¿Qué pasa y qué pasará con la seguridad del departamento del Magdalena, a propósito de las tres últimas masacres ocurridas en este territorio, y con la reciente renuncia del gobernador Carlos Caicedo Omar?
{"titulo":"No tenían amenazas: Fiscalía sobre víctimas de masacre en Santa Marta","enlace":"https://www.elheraldo.co/magdalena/masacre-de-familia-en-santa-marta-fiscalia-del-magdalena-confirma-que-las-victimas-no"}
Este es un interrogante que hoy se hacen los magdalenenses de todas las jurisdicciones y del que esperan encontrar respuesta muy pronto, aferrándose solamente a las decisiones que se tomen desde el Gobierno nacional, pues aseguran que la salida del mandatario los tomó por sorpresa, al menos a la gente del común, y creen que la situación podría ponerse mucho más complicada de cara a los comicios regionales que se avecinan.
Ayer estaba anunciado en la ciudad de Santa Marta un consejo de seguridad con la presencia del ministro de Defensa, Iván Velásquez, paradójicamente solicitado por el ahora exgobernador Caicedo Omar justo un día después de ocurrida la última masacre que dejó sin vida a tres miembros de una familia, entre estos una pequeña de tan solo 10 años. Es decir, este cocinaba su renuncia y, al tiempo, trataba de hacerle frente a la grave situación de orden público local.
'Hemos requerido con premura su llegada al departamento por la ola criminal que nos golpea, las tres masacres ocurridas en la última semana (dos a las afueras de Santa Marta y una en zona rural del municipio de El Banco). El último homicidio colectivo le segó vilmente la vida a una niña de 10 años, arrebatándole sus sueños. No puede ser que estructuras sicariales, al servicio de los grupos paramilitares de las AGC y Los Pachenca, provoquen el asesinato a mansalva de nuestra gente, y menos ad portas de un proceso electoral, generando una intimidación colectiva', señaló Caicedo en su misiva al Gobierno.
Y casualmente reconoció en el mismo documento que se necesitaba del 'apoyo del Gobierno nacional con medidas macro', para enfrentar a esos dos monstruos, Los Pachenca y Clan del Golfo, que se disputan los corredores para sacar droga por el mar Caribe.
{"titulo":"Caicedo, otro que renuncia sin respetar su periodo","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/elecciones-2023-polemica-renuncia-de-caicedo-la-gobernacion-del-magdalena-para-apoyar"}
Terror en la Perla del Caribe
El Distrito de Santa Marta está conformado por tres localidades: Cultural Tayrona - San Pedro Alejandrino, que es la localidad 1; la Histórica - Rodrigo de Bastidas, la localidad 2, y la Turística - Perla del Caribe, que es la localidad 3.
Justo en esta última, que es donde se levanta el modernismo y la exclusividad de los complejos turísticos, ha sido la zona en la que se han registrado dos de las recientes masacres (Ver infografía).
La madrugada del lunes 2 de octubre, en una cabaña localizada en la vereda Ojo de Agua, en vía a la trocha Teyuna, fueron asesinados Manuel Alejandro Vera Cabarcas, de 32 años y conocido con el apodo del ‘Cacha’, por su nacimiento en la ciudad de Pereira; la sicóloga samaria Andrea Trujillo Reyes, y Elkin Ríos Osorio, oriundo de Medellín.
Los tres compartían con otras personas cuando sujetos armados, aparentemente con fusiles, abrieron fuego en el lugar hacia las 3:15 a. m., desatando un completo caos.
El cuerpo sin vida de Vera Cabarcas, al parecer, habría quedado flotando dentro de una piscina. El de Andrea Trujillo junto a unas sillas y una mesa plástica, y el cuerpo de Ríos Osorio a unos 150 metros de los dos primeros cadáveres, pero nunca se dijo si lo que este hizo fue tratar de ponerse a salvo o fue quien abrió la puerta de la cabaña a los criminales.
En ese sentido, de acuerdo con lo indagado por las autoridades, otra de las líneas de investigación fue la de establecer si los criminales compartían con las víctimas fatales y los heridos o, por el contrario, llegaron a esa hora de la madrugada hasta la cabaña.
Andrea Trujillo Reyes era sobrina del asesinado líder social Joaquín Trujillo García, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Quebrada del Sol y quien fue ultimado en mayo de 2019 en Guachaca.
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Sobre Vera Cabarcas, supuestamente contra quien iba dirigido el atentado, las autoridades señalaron que se indagaba una conexión entre este y dos empresas constituidas en el Magdalena. La primera, Inversiones Mena & Vera SAS, formalizada el 29 de agosto de 2022 en Plato, y dedicada al 'expendio de bebidas alcohólicas para el consumo dentro del establecimiento'.
La otra es Suminorte VM SAS, establecida en septiembre de 2010, de la cual este aparecía como gerente y socio accionista. Esta firma fue abierta para el 'comercio al por menor de productos farmacéuticos y medicinales en establecimientos especializados'.
En su momento, una de las hipótesis que empezó a tejerse en la capital del Magdalena fue que el hecho podía guardar relación con los grupos armados criminales que operan en la zona.
