Un explosivo trino escrito por el senador y candidato presidencial Gustavo Petro, luego del asesinato de siete soldados en Frontino, Antioquia, por parte de integrantes del llamado clan del Golfo, desató una gran controversia nacional acerca del papel que deben desempeñar las Fuerzas Militares en Colombia. ¿Qué escribió Petro? Escribió lo siguiente: 'Mientras los soldados son asesinados por el clan del Golfo, algunos de los generales están en la nómina del clan. La cúpula se corrompe cuando los politiqueros del narcotráfico terminan ascendiendo a generales'.
Semejante declaración –con una carga de profundidad tan contundente como irresponsable– fue respondida de inmediato –también por vía Twitter– por el comandante del Ejército Nacional, general Eduardo Enrique Zapateiro, quien ripostó con tanta firmeza y vehemencia que su respuesta ha sido interpretada por opositores al gobierno y aliados políticos de Petro no solo como un comportamiento 'deliberante', contrario a la Constitución Política, sino como una indebida participación en política. ¿Qué le respondió el comandante del Ejército a Petro? Le respondió lo siguiente: 'No hay a quien le duela más la muerte de un soldado que a los que portamos el camuflado y por supuesto a sus familiares y a la Patria misma, pero su sacrificio supremo por el país no debería ser usado en narrativas de campaña política'.
'Desde el 2021 —continuó el Comandante del Ejército— más de 500 militares han sido asesinados y heridos durante el cumplimiento de la misión y su sacrificio fue invisible, no hubo pronunciamientos. Curioso que ahora la muerte de los héroes de la Patria sí genere aflicción y sea usada para otros señalamientos'.
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Luego el general Zapateiro le responde directamente a Petro: 'Senador no se valga de su investidura (inviolabilidad parlamentaria) para pretender hacer politiquería con la muerte de nuestros soldados, más bien cumpla con su deber ciudadano de denuncia fundamentada ante la Fiscalía de los hechos que usted menciona, sea quien sea'.
'Le recuerdo que usted como senador –dice el comandante del Ejército en uno de sus trinos– hace parte del colectivo el cual osa señalar como ‘politiqueros del narcotráfico’. Como ciudadano le recomiendo no generalizar. El respeto ante todo'.
El comandante del Ejército terminó su diatriba contra Petro con las siguientes palabras: 'A ningún general he visto en televisión recibiendo dineros mal habidos. Los colombianos lo han visto a usted recibiendo dineros en bolsas de basura'.
Luego de conocer las duras declaraciones del general Zapateiro y al ser indagado por los periodistas, Petro le respondió: 'No he hablado del general Zapateiro, no se porqué se siente aludido'.
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Ante las insistentes voces que le pedían al presidente Iván Duque que destituyera al general Zapateiro por su supuesta participación en política y su comportamiento –al parecer– deliberante, el jefe del Estado respaldó sin titubear al comandante del Ejército.
Su apoyo se dio en Cartagena, durante la clausura del Congreso de Asofondos, luego de ser interrumpido por el representante a la Cámara Duvalier Sánchez, quien alegó la violación de la Constitución y pidió una dura sanción para el general Zapateiro. ¿Qué respondió el presidente Duque? Respondió lo siguiente: 'Hoy un senador se pronunció agrediendo a las Fuerzas Militares, señalándolas de ser cómplices del narcotráfico. Si cualquier persona –más un congresista que ostenta una responsabilidad política– da una acusación de ese nivel, que tenga la gallardía de denunciarlo, que se presente a los tribunales, pero que no pretenda hacer política enlodando a la institucionalidad que todos los días pone su vida al servicio de Colombia. Que no pretenda hacer política enlodando a las Fuerzas Militares'.
'He tenido siempre –declaró Duque– una política de cero tolerancia a cualquier abuso por parte de miembros de la Fuerza Pública, pero lo que no podemos dejar los colombianos es que se lancen ese tipo de comentarios incendiarios impunemente'.
El huracán desatado por el trino de Petro –y las respuestas tanto del Comandante del Ejército como del Presidente de la República– no ha dado muestras de amainar. Todo lo contrario, cada nueva declaración de opositores del gobierno y de amigos de las Fuerzas Militares contribuye a un mayor escalamiento de la delicada situación. Por ahora la tormenta no cede. Pero mientras se escuchan voces destempladas de lado y lado, que poco contribuyen a calmar las aguas agitadas, vale la pena analizar la pregunta de fondo que quedó planteada en el debate: ¿Las declaraciones del general Zapateiro pueden interpretarse como una participación en política? ¿Asumió el comandante del Ejército una posición deliberante?
El discurso del presidente Alberto Lleras en el Teatro Patria
La intervención del presidente Alberto Lleras Camargo el 9 de mayo de 1958 en el Teatro Patria de Bogotá, en la que fijó cómo deberían ser las relaciones entre los civiles y los militares, es la razón de ser del artículo 219 de la Constitución de 1991 que prohíbe a militares y policías activos ser 'deliberantes'. 'La política es el arte de la controversia, por excelencia -dijo Lleras Camargo en aquella oportunidad- y la milicia es el arte de la disciplina. Cuando las Fuerzas Armadas entran a la política lo primero que se quebranta es su unidad, porque se abre la controversia en sus filas. El mantenerlas apartadas de la deliberación pública no es un capricho de la Constitución, sino una necesidad de sus funciones. Por eso las Fuerzas Armadas no deben deliberar.
