visitantes, dos eligen la ciudad por su oferta nocturna. Estos espacios han contribuido a revitalizar zonas que antes tenían bajo flujo peatonal nocturno, generando nuevas dinámicas sociales y comerciales”.

Por su parte, María Teresa Vergara, miembro de la Junta Directiva de Asobares, especificó que este proceso ha tenido un impacto significativo en las dinámicas del sector. De tal manera que los establecimientos nocturnos han ampliado el tiempo de permanencia de los visitantes y diversificado la oferta.

rocharibeiro/ShutterstockEn la infraestructura también se percibe la transformación del Centro Histórico de la Heroica.

“Los establecimientos nocturnos aportan un componente de vitalidad y contemporaneidad a la identidad del centro histórico. Han contribuido a proyectar una imagen de Cartagena como ciudad patrimonial viva, que no solo conserva su historia, sino que también la habita y la celebra”, destacó.

Además, Vergara anotó que este proceso les ha permitido entender que la sostenibilidad del Centro Histórico depende de la coordinación entre el sector público, el privado y la comunidad: “La corresponsabilidad se convierte así en el eje para cuidar la ciudad sin frenar su dinamismo económico ni comprometer su valor patrimonial”.

Para Katherine Ballestas Lopera, directora de Acodrés en Cartagena, los restaurantes “han sido motores fundamentales en la revitalización del centro”.

Por eso puso de presente que estos establecimientos “han embellecido sus entornos, atraído visitantes y conservado la esencia cultural de la ciudad a través de la cocina. Cada restaurante representa una experiencia que mezcla historia, tradición y creatividad, respetando nuestros fogones ancestrales y la vanguardia de nuestros chefs”.

De tal manera que esta efervescencia gastronómica, según la líder gremial, ha contribuido a mejorar la percepción de seguridad y a generar una experiencia más amable para el visitante.

“El turismo gastronómico complementa al cultural y al patrimonial, creando una sinergia que eleva la calidad de la experiencia y aporta a la sostenibilidad económica del centro”, mencionó.

El plan del Distrito

Teremar Londoño, secretaria de Turismo de Cartagena, aseguró que en la infraestructura también se percibe la transformación del centro histórico de la Heroica, siendo este uno de los pilares de la estrategia liderada por el alcalde Dumek Turbay para devolverle el esplendor a esta zona patrimonial.

“Una de las primeras tareas fue la lucha frontal contra los huecos y la rehabilitación de la malla vial y los andenes del centro histórico. De esta forma podemos brindar mayor tranquilidad no solo a los peatones y comerciantes, sino también a los más de 3,5 millones de turistas que nos visitan cada año”, expuso.

El Pasquín de Joaco es uno de los establecimientos nocturnos que refleja este proceso de renovación de la zona histórica.

Otro de los hitos ha sido el cambio total de la iluminación de zonas históricas, para garantizar mayor seguridad a la ciudadanía. De forma adicional se han recuperado espacios emblemáticos para las familias y visitantes, tales como la Plaza de los Coches y la Plaza de la Paz, que han vuelto a ser escenarios de encuentro, cultura y convivencia.

“Durante tres meses el centro histórico tuvo cierres parciales que permitieron reorganizar el espacio público y fortalecer la seguridad con apoyo de la Policía y brigadistas hasta la madrugada”, puntualizó.

El Pasquín de Joaco, un símbolo de este nuevo renacer

El auge de nuevos espacios como El Pasquín de Joaco –un gastrobar que hace honor a Joaquín de Zubiría, quien pegó el primer pasquín revolucionario en Cartagena en 1799– se constituye en una muestra fehaciente de este renacer.

En su propuesta gastronómica se encuentran presentes recetas autóctonas del Caribe que son enriquecidas con técnicas internacionales. También ofrece coctelería de autor que combina la historia local con una atmósfera vibrante que atrae a propios y visitantes.

Detrás de esta iniciativa se encuentra Yessica Rojas, una emprendedora cartagenera que decidió, junto con otros comerciantes del centro histórico, asumir un papel activo en la recuperación del corazón de la ciudad.

En los distintos establecimientos comerciales se ofrecen planes para toda la familia.

“Entendimos que debíamos también trabajar de la mano de las autoridades, y así poder recuperar el orden, ejecutando acciones en pro del espacio público, de la seguridad y por supuesto ofreciendo un buen servicio a quienes nos visitan para que la experiencia sea buena y la gente regrese”, dijo.

Y recalcó que la magia de Cartagena no solo reside en su historia colonial, sino en la calidez de su gente: “Esta ciudad enamora por su pasado, pero también por el esfuerzo diario de quienes la habitamos. Trabajamos para que cada experiencia sea inolvidable, y eso se nota: muchos turistas regresan, recomiendan y siguen eligiendo a Cartagena como su destino predilecto para descansar, celebrar o simplemente turistear”.