En ese sentido esa fue una de las líneas que lanzó a través de redes sociales el entonces gobernador Carlos Caicedo. 'Ante el asesinato de 3 personas en zona rural de Santa Marta, pedimos a las autoridades @FiscaliaCol y @PoliciaColombia que con prontitud avancen con las investigaciones que permitan esclarecer estos crímenes y además determinar si las disputas entre las AGC y Los Pachenca son la causa de la incursión'.
En la misma semana, el sábado 7, se registró en el corregimiento de El Cerrito, en el municipio El Banco, el triple crimen de Chelo García Carpio, de 32 años; Jesús Manuel Carpio Velásquez, de 27, y Abel Carpio Velásquez, de 26 años, todos miembros de una familia. Sujetos armados llegaron hasta su domicilio y les dispararon delante de amigos.
Y en la noche del pasado martes 10 de octubre, ocho días después de la primera incursión, fueron asesinados en la misma localidad samaria Claudia Elena Aarón Cusa, una niña de solo 10 años, junto a su padre, Luis Alberto Aarón, y su abuela materna, Piedad Peñaranda. Claudia era la sobrina de la diputada del Magdalena y candidata a la Gobernación del Magdalena Claudia Patricia Aarón Viloria, y Luis Alberto, su hermano.
Los hechos ocurrieron en un sector enmontado, conocido como trocha Ayapel, en la zona entre la Troncal del Caribe y la Vía Alterna al Puerto, donde se levantan cabañas de descanso. Ese punto es muy concurrido por el turismo pues está muy cerca del aeropuerto de Santa Marta.
La Policía Metropolitana señaló que las víctimas viajaban en un campero Chevrolet Vitara, color champaña, cuando fueron sorprendidos por sujetos armados, quienes los acribillaron. Los tres murieron de manera instantánea en el lugar.
Por estos hechos, el general Jorge Urquijo, comandante de la Regional 8, e Iván Calderón Quintero, secretario encargado de Seguridad y Convivencia de la Alcaldía de Santa Marta, anunciaron el ofrecimiento de una recompensa de hasta $100 millones de pesos a quienes brindaran información para dar con las capturas de los responsables del crimen.
{"titulo":"Víctimas de masacre en Santa Marta iban para una cabaña ","enlace":"https://www.elheraldo.co/magdalena/masacre-de-familia-en-santa-marta-victimas-iban-en-una-trocha-al-parecer-para-evitar"}
Hace 25 y 20 años
El director Seccional de la Fiscalía en el Magdalena, John Freddy Encinales, en un reciente consejo de seguridad, señaló que Luis Alberto Aarón Viloria, una de las víctimas de la reciente masacre, no había denunciado amenazas en su contra y las labores que adelantaba no eran consideradas 'delicadas' como para que su vida corriera peligro.
Y en cuanto a Piedad Peñaranda, otra de las víctimas y suegra de Aarón, Encinales indicó que se dedicaba a la compraventa de inmuebles, pero que era ejercida sin contratiempos y bajo el marco de la legalidad.
Pero por información de allegados y amigos de los fallecidos una línea investigativa que se abrió está basada en el recuento de los asesinatos de dos personas con los mismos apellidos, ocurridos en 1998 y en 2003, en el mismo Departamento. Cabe aclarar que Claudia Patricia Aarón, en contestación ayer a este medio, señaló que estas dos víctimas no tienen ningún tipo de grado de consanguinidad.
La primera fue la muerte de Juan Noguera Aarón y sus escoltas Demetrio Ramos y Ángel Araújo, ocurrida el 27 de febrero de 1998 en cercanías de El Retén, Magdalena.
En aquel entonces Juan Noguera, empresario y ganadero, fue baleado casi que de manera similar al hecho sucedido el pasado martes. El atentado, según la Fiscalía, fue cometido por el poderoso Clan Rojas, que operaba en el Magdalena y luego integró las filas de las AUC.
Las autoridades establecieron —así reposa en los expedientes de los postulados de Justicia y Paz de la Fiscalía — que Juan Noguera Aarón era hermano del entonces magistrado del Consejo Superior de la Judicatura del Magdalena, Enrique Camilo Noguera Aarón, quien también fue asesinado.
El crimen del magistrado Noguera Aarón ocurrió el 22 de octubre del año 2003 a las 8:00 de la mañana cuando salió del corregimiento de Taganga, donde residía, a bordo de una camioneta Hilux, color gris de placas BLZ-756, conducida por Rafael Pérez Atencia, con destino a la Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta, donde iba a dictar su cátedra de derecho civil.
'Al pasar por el sitio conocido como el Mirador de Taganga fueron interceptados por un taxi donde se movilizaban varios sujetos armados, quienes luego de obligarlos a detener la marcha procedieron a causarles múltiples heridas con arma de fuego que les quitaron la vida de manera inmediata', se leyó en un informe de la Fiscalía.
Su muerte, de acuerdo con las versiones de los desmovilizados, fue ordenada por financiadores de las AUC en Magdalena y el Atlántico, y se habría dado por su insistencia en la investigación que se debía abrir contra esa temible alianza entre actores del paramilitarismo y ganaderos en el Magdalena que ya habían acabado con la vida de su hermano.
Ahora lo que está por resolverse es si esos dos episodios tienen algo de relación con el homicidio colectivo de los tres miembros del núcleo familiar de los Aarón o si las nuevas generaciones del paramilitarismo, en este caso Los Pachenca, tienen algo que ver.




