No deben ser deliberantes en política'. La 'doctrina Lleras Camargo' se mantiene vigente hasta hoy, como consta en la Constitución de 1991. Es por ello que todo pronunciamiento de un mando militar en asuntos ajenos a los terrenos castrenses –aún el más justificado– es interpretado como una 'conducta deliberante', como acaba de ocurrir con la respuesta del comandante del Ejército al senador y candidato Gustavo Petro.
La 'Doctrina Lleras Camargo' ha sido de mucha utilidad para el sostenimiento de la democracia en Colombia. En su momento puso fin a la tentación de grupos de militares de propinar golpes de Estado, como había ocurrido en varios países de América Latina y también en la propia Colombia con el golpe de Estado propinado por el general Gustavo Rojas Pinilla en 1953.
¿Participó en política el general Zapateiro al exigir respeto al Ejército?
Tiene toda la razón el comandante del Ejército, general Eduardo Enrique Zapateiro, al exigirle a Gustavo Petro respeto por la institución que tiene bajo su mando. Las declaraciones ligeras e irresponsables del senador Petro no merecían respuesta distinta de quién está al frente del Ejército Nacional. Afirmar sin pruebas que 'algunos generales están en la nómina del clan del Golfo' merecía una respuesta inmediata y contundente por parte de quien está al frente de los soldados del país. La obligación de Petro –para no enlodar a toda la institución, incluyendo a su comandante– es la de suministrar nombres y pruebas de esos 'algunos generales' que dice que están en la nómina del clan del Golfo.
El 'honor militar' no puede ser pisoteado y mancillado por quien está en campaña por la Presidencia de la República sin haber renunciado a su condición de senador, lo que le permite ampararse en la 'inviolabilidad parlamentaria' para hacer semejantes afirmaciones. El senador Petro tiene la obligación de denunciar con nombres y pruebas ante las autoridades a los 'generales que –según él– están en la nómina del clan del Golfo'.
¿Qué debió hacer el general Zapateiro ante semejante agresión por parte de Petro? ¿Guardar silencio para no ser señalado de 'deliberante'? ¿Bajar la cabeza ante semejante insulto a las Fuerzas Militares de Colombia? ¿Ser cómplice con su silencio de semejante afrenta? ¿Para no ser tratados de 'deliberantes' nuestros soldados y policías deben soportar hasta los insultos más crueles, por parte de quienes no sienten aprecio, ni respeto por nuestras instituciones armadas? ¿Deben permanecer callados ante la agresión de sus enemigos? ¿No es hora ya de revisar la 'doctrina Lleras Camargo' y ajustarla a los tiempos que corren? ¿Qué sentido tiene ponerle 'bozal' a los hombres y mujeres que conforman nuestras
Fuerzas Armadas?
¿El 'fuero parlamentario' permite insultar y ofender nuestras instituciones?
Así como se le exige al comandante del Ejército respeto a la Constitución Nacional, puesto que su obligación es cumplir todos y cada uno de sus mandatos, de la misma manera se le exige a los candidatos presidenciales respeto por las instituciones democráticas. Gustavo Petro no puede valerse de su fuero parlamentario para pretender arropar con un manto de duda y desprestigio a una institución bicentenaria como nuestro Ejército Nacional. Mañana Petro podría ser el Comandante Supremo de dicha Institución, compuesta por cientos de miles de hombres y mujeres, la inmensa mayoría de ellos de origen humilde.
Quienes deshonren el uniforme que portan y hagan mal uso de las armas que les fueron entregadas por la Nación deben recibir castigos ejemplarizantes. Nadie puede ser cómplice de los criminales, así estos porten uniformes de nuestras Fuerzas Armadas. Pero hacer graves señalamientos como ese de que 'algunos generales están en la nómina del clan de Golfo', sin dar nombres, es atentar contra una Institución compuesta en su inmensa mayoría por hombres y mujeres de bien. Su honor no puede ponerse en entredicho por parte de quien aspira a ser su Comandante Supremo.
General Zapateiro, antes de responder cuente hasta 10
Aunque no es fácil permanecer en silencio ante las constantes provocaciones por parte de quienes públicamente y en privado expresan el poco aprecio que sienten por el Ejército Nacional, el general Zapateiro debe asumir un comportamiento más prudente a la hora de expresar su inconformidad o su malestar. No puede 'dejarse llevar de la lengua' y pisar las cascaritas que sus contradictores le van dejando en el camino. Sus declaraciones desmedidas, pronunciadas bajo el efecto de la ira y la rabia contenida, serán aprovechadas de inmediato para pedir su cabeza, como acaba de suceder. No es sano para la democracia librar 'guerras mediáticas' con los opositores al Gobierno Nacional, quienes adelantan una campaña electoral con el propósito de llegar a la Casa de Nariño.
En ese sentido, tenía toda la razón el ex presidente Alberto Lleras: 'La política es el arte de la controversia por excelencia y la milicia es el arte de la disciplina'. Deje, pues, general Zapateiro que los políticos controviertan y usted dedique todos sus esfuerzos a mantener arriba la moral de los hombres bajo su mando, para que muestren resultados contundentes contra todas las organizaciones criminales, entre ellas, claro está,
el clan del Golfo.



